17

383 54 2
                                    


La mayoría se quedó varios minutos observando el árbol sintético recién puesto, llevando ya encima los adornos que días antes habían traído. Ya estarían atardeciendo por lo que pasaron todo la mayor parte del día poniéndolo pero el resultado era satisfactorio. Lena fue la primera en levantarse, sacudiendo la escarcha de sus manos.

— Es increíble que ya estemos a nada del día de navidad– Su comentario brillo junto a su sonrisa– No hay mucho que hacer aquí adentro ya, todo está adornado. ¿Tienen alguna idea de lo que se podría hacer ahora?

— ¿Qué les parece ir a cenar afuera?

— ¿Es que acaso todos tus planes terminan con comida?

— Sí, y también es porque no quiero volver a ver como McCree y tú terminan haciendo un desastre en la cocina, Lena. Y no volveré a permitir que Aller cocine, por hoy.

— No me molesta cocinar para todos, sí es lo que te incomoda Genji– Aller llamo la atención del mencionado desde el sillón grande.

— Sé que no te molesta, pero no me parece justo que tú debas cocinar todo el tiempo, mucho hiciste por hoy con el desayuno y almuerzo– Se cruzó de brazos con un rostro tranquilo– Además, tampoco hemos hecho algo además de estar aquí durante todo el día y la noche.

— Ah... Eso último no lo puedo negar.

— Bueno– McCree se levantó de su lugar junto a Genji– Pienso que no estaría mal dar una o dos vueltas. ¿O acaso tienen algo mejor que hacer aquí?

La mayoría solo negó con su cabeza, realmente no había mucho ahí. Lena se levantó luego de su lugar junto a Aller y Emily.

— Esta decidido entonces, ¡Ir entonces a arreglarse!

Ante la última palabra, fueron escaleras arriba para buscar lo que necesitaran o quitarse la escarcha de encima. Aller estuvo aliviada ante el hecho de que una hora antes se hubiera aseado al igual, por lo que no debía hacer mucho ni esperar su turno. Cuando decidió subir por las escaleras miro un momento como Genji salía del baño secando su rostro con una toalla, inevitablemente pensó en lo fácil que sería para él arreglarse. Exceptuando por supuesto cuando necesitaría un mantenimiento de sus prótesis, debía tardar mucho hacerlo.

Toco la puerta varias veces evitándose alguna sorpresa y entro encontrando al azabache arreglándose, tendría al menos dos suéteres delgados encima.

— A este punto no esperaba que aceptaras ir, ¿estás seguro de querer salir?

— Huh, pueden ser algo impertinentes pero tienen razón, no hay mucho que hacer aquí– coloco una bufanda en su cuello– Aun cuando haya frío, puedo correr el riesgo.

— Me parece razonable entonces.

Sonrió mientras caminaba hasta el armario y sacando un par de botas más gruesas de las que solían llevar, aprovecho para sacar también un saco marrón y dejarlo sobre el colchón. Mientras ajustaba las botas no pudo evitar mirar de reojo como Hanzo arreglaba su cabello, recogiéndolo completamente en una cebolla y colocando un gorro marrón en su cabeza; quiso reír puesto que realmente esos no le hacían juego a su imagen. Al menos quedaba bien con la chaqueta que siempre llevo en la base, ahora con algunas costuras por la última misión.

Cuando se acercó al espejo donde seguía Hanzo noto como hacia una mueca al observarla por un momento, volviendo a mirarse a sí mismo otra vez.

— Parezco una bola andante por toda la ropa que llevo encima.

— Para nada, te ves bien así– Meneo ligeramente su hombro con el suyo intentando quitarle aquella expresión– Además lo que buscas es sentirte cómodo en el frío.

GélidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora