Escuchaba risitas a lo lejos, pero mi mente no dejaba que escuchara la conversación que estaban teniendo las chicas, estaba a punto de acabar por segunda vez el libro que me había obsequiado la tía Josephine, era hermoso y me ayudó mucho en las noches que sentía que estaba completamente sola.
— ___ ¿Estás de mi lado? — Escuche la voz de Josie Pye.
Levante la vista de mi lectura y la mire sin entender, la chica rodó los ojos.
— Genial, la come libros no presto atención.
— ¿De qué me perdí? — Pregunté mientras tomaba leche de mi cesta, apenas y había comido mi almuerzo, debía darme prisa o acabaría nuestro descanso.
— Josie dice que el ajuar de una novia debe ser tradición de la familia, y Ruby afirma que el de ella se quemó en su antigua casa y tuvo que hacer uno nuevo, yo opino que los dos serían hermosos para usar el día de su boda ¿Tu qué opinas? — Me pregunto Anne, vaya era una pregunta que nunca me había hecho, estaba por contestar cuando Josie me interrumpió.
— Tú que vas a saber, Anne, siempre serás una solterona, además las huérfanas no tienen ajuares.
— Anne, ya tiene padres — Espeto Diana mientras la miraba mal.
— Biológicos, no.
— Yo tampoco tengo un ajuar — Confesé, todas me miraron sorprendidas — Mi madre... se quedó con el mío en Nueva York.
— Cuando el mío se quemó, mi madre y yo cosimos sin parar para reponerlo, puedo ayudarles a hacer uno nuevo — Nos ofreció Ruby.
— Que gentil de tu parte, Ruby — Sonreí.
Pronto tomé una galleta y me volví a enfocar en mi libro.
— ¡No tienes ningún derecho!
Levante la vista de mi libro de nuevo ¿Por qué había tanto ruido en la escuela? Mire a las chicas que estaban unos pasos más alejadas conversando con Prissy, y en la entrada estaba Billy molestando a Cole.
Me levante mientras guardaba mi libro, estaba claro que no podría leer con tanto ruido.
— Aquí tienes — Se burló Billy mientras lanzaba algo hacia Cole, el rubio logró esquivarlo, pero desafortunadamente dio en la ventana quebrándola.
— Señor Andrews, fue suficiente — Regaño el profesor, recogiendo aquel objeto — ¿De quién es esto?
— Es mío, señor — El señor Philips se acercó hacia Cole y este retrocedió asustado.
— Tus padres pagarán la nueva ventana — Dijo el profesor tirando la bola de arcilla al fuego.
— Billy lo lanzó — Intervino Anne.
— Estoy hablando con el señor Mackenzie — Grito el profesor, toda esta situación me daba miedo.
— Mis padres no pueden pagarla — Contestó el rubio en un hilo de voz.
— Entonces te daré otro castigo.
El profesor se acercó a su escritorio y tomó una rama larga, al ver aquel objeto me hizo sentir escalofríos y una oleada de recuerdos invadió mi mente, recuerdo los gritos, el dolor.
— Yo no hice nada malo — Murmuró Cole, se le notaba en sus ojos que estaba a punto de llorar.
— Eres el alumno más problemático de esta clase — Dijo el profesor mientras le ordenaba que extendiera su mano.
Cerré los ojos reteniendo las lágrimas, no podía recordar eso, no de nuevo.
Volví a escuchar los gritos, la impotencia, las súplicas, quería ayudarles, pero no podía.
Tomé mis cosas y corrí fuera de la escuela.
— Señorita Barry — Llamó el profesor, pero no me detuve.
Seguí corriendo como si me estuvieran persiguiendo, cuando noté que estaba en el bosque me senté a llorar, odiaba recordar los maltratos que viví y que presencié en el internado.
— No, no — Me decía a mí misma mientras me abrazaba y me daba consuelo — Todo estará bien.
Me repetía mentalmente esas frases cada vez que sufría un taque de pánico "Todo estará bien" aunque sabía que en el fondo nada lo iba a estar.
— ¿Señorita?
Levante mi vista asustada ¿Que no estaba sola? Mire al frente mío a cierto francés que me miraba preocupado.
— ¿Tú qué haces aquí? — Espete tratando de ocultar mis lágrimas.
— ¿Estás llorando?
— No, Jeggy — Dije riendo — Estoy tratando de enfriar la leche — Mentí tomando lo poco que me sobró de aquella bebida — Esta exquisita, entonces me voy.
Me di la vuelta para caminar hacia mi casa, pero sentí como alguien tomaba de mi mano, me giré lentamente viendo los ojos cafés del chico, inspeccionándome.
— ¿Hay algo en que te pueda ayudar?
Sentí como mi corazón se estrujo, nadie me había dicho eso antes, sentí como mis lágrimas volvían a mis ojos, pero ahora eran lágrimas de felicidad.
— A veces me das mucha ternura, Jeggy — Confesé mientras me acerqué para abrazarlo.
— ¿Segura que estás bien? — Escuche que dijo, aún no correspondía mi abrazo.
— Nunca me había sentido mejor — Sonreí sinceramente.
— Vous êtes étrange (Eres rara).
Decidí dejar pasar que Jerry hablará a mis espaldas, me sentía tan bien con ese abrazo que no quería que se acabará nunca, aunque yo fuera la única que tuviera mis brazos alrededor de su cuerpo.
— Mais joli (Pero linda) — Completo luego de un rato.
Me acurruque más a su pecho, el chico poso su mano izquierda en mi cintura y con la derecha me acarició el cabello.
Me permití cerrar los ojos y disfrutar de ese momento que, por alguna extraña razón, me hacía sentir protegida.
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Jeggy | Jerry Baynard
Fanfiction"-Bonjour, Jeggy ¿Puedo decirte Jeggy?" "-¿Podrías dejar de ser tan irritante?" En donde la chica nueva de Avonlea ama fastidiar al trabajador de los Cuthbert.