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Miraba como los chicos jugaban hockey, era divertido ver a Ruby apoyando a Gilbert, los gritos de Josie Pye hacia Billy y los cuchicheos de otras chicas acerca de lo lindo que se habían puesto los chicos.

El invierno había llegado nuevamente a Avonlea y por suerte se pospuso mi ingreso a la escuela de señoritas. Después de que salváramos a la señorita Stacy, Gertrude reconoció mi huida como un acto de buena voluntad, pues ella decía que la señorita Stacy era agradable y que fue mal juzgada injustamente. Aun así, me golpeó, pero al menos permitió que volviera a la escuela.

Ahora la anciana me daba un poco más de libertad, o por lo menos esta vez me dejo asistir al juego con mis amigos sola debido a que estaría con Marilla toda la tarde.

Otra notica impactante fue que Cole no quiso regresar con nosotros, decidió quedarse en Charlottetown con la tía Josephine, me alegraba por él sabía que si se quedaba en Avonlea su familia no lo dejaría salir de su granja, al menos así él podía luchar por lo que en verdad quería; Ser un gran artista.

Lo que me sorprendió más fue cuando me propuso quedarme con él, dijo que la tía Josephine estaría encantada de tenerme, pues al fin y al cabo éramos familia, me dijo que así Gertrude no me obligaría a casarme en un futuro, pero rechace la oferta, por una parte, sabía que, aunque escapara ellos me encontrarían, pero por otra no quería irme por una sencilla razón, la cual tenía nombre y apellido; Jerry Baynard.

A decir verdad, después de eso no había hablado con Jerry, ya había pasado mucho tiempo y ni si quiera lo fui a visitar, pero debía ganarme la confianza de Gertrude de nuevo, solo así iba a poder volver a la escuela, el sacrificio fue no hablar con el francés.

— Hola Anne — Escuche que dijeron algunas chicas.

Levante la vista encontrándome con mi amiga pelirroja, hace tiempo que habíamos hecho las pases y nuestra amistad ahora estaba mejor que nunca, Anne llevaba su cabello suelto, le había crecido más este tiempo, ahora ya no lo tenía rapado, su hermoso cabello caía en ondas y se levantaba a cada paso que daba.

— Hola Anne — Saludé dándole un abrazo — Creí que no vendrías.

— ¿Y perderme la naturaleza en contacto con la supervivencia de la blanca nieve romántica? — Contestó con ese tono esperanzador.

Negué mientras me seguía concentrando en el juego, hasta que la pelirroja volvió a hablar — Ruby se supone que cubrirías el juego ¿Al menos sabes el marcador?

— Esta ocupada viendo a ya saben quién — Se burló Tillie.

En ese momento Billy freno frente a Josie, quien se encontraba a un lado de mí, y le en sucio su ropa con el hielo que derrapo.

— Grosero — Grito Josie, aunque no parecía enfadada, le dedico una sonrisa al rubio y este sonrió con superioridad.

— Al parecer se fijó en ti — La codee amistosamente.

— Al final tus gritos si sirvieron de algo — Ahora hablo Tillie.

— Menos mal, estaba a punto de quedarme sorda — Me burle nuevamente.

— Aún trato de acostumbrarme — Jane, la hermana de Billy, se cruzó de brazos.

— ¿Acostumbrarte a qué? — Quiso saber Tillie

— A qué Josie será su hermana — Cuchicheo Diana.

— Cuñada — Espeto la castaña — Será mi cuñada — Grito para que todas escucháramos.

Reí junto a las demás, esto era bastante divertido.

— Diana — Moody, quien no lo reconocería de no ser por su constante torpeza (pues había bajado de peso) le coqueteo a mi prima pasando cerca de ella y después volviendo al juego.

Jeggy | Jerry BaynardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora