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Paso la página del libro en sus manos asegurándose de haber leído cada detalle. Era bastante irónico que horas antes de las hubiera pasado deseando que fuera su día libre para poder descansar; para que luego estuviera despierta temprano en la mañana, como siempre. Hace mucho que desayuno por lo que solo volvió a encerrarse en la habitación. No podía ir a hacer cualquier otra cosa, puesto que no le darían permiso; si era tu día libre dentro del cuartel se te era negado cualquier actividad relacionada con el oficio de tu puesto.

"¿Y qué tal ejercicio?" Diría cualquiera, pero aquel que la conociera bien sabía que no entraría a la zona de entrenamiento más que por acondicionamiento mensual. Apenas podría mencionar su vago gusto por practicar con armas; podría conocer mil formas de hacerle mantenimiento a cada una bajo su conocimiento, pero no era de su interés el accionarlas. Solo eso.

Aparto su mirada de las hojas del manual, aquel que ya sabía de memoria, fijándose en la ausencia de su compañera. Frunciendo su rostro en inquietud al preguntarse cuando volvería y cómo habría terminado el rescate de la aeronave. Sabía que ella estaba en esa misión; la despidió cuando partió del hangar; ella y otros agentes más...

Su atención fue despistada hacia la pared junto a la puerta, había una pequeña luz parpadeando que indicaba que alguien estaba llamando afuera. Puso el gorro de lana en su cabeza y se incorporó para apretar el comunicador; ni siquiera pudo decir una palabra puesto que se adelantaron.

— ¡Aller, el avión ya ha llegado al hangar!

Casi estuvo a punto de forzar el delis de la puerta al notar lo lento que le pareció estar. Lo primero que vio fue el rostro exaltado de Genji; una mezcla entre alegría y seriedad. Balbuceo alguna cosa ilegible y solamente la empujo ligeramente hacia a adentro.

— Ve a ponerte zapatos, ¡deprisa!

Estando prácticamente corriendo entre los pasillos; esquivando algunas personas o carros de archivos en el camino; no tardaron en llegar al hangar que ahora parecía estar más concurrido por la entrada y salida rápida de agentes con personal médico encima. Imito como el cyborg recorría el lugar de una manera veloz, no vio a ninguno, ni a su compañera o a Hanzo.

Lo jalo del brazo para apartarlo del camino de una camilla que iba pasando con el personal, una persona iban en ella tapada apenas por una sábana blanca que termino deslizándose ligeramente del cuerpo. Trago grueso al llevarse una mano al rostro, conteniendo un jadeo; reconoció el rostro de quien iba ahí.

— Oh Adelina...

Genji noto como su rostro fue cambiando a una mueca mientras la camilla se alejaba, poniendo la sabana de vuelta en su lugar, cubriendo por completo nuevamente el cuerpo. Coloco una de sus manos sobre su hombro, dándose cuenta de lo que ocurría.

— Mi compañera de cuarto– su voz se tornó lastimera–..., era una chica encantadora.

— Lo lamento (Tn).

— Descuida, estas cosas pasan..., ya lo he visto antes– palmeo su mano de vuelta, sorbiendo su nariz– Ve a buscar a Hanzo, iré a hablar con el supervisor Müller. Los buscare luego.

Genji solo asintió en silencio, sacudiendo ligeramente su hombro y viendo unos segundos como se alejaba entre las personas del lugar. Noto como sus hombros decayeron mientras se alejaba; ciertamente Aller había mencionado antes a su compañera con entusiasmo. Claramente le había afectado. Dio vuelta diciéndose que ese tema debería esperar, concentrándose en buscar la imagen de su hermano en el lugar. Se preguntó si acaso ya habría ido a su habitación o quizás habría ingresado al ala de enfermería.

GélidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora