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Cuando los equipos de rescate y respuesta llegaron, fueron trasladados de inmediato a un hospital local.

En ese mismo lugar sus heridas fueron atendidas, acabo recibiendo varías puntadas en su pantorrilla luego de una extracción del resto de pequeños fragmentos en la herida, junto con eso también un par de puntadas en su cabeza debido al impacto, además de una torcedura de muñeca y muchos, muchos golpes.

Para cuando acabaron con las revisiones y fueron surtidos de medicamentos Matías se dejó ver, en la habitación donde la habían dejado mostrando una venda alrededor de su coronilla y relatando que tenía dos costillas astilladas junto con varios hematomas. Del novato solo recibieron un bajo saludo suyo cuando ingreso también, ahora con todo un brazo enyesado y un ánimo decaído hasta el suelo reflejado en un rostro cubierto por banditas.

En resumidas cuentas, los tres se habrían librado a penas de algo realmente grave, teniendo suerte de que las correas y arneses hubieran funcionado la suficiente. Pero no los libro de decaerse por el aun deprimente aspecto de todo el incidente.

Aquello tomo más fuerza cuando una nave mediana portadora del logo de Overwatch llego por ellos, recibiéndolos con saludos cordiales y equipos para atenderlos durante el vuelo de regreso, viendo antes los ataúdes ser subidos y colocados con cuidado en los agarres. Aunque la tripulación hubiera tratado de distraerlos o animarlos durante el vuelo pero no obtuvieron más que respuestas cortas.


Para cuando arribaron a la base, fue casi al anochecer, todo el ajetreo y el estrés se reflejó en ellos. Puesto cuando más tiempo pasaba, más cuenta se daban de lo cerca que hubieran estado de la muerte y del peso por las muertes, y para el colmo estar nuevamente dentro de un avión no alivianaba las cosas. Aller ni siquiera se molestó en cerrar un ojo durante todo el viaje, pasándolo en mover su pie sano contra el suelo del avión hasta que aterrizaron y pudieron bajar.

Favoreciendo que los analgésicos aun hicieran efecto y la herida en su pierna fuera soportable, rechazo la silla de ruedas que uno de los enfermeros que esperaban le ofreció. Se aseguró de ver como el novato acaba siendo llevado por los médicos por atención debido al efecto traumático que podría haber tenido. Matías camino a su lado, dedicándole una ligera sonrisa amigable antes de ser llamado por una pareja de agentes vestidos con uniforme negro.

Pese a la hora, el hangar aún mantenía algunos agentes ayudando y otros que simplemente observaban, sus compañeros estaban más que dispuestos a consolarlos o simplemente darles un saludo pero ella decidió pasar de todo eso. Camino tan rápido como su paso entorpecido le permitía hasta acabar sentada en una de las bancas de los pasillos cercanos, desplomándose sobre el asiento y cubriendo su rostro con el gorro sucio por el polvo.

Aun con el rostro cubierto, escucho pasos rápidos acercarse hasta su lugar, percibiendo luego una mano áspera tomar las suyas y apartarlas con cuidado. En ese momento unos brazos rodearon su cuerpo e hicieron que dejara parte de su rostro contra el hombro, solo le tomo un momento reconocer el olor particular a té y fue suficiente para saber de quién se trataba. Escuchando luego de un momento su voz:

— Cuando anunciaron el accidente... creí que no volverías.

Noto el tono quebrado de su voz, perfectamente al estar cerca de su cuello, tomándose así un tortuoso esfuerzo para acabar dejando su mano tras su nuca. Mano sus dedos entre el corto cabello de la zona y después hablo:

— No quería que te quedaras esperándome, aunque por un momento creí que así seria.

Obteniendo algo similar a un murmullo quejoso, Hanzo se separa lo suficiente, mirando de arriba hacia abajo para asegurarse él mismo de que estuviera bien.

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