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Mantuvo una expresión tranquila mientras hacia un esfuerzo por cambiarla a una fruncida como siempre durante las conversaciones ajenas a él. Intentaba prestar atención a la conversación que ocurría en la mesa, sabía que el tema estaba relacionado con aviación por las palabras y gestos entusiastas de Lena y Aller; de cómo cada una había tenido experiencias emocionantes en sus respectivos campos. Lena como piloto experimental y Aller como parte del equipo de evaluación y monitoreo en diferentes prototipos.

Pero en esta ocasión tenía algo por lo cual no fruncir su rostro a uno de disgusto y era que Aller se había sentado junto a él. Podía verla sin necesidad de mirar atreves de alguien más. Luego de la pequeña conversación este término invitándole una taza de café en el comedor a final de las jornadas de la tarde; ya era una especie de hábito para Hanzo ir a cierta hora para encontrarla allá. Aunque en ocasiones parecía que siempre estaba esperándolo y no encontrándose por siempre coincidencia.

A diferencia de lo que pudo esperar su conversación sobre la mesa no traía tensión alguna encima, ni incomodidad por parte de la mujer. No pareciera que le hubiera importado su revelación en el cubículo del taller. Quería creer que simplemente no le molestaba decirle por ya estar acostumbrada a las preguntas de otros.

¿Pero entonces por qué las cubría si no le importaba eso?

Pasaron al menos veinte minutos hablando entre ellos antes de que Lena apareciera con su actitud encantadora de siempre sentándose frente a ellos junto algunos otros agentes que ya habían venido en otras ocasiones. Por esta ocasión la conversación era más relajada y entusiasta sacando a más de uno varias risas.

Miro por el rabillo del ojo a su izquierda en un momento, viendo como Aller sonreía ante el comentario de alguien más; Hanzo detallo la manera en la que sus ojos se hacían más pequeños y como sus hombros rebotaban ligeramente.

Mantuvo una sonrisa en su rostro hasta que vio la mirada quisquillosa de su hermano sobre él, viendo el brillo pícaro en sus ojos descubiertos de la careta. Borro su sonrisa para darle una señal de que no hiciera nada estúpido pero el cyborg aprovecho el espacio que se había hecho en la conversación para hablar:

— Así que Aller, ¿Alguna relación fuera del cuartel?– Genji cubrió su sonrisa socarrona detrás del vaso con té en su mano.

Observo atento como Hanzo apretaba sus labios y tragaba saliva de la manera más natural posible junto con una mueca hacia él; era consciente de que Genji ya estaría pensando cosas raras solo porque disfrutara de la compañía de ella.

— Solo familiares.

— Oh, ¿en serio? Es curioso que una persona como tú, sociable y curiosa, no tenga alguna clase de r...

— Genji– Interrumpió Hanzo de bruces, ganando la atención de los presentes– Disculpen, pero mi hermano y yo debemos hablar.

¿Sucede algo, hermanito?

Solo muévete.

Todos fruncieron sus rostros antes las últimas palabras de ambos, estando en su idioma natal. Las miradas los siguieron mientras se levantaban de la mesa y comenzaban a andar por uno de los pasillos, siendo Hanzo quien iba por delante con pasos fuertes. Genji iba a su paso natural pero con una mirada vivaz y una sonrisa un tanto maliciosa. Ambos se perdieron en un cruce.

— ¿A qué juegas? – Indago de inmediato Hanzo, observándolo molesto.

— ¿Yo? Nada.

— ¡Genji!

— Ese es mi nombre, no lo gastes– Se echó a reír escuchado un gruñido de su parte– ¿Por qué te molesto mi pregunta?

El mayor sobo el puente de su nariz mirándolo de reojo, su estúpida sonrisa socarrona.

— Sabes que es de mala educación preguntar eso.

— No estamos en Japón, no es necesario esas formalidades– Subió sus oscuras cejas varias veces mientras se acercaba– ¿O acaso te molesto solo por qué se trataba de Aller? ¿Acaso te asusta que tenga pareja? ¡...Aja!

Genji señalo el rostro de su hermano cuando este se tornó muy ligeramente rojizo, de un tono tan claro que difícilmente se vería en su piel trigueña. Pero sí estando lo suficientemente cerca, como lo estaba ahora. Llevo una mano hasta su barbilla e inclino su rostro mirándolo de manera fija.

— Así que Aller, vaya... ¿Desde cuándo?

— No daré explicaciones de algo que no ocurre.

— ¡Oh vamos Hanzo! Quizás los demás no se den cuanta pero para mí eres más que obvio– Aclaro el cyborg– Jamás has estado tan cerca de una persona como lo haces con ella, se sientan cada tarde a tomar café juntos. ¿Y desde cuando tomas café, por cierto?

— Patrañas– Murmuro el contrario– La razón por la que me siento a conversar con ella es porque es agradable, por primera vez en estos años siento que puedo tener conversaciones con sentido y que no son estúpidas. ¡Y yo puedo tomar café si me da la gana!

— ¡Tú, mentiroso!– Genji golpeo con suavidad su pecho ganando una mirada más molesta– ¡Llevas casi cuatro años aquí! Pudiste haber encontrado alguien con el cual hablar de cosas con sentido y que no son estúpidas hace mucho. Siempre te has negado a ser sociable y de repente te pegas a ella, siendo buenos "amigos".

— ¡Tal vez solo quiero hacer amistad con alguien ahora! ¡No porque me atraiga Aller! ¿SÍ?

— Sí como no... Oe. ¡Hanzo!

El nombrado ya se encontraba caminando lejos de su hermano por el pasillo ignorando por completo, alejándose de la zona del comedor. Cruzando varios pasillo con una cara de estar a punto de golpear a alguien hasta llegar a la zona de los pequeños dormitorios. Deslizo la llave electrónica y no lo pensó mucho antes de quitarse las botas y cubrirse con las sabanas. Ahogando un largo y exasperante quejido entre las paredes.

Genji estuvo de pie en el pasillo por unos cuantos minutos, pensando en el comportamiento de Hanzo. No era su intensión completa presionarlo a que estuviera con Aller, pero sabía que estúpido y lento que podía ser. Termino caminando de vuelta al comedor a paso normal; lo primero que noto fueron las miradas interrogantes.

― ¿Ahora qué sucedió con Hanzo?– Cuestiono Jesse, con la barbilla sobre su palma. Estaba más que acostumbrado a las actitudes del Shimada mayor.

― Solo Hanzo siendo Hanzo.

La conversación volvió a tomar el curso pero esta vez Aller no participo. Mantuvo su atención en lo que estaba ahora entre sus manos por debajo de la mesa lejos de la vista de otros.

Suspiro viendo los guantes que Hanzo había olvidado. Luego se los daría.

GélidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora