Emily y (Tn) echaron sus cuerpos a un lado, presenciando desde los sofás con rostros preocupados como ambos castaños revoloteaban cosas por la cocina. Una ligera estela de humo salía de lo que parecía ser el horno, se les hizo un revoltijo en el estómago a ambas al volver a sus posiciones teniendo un aire tenso sobre ellas.
— ¡Apágala, apágala!
— ¡Demonios!
Ninguna estaba cómoda con la idea de Jesse y Lena estuvieran a cargo de la cena de navidad; en realidad nadie lo estaba pero ellos prácticamente los habían forzado a aceptar. Llevarían ahí al menos tres horas ya.
— Adiós estomago sano– Emily rio de manera incomoda mientras envolvía algo en un papel de colores brillantes–, hola emparche gástrico... Otra vez, heh.
— Sé que debería tener un poco más de fe en ellos tomando en cuenta de que les he estado enseñando, pero no es del todo cierto.
— Tranquila (Tn), no puedes esperar que aprendan de un día para otro– sonrió mientras jugueteaba con el listo de uno de los regalos–. ¿Puedo saber que regalos les darás a todos? Aunque sí no los tienes quiero que sepas que no debes sentirte mal, te invitaron de un día para otro después de todo.
— Oh no es así, sí tengo regalos para todos, incluida tú– sonrió de oreja a oreja con otros listones, puesto que también estaba envolviendo–. Pero quisiera que fuera una sorpresa.
— ¿Ni siquiera una pista, una pequeña?
Levanto su mirada del empaque para detallar el rostro entusiasta de la mujer, llegaba a ser contagiosa.
— Solo que Hanzo me ayudo a hacerlos.
La sonrisa de vivaz de la pelirroja se formó aun cuando se escucho es estruendo de varias cosas cayendo en la cocina. A (Tn) se hizo un nudo en la garganta, comenzando a sentir nervios respecto a la cena. Estaría dispuesta a llevar a todos a cenar afuera si las cosas salían mal, y se aseguraría de enseñarles con mayor atención a aquellos dos.
Noto como Emily se mostraba entusiasta al dejar otro regalo debajo del árbol, que brillaba sin ningún impedimento en una de las esquinas de la sala; adornado de arriba abajo mayormente por esferas doradas.
— Me parece muy bueno que hables con Hanzo, creo que así podría tener más deseos de hablar con más personas. Eres la primera persona con la que veo que puede hablar por más de varios minutos, y que no sea Genji. ¡Es estupendo!
— Huh... sí, seguro. Ya termine de envolver, creo que iré a ver cómo están aquellos dos.
Con eso dicho solo recibió una sonrisa y un meneo de cabeza para que se levantara, quitando los restos de escarcha y cinta adhesiva de sus dedos. Suspirando al no ver ninguna nube de humo salir de alguna de las sartenes ni del horno, significaba que irían por buen camino. Hasta ahora iban mejor de lo que esperaba. Tomo palabra cuando vio a McCree aplastar algo en un tazón, con el cabello en todo su rostro.
— McCree, el cabello no puede ser parte de la cena– Hizo un gesto para que se acercara sobre la barra, ofreciéndole una pequeña liga– Sujétalo.
— No debes preocuparte, mi hermoso cabello no ira en el menú– Meneo su cabello con una sonrisa arrogante, echando la mayor parte hacia atrás.
— Tal vez por eso siempre dice que su comida es la mejor– Lena hablo desde la otra punta con una mueca, sacudiendo sus hombros ante tal pensamiento– Lo mejor será que te lo recojas.
— ¿Pero qué les sucede a ustedes dos con mi cabello?
— ¡Que estás haciendo el puré de papas! Nadie quiere comer y sacarse una hebra de cabello de la boca.
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Gélido
FanfictionDurante el invierno las cosas suelen cambiar de manera drástica. Los árboles y flores simulan perecer. La necesidad de buscar calor aumenta. Y los cuerpos parecen acercarse entre sí solo por inercia. Tras la llegada sorpresa de un invitado a mitad...