Aun con ojos cerrados, Aller apretó más sus brazos alrededor de su cuerpo.
A diferencia de los aviones convencionales que eran usados en entregas, el que usaban esta vez no estaba separado en cabinas pequeñas; solo estaba la cabina de pilotos y la cabina de carga. En esta última el clima helado perforaba más desde el casco, y a pesar de tener por supuesto un sistema de aclimatación se, se percibía más afectada que el resto de la escuadra.
Decidió abrir sus ojos para cerciorarse de lo que creía, y es que el resto dormía plácidamente sin tener la necesidad de enrollar con tanto esfuerzo sus brazos como hacía ella. Rio en silencio al pensar que pasar tanto tiempo junto a Hanzo le había afectado hasta verse sensible al frío, pero eso no podía ser posible. Quizás solo estaba sensible esa noche.
Después de otro intento más por dormir un poco, opto por quitar el cinturón y ponerse de pie, procurando caminar con cuidado para no despertar a otros con el resonar de sus botas contra el suelo metálico. Aunque con el zumbido de los motores debían ser opacados, pero la consideración no estaba de más.
Tuvo una pequeña consolación al darse cuenta que podría aprovechar para hacer la quinta revisión de la madrugada, por lo que una vez se hizo con la tableta camino hasta los contenedores; contando con una pequeña plantilla integrada, podía ver con facilidad su estado. Algunos eran empacados como cualquiera pero otros necesitaban mantenerse en refrigeración, tratándose de los componentes más delicados. La mayoría se trataban de piezas o componentes para aviones que debían ser enviados desde una base a otra, pero también se trataban de piezas que eran destinadas a armas o vehículos de transporte terrestre.
Acabo deteniéndose frente al contenedor más grande de todos.
— ¿Ese es el motor a fusión?
Casi acabo mordiéndose la lengua, ahogando el grito que hubiera dado al escuchar la voz de Matías desde el fondo. Su rostro fruncido no tardo en girar para verlo a varios pasos de distancia en el estrecho pasillo.
— ¿Pero cómo se te ocurre aparecer así?
— En mi defensa, yo no tengo el paso ligero y pudiste haberme escuchado llegar– Matías acabo por terminar llegando a su lado, dejándole notar su andar por la superficie– Significa que la distraída aquí eres tú.
— Puedes estar seguro de que no estoy distraída, estaba revisando el estado y no debí escucharte por estar concentrada.
— Lo que te parezca mejor Aller.
— Como sea, ¿qué haces aquí?– Continuo anotando en la tableta, en movimientos rápidos de su manos– Deberías estar durmiendo como los demás.
— Hm. Supongo que aún no puedo dormir, dormí demasiado en la base, además, un poco de compañía no le hace daño a nadie.
— Lo hace sí aparece de la nada exaltándote... ¿qué se supone que haces? No debería tocarla.
Volvió a apartar su mirada de la pantalla al notar como Matías se acercó a la caja, quitándose el guante de la mano y poniéndola en la superficie. La sonrisa relajada en su rostro no tardo en mostrase al hablarle.
— Relájate Aller, sabes tan bien como yo que esta cosa podría caerse de este avión y resistiría– Finalmente acabo retirando su mano luego de un momento, mostrándole la escarcha restante en su palma por el refrigerante– Además, si algo sucede con ese motor será responsabilidad de los superiores, ¿cómo pueden enviar tal cosa junto a otras más en un solo vuelo?
— Lo que suceda con el contenedor será nuestra responsabilidad, de cómo es lo tratemos durante su transporte. Y no tengo la necesidad de relajarme porque estamos en medio de una entrega, nuestra misión.
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Gélido
FanfictionDurante el invierno las cosas suelen cambiar de manera drástica. Los árboles y flores simulan perecer. La necesidad de buscar calor aumenta. Y los cuerpos parecen acercarse entre sí solo por inercia. Tras la llegada sorpresa de un invitado a mitad...