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Los inviernos en el cuartel de Overwatch acostumbraban a ser en su mayoría llevaderos. Con calefacción y un agradable ambiente. Pero en este no parecía ser lo mismo; parecía ser mucho más frío que otros por los que habían pasado antes. Un crudo invierno.

O al menos así lo percibía Hanzo Shimada; provenía de una tierra cuyos inviernos eran duros pero este no era algo a lo que su cuerpo estuviera acostumbrado. Aun llevando ropa gruesa dentro los pasillos tenía la sensación de que la punta de sus dedos se congelaban a cada hora. Solo algunos notaban su incomodidad al respecto.

Era curioso a vistas ajenas que le ocurriera aquello, puesto que para ellos Hanzo era una persona fría. Gélida. Que actuaba y se comportaba de manera recia y calculadora en todo aspecto; y sobre todo al socializar con otros. La mayoría tenía por frente su trato seco y su falta de empatía en varios temas, incluso los más delicados. Parecía sorprende que solo algunos como Genji lo soportara, aun cuando este fuera su hermano. Aunque él también parecía no soportarlo en ocasiones. Sería normal esperarse que nadie creyera que a él le afectaría un invierno como este. Que se hiciera el estoico frente a este sería visto de manera normal.

Un día como cualquier otro Hanzo termino por un fallo en el exterior de la base, cerca de la entrada principal, intentando buscar una de las flechas que, por un mal cálculo y un tiro errado, hizo que se viera en la necesidad de ir a por ella. No era el momento adecuado de ir dejando flechas tiradas por ahí. Camino como pudo por la capa de nieve, tratando de no pensar en que se vería ridículo por caminar de forma tan errada y poco agraciada. La noche anterior había nevado de manera feroz. Comenzó a sentirse aliviado cuando vio lo que tenía medio hora buscando, apresuro el paso la desclavo de la nieve volviendo a guardarla en el estuche sobre su espalda. Estuvo a punto de dar vuelta hacia el cuartel cuando noto algo sobre salir de la nieve a la lejanía.

Dio pasos más lentos y precavidos hacia aquello, detallando a medida que se acercaba como una tela roja hondeaba por el poco viento y manteniéndose atrapado por la nieve. Se arrodillo en el suelo y noto la nieve de manera diferente cerca de la tela. Era más firme. Comenzó a escarbar en la nieve con el rostro fruncido, preguntándose de que se trataría eso, noto como al abrirse paso entre la nieve la tela parecía ensanchase. Ya no era un trozo pequeño de tela, escarbo un poco más hasta distinguir la insignia de Overwatch en color verde. Su rostro se arrugo más cuando percibió bajo la nieve la forma de un brazo. Alguien estaba sepultado bajo la nieve.

Cavo con mucha más rapidez, toda la que podía hasta que pudo descubrir toda la parte superior del cuerpo. Se notaba que traía una ropa muy gruesa y su rostro estaba cubierto por lo que parecía ser una bufanda roja alrededor del cuello del abrigo junto a unos visores de nieve. El primer impulso que tuvo fue abrir la cremallera para comprobar si respiraba y cuando lo hizo una muy pequeña nube de niebla se produjo frente al rostro. Estaba con vida.

Tomo con el comunicador que guardaba dentro de los bolsillos de su ropa, presionando el botón de emergencia y explicando de manera rápida lo que ocurría.

- He encontrado un cuerpo sepultado bajo nieve – Dijo de inmediato, escuchando la voz de la otra línea. –. A las afueras, por la entrada principal.

- ¿Un civil acaso?

- No – Corroboro viendo la insignia en su ropa –. Es un agente de Overwatch, sigue con vida.

- Se enviara un equipo de inmediato.

Volvió a mirar el cuerpo cuando la comunicación se cortó quitando el resto de la nieve encima de este hasta que estuvo descubierto por completo, mirando de manera fija el visor en el rostro oculto entre la tela y la piel sintética. Acerco ambas manos al costado para sujetarlo, preguntándose en silencio que rostro estaría abajo. Lo único que podía ver eran unos labios resecos y algo morados; la mandíbula estaba recubierta por una tela oscura que parecía adherirse. Levanto un poco el visor pero termino dejándolo, escuchando los pasos apresurados a su espalda, a sabiendas de que sería el equipo enviado.

Se irguió sobre sus piernas dando cuatro pasos hacia atrás, dejando que los enfermeros uniformados revisaran el cuerpo. Luego como se turnaban para levantar el cuerpo y pasarlo a la camilla que trajeron consigo, era una suerte que esta no tuviera la necesidad de usar ruedas porque sería imposible por la nieve. Camino lo suficientemente apartado de la camilla cuando empezaron a llevarla dentro y noto las miradas curiosas de otros cuando pasaron por los pasillos.

Se detuvo frente a las puertas de la sección de enfermería una vez la camilla se perdió tras estas. Ya no tenía mucho que hacer ahí pero decidió quedarse solo por algunos minutos más. Admitía en silencio tener una ligera curiosidad. ¿Cómo había terminado un agente enterrado bajo la nieve afueras del cuartel? ¿Habría caído inconsciente por alguna causa antes de poder llegar? ¿De ser así por qué no había utilizado su comunicador? Todos los agentes tenían uno.

- Hanzo – Aparto su mirada de sus propias manos, viendo así el rostro cubierto de su hermano –. ¿Sucedió algo? Nunca estas en el área de enfermería.

- Encontré un cuerpo sepultado bajo la nieve – Escupió sin más, levantando ligeramente sus hombros, restando importancia. – ¿Tú por qué estás aquí?

- McCree volvió a echarse una bala al pie. Pidió que le hiciera compañía mientras los médicos lo reprendían, fue divertido.

- Pero que imbécil – Su rostro volvió a fruncirse mientras cruzaba sus brazos mirando una vez más las puertas de la enfermería. Genji hablo cuando se levantó y dio rumbo fuera del lugar.

- ¿No quieres saber quién estaba bajo la nieve?

- Realmente me importa poco de quien se tratase ya.

GélidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora