Unos pocos días pasaron desde el incidente de la mano, la cual ya estaba totalmente curada y sin nuevas marcas; Genji estuvo atento, mirando su mano cada que se veían con el resto del grupo en el comedor hasta que todo paso, por otro lado estaba Hanzo.
No dejo de reprocharle la falta de consideración y cuidado que tenía por sus manos, no todo el tiempo pero sí ocasionalmente; se preocupaba por ella... a su manera. Si bien no era tan expresivo, sabía que lo estaba intentando, con pequeños gestos y conversaciones que cada vez se hacían más fluidas.
Sacudió su cabeza, debía concentrarse en lo que hacía; volvió a enfocarse en reparar el casco del avión en el que estaba. Generalmente todo un equipo era capaz de reparar un avión de tripulación en dos o tres días; sufrían daños en las misiones pero por lo normal eran leves; como raspones y daños por balas.
Pero esos últimos días habían recibido dos aviones de carga en muy mal estado; una tenía agujeros en el casco y daños en el sistema. La otra estaba con daños menores; ambas se habían desplomado por alguna razón que aún no habían logrado descifrar, y por supuesto que resulto muy tardío tenerla lista otra vez.
Pudo notar que Müller estaba más extraño que de costumbre, ahorrándose sus discursos y directamente ir a las asignaciones para luego encerrarse en su oficina. Nada costaba mucho asumir que estaba tenso por aquellas dos aeronaves, Winston no debía estar mejor que él.
Cuando el casco finalmente estuvo listo se sujetó del arnés y comenzó a descender al suelo, soltándose del seguro y suspirando con fuerza. Unos momentos después de escucho la campana que anunciaba el fin de ese turno, su turno, y estaba segura de que no la llamarían por el resto de la noche debido a que todo el personal presente estaba completo.
Sintió su hombro se tocado y después ver a Brigitte a su lado, parecía tan cansada como ella:
— No entiendo porque vienes a trabajar aquí Brigitte– Comento, encaminadas hacia los armarios–, eres del equipo de desarrollo, no de mantenimiento. Apuesto que Desarrollo es menos estresante que aquí.
— No realmente, sobre todo cuando tienes un bloqueo– Hizo un amago con sus manos y un bufido–. ¿Recuerdas el proyecto para las armas de defensa? Bueno, logre avanzar un poco antes de las vacaciones pero desde que volví solo he retrocedido, estoy bloqueada y seguir trabajando me ayuda en eso.
— ¿Has hablado con tu padre? Podría darte algún consejo u idea.
— No puede, fue asignado temporalmente en una base pequeña; además cree que puedo hacerlo sola.
— Entonces, ¿qué tal algún compañero? Quizás compartiendo sus ideas y opiniones puedan avanzar.
— No lo he intentado aun... digo, es un proyecto bastante personal. No creo que ellos sepan.
— ¿Y cómo sabes que no podrán sí ni siquiera lo has intentando aun?– Se detuvieron un poco, mirándose mutuamente– ¡Vamos Brigitte, inténtalo! Puede que sea lo que te haga falta, sin riesgo no hay victoria ni gloria.
— Está bien, primero que nada, acabas de sonar como Reinhardt– Rio un poco al pronunciar ese nombre, cambiando ligeramente su actitud– En segunda, puede que tengas razón. ¡Iré inmediatamente! ¡Gracias!
Y entre aquella voz elevada, Brigitte corrió perdiéndose entre herramientas y aviones, quiso advertirle sobre su imagen llena de grasa y suciedad en el rostro pero fue demasiado tarde; ya se había marchado.
Brigitte era talentosa, lo reconocía por mucho, pero al ser joven y sin demasiadas grandes experiencias se frustraba con proyectos especialmente grandes, como el actual, y necesitaba alguna guía u apoyo. O ambas. Generalmente esa guía y apoyo era su padre, pero sin él en la base no había mucho más. Solo esperaba que sus compañeros le abrieran a nuevas perspectivas o la vería jalando su rojizo cabello por ahí y con un humor horrible.
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Gélido
FanfictionDurante el invierno las cosas suelen cambiar de manera drástica. Los árboles y flores simulan perecer. La necesidad de buscar calor aumenta. Y los cuerpos parecen acercarse entre sí solo por inercia. Tras la llegada sorpresa de un invitado a mitad...