Echo su cabeza contra el respaldo del asiento cuando su cuerpo comenzó a balancearse por la turbulencia que había ese día. Aunque este punto de su vida era casi completamente tolerante a este tipo de cosas durante los vuelos, como la turbulencia precisamente, al ser parte del equipo técnico tendría que trasladarse en avión de ser necesario.
Abrió lo suficiente su ojo izquierdo para visualizar al resto de la tripulación que la acompañaba en ese momento, otras cinco miembros del equipo. Ciertamente era una misión por reparación, una línea reporto que los motores de la nave colapsaron. Este tipo de misiones eran más comunes de lo que se podría pensar; las averías a nivel técnico eran comunes por el ritmo acelerado en la que debían trabajar. En cada momento estaban saliendo de los hangares y casi no se les daba el tiempo exigido para visualizarlas por completo, solo lo superficial. Pero cuando caían a tierra, bueno, ahí si les pedían revisarlas.
No recordaba las veces en las que se planteó poner una queja y presentarles un plan de organización cuando estuvo en otras bases. Pero siempre se detenía, dándose cuenta de que no sería escuchada y perdería su tiempo.
— Cinco minutos para contacto– Dijo el piloto– Prepárense para descender.
Escucho como los motores bajaban su potencia para comenzar a descender al suelo, se levantó como los demás para tocar el cinturón en su cadera, cerciorándose por cuarta vez de que las herramientas de mano estuvieran ahí. Aseguro las correas del arnés y sus guantes para bajar los lentes a su lugar al momento en que la rampa comenzó a bajar; lo primero que les recibió fue una ráfaga de aire frío.
Observo con desgano el suelo que tocaba la rampa, completamente cubierta por la nieve de una tormenta pasada. Se asomó un poco más y diviso la nave, sellada sin señales de humo en los motores; eso podría ser bueno, una falla de algún componente quizás. Tomo una valija negra de tamaño mediano que contenía las herramientas más grandes antes de hablar.
— Ya todos saben cómo es esto; no tocaran nada antes de hacer una revisión completa del sistema– Miro por un momento al grupo– No querremos agravar un problema menor por un delis.
Uno de los integrantes jóvenes comenzó a bajar primero, con movimientos y una sonrisa confiada. Los demás no tardaron en seguirlo acercándose a la otra nave.
— Ya hemos visto esto antes Aller, no debes preocuparte de más.
— Soy la que tiene el mando aquí, debo asegurarme de que miembros como tú– Lo señalo con un dedo al voltear–, no estropeen los procesos. Jamás hay que confiarse de más en este campo, Matías.
— Tiene la razón– Dijo otro a tu costado–, hasta los fallos más pequeños afecta demasiado.
— ¡Está bien, ya entendí! Dejen de tratarme como si fuera un novato...
— Entonces deja de actuar como uno.
Suspiro de manera quejosa al ver como aquellos dos comenzaban una discusión. No era la primera vez que le encargaban el mando con ese grupo, el supervisor Müller sabía cómo era en el campo de reparaciones; era consciente de lo sería que se tomaba todo estando fuera de la base. Tuvo meses de informes y grabaciones de cómo se desempeñaba en sus bases anteriores; y por eso la veía como una figura de las cuales los más nuevos podrían aprender.
Pero por su parte a Aller no le complacía del todo la idea de acarrear con los nuevos miembros, algunos llegaban a ser demasiados confiados. Tal y como estaba ocurriendo en ese momento. La aeronáutica era un campo de trabajo delicado, al que se le debía dar mucho tiempo junto con dedicación para evitar la falla más pequeña, incluso cuando solo se tratase de una pequeña pieza rota en el tablero. Mas sin embargo, no todos los integrantes nuevos eran así, se había topado con muchos otros que le dedicaban el mismo tiempo como ella.
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Gélido
FanfictionDurante el invierno las cosas suelen cambiar de manera drástica. Los árboles y flores simulan perecer. La necesidad de buscar calor aumenta. Y los cuerpos parecen acercarse entre sí solo por inercia. Tras la llegada sorpresa de un invitado a mitad...