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Su cuerpo se estremeció de golpe, buscando rápidamente entre la oscuridad de su habitación hasta detallar una luz parpadeante rojiza. Tomo el pequeño aparato junto a la almohada y tardo unos segundos en poder leer las brillantes letras en rojo. Y justo en ese momento su cerebro pareció despertarse por completo, causando que el sonido de la alarma comenzara a resonar en la habitación.

Aparto las sabanas que le cubrían comenzó a ponerse las botas que siempre descansaban al costado de la cama, sin siquiera importarle el hecho de que no se hubiera puesto medias. Miro por un momento la cama al otro lado de la habitación y no encontró a su compañera, asumió rápidamente que no habría llegado aún de la misión a la que partió la noche anterior. Metió su torso en la primera camisa que encontró antes de salir corriendo la habitación colocando torpemente su sombrero hasta cubrir sus orejas.

Corrió a toda velocidad por los pasillos encontrándose con algunos otros agentes agitados corriendo en diferentes direcciones, apresuro su paso hasta llegar a los hangares encontrándose con muchos otros miembros. Todos estaban frente a un superior que mantenía abierto un enorme holograma; mostrando este la imagen de una aeronave desplomada sobre un suelo nevado.

— ¿Qué está pasando?

— Nave a tierra. Eso ocurre Aller, ¡espabila!– El superior la observo con un rostro molesto– Lo repetiré una vez más, algunos de ustedes serán seleccionado para ir a inspeccionar la nave; esta cayo debido a lo que aparentemente fue el colapso de los componentes y muchos cables. Y uno de los motores.

Aller frunció su rostro como muchos otros miembros que soltaron un quejido, todo lo que había dicho el superior significaría mucho trabajo por hacer para que volviera a funcionar.

Dejo salir un suspiro antes de levantar su mano para hacer una pregunta.

— ¿Queda tripulación a bordo, señor?

— Solo un pequeño grupo que se ofreció a custodiar la nave, el resto será enviado a la base– Cerro el holograma un gesto de su mano– ¡Ahora diré los apellidos de quienes irán, den un paso al frente si lo escuchan!

Escucho cada apellido y vio como los mencionados miembros iban formándose dando un paso al frente. Menciono al menos más de la mitad del personal, quedando así por fuera. Volvió a suspirar con pesadez, al menos se quedaría en la base esta vez; recordando así que esa semana había estado muy movida en cuanto salidas del equipo por emergencias. Pero no había lugar para quejas, pues ese era su trabajo dentro del equipo. Reparar y rescatar transportes de ser necesario, ya fueran aéreos o terrestres.

Cuando los grupos fueron separados el coordinador volvió a tomar palabra.

— Bien, el resto de nosotros aprovecharemos el estar ya despiertos y cubriremos la cuota de hoy. ¡Empecemos y terminaremos temprano!

Y así empezaba otro día, o madrugada. No lo sabía. Camino junto con los demás que quedaron hasta la zona de los vestidores donde guardaban el uniforme individual; cubrió su cuerpo con el uniforme completo y se colocó los lentes de seguridad luego de los guantes; ya tenía las botas por lo que no había más que hacer.

Mientras les eran asignadas las tareas pensó todo lo ocurrido durante la semana luego del incidente con la placa metálica; socializo más con otros agentes y personal del edificio, tuvo algunas discusiones con su superior. Pero sobre todo pudo afinar más su relación con Hanzo, generalmente no solía centrarse únicamente en una persona en su entorno, por lo general trataba con muchas otras personas. Sin embargo también podría tratarse de la actitud del mismo; era reservado en muchos aspectos que todavía intentaba tocar. Solo conocía cosas superficiales.

GélidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora