2 de Marzo,
Mar del plataFalta un par de semanas para que mi hermanita nazca y estoy que no puedo más de amor. Es muy loco todo esto, voy a ser hermana mayor, voy a cuidar a alguien, voy a guiar a alguien. Mi compañera para toda la vida.
Por esa misma razón volví a Mar del Plata, nos dijeron que el parto se puede adelantar por ser primeriza. Así que acá estamos, merendando en el living y haciendo vídeo llamada con mi mamá.
Juliana es más que una madrastra, nunca la sentí así tampoco. Es una mujer tan buena, con un montón de valores, es como mi mamá versión rubia. Jamás me hizo sentir mal, la conozco desde que tengo cinco años y siempre fue un apoyo fundamental en mi vida; además de que ella y Malena se llevan tan bien.
- Acá vengo- dejo el termo arriba de la mesita y me siento al lado de Juliana- ¿de qué hablaban?
- De vos y Santi- contesta mi mamá.
- como les gustamos, eh- se ríen, me cebo un mate- les encanta hablar de nosotros.
- Es que son tan lindos, los amamos.
Cuando Eugenio vuelve se ponen a preparar el almuerzo, yo hago vídeo llamada con mi novio.
- Hola Santurro- veo como acomoda en el sillón de su departamento.
- Hola novia, ¿como estas?
- Con un hambre que no te explico- suspiro. Veo como se ríe- ¡no sabes! Hoy me llegó el registro.
-¡Vamos! - festeja conmigo- ya no vas a manejar cómo una ilegal.
- Ya no te vas a subir a mi auto con miedo de ir presos. - Carmela se acerca a Santiago para que la acaricie- Hola hijita hermosa, ¿cómo estás? ¿extrañas a mamita? Porque yo te extraño mucho
- Te extraña mucho- asegura San, pero unos días con papi no le van a hacer mal. Volviendo al tema del registro, ahora vas a poder cantar la canción triste que escuchas siempre.
- Drivers license se llama y es un himno.
- Amor, a vos no te dejé por una chica rubia y menos pasas manejando por mi casa. Vivimos en el mismo edificio.
- Entendí el punto, Santiago Sosa. - miro la hora en el celular y me levanto- me tengo que ir a buscar unos estudios, ¿hablamos más tarde?
- Si amor, cuidate. Nos vemos, Carmela decile chau a mamá- grita y escucho como nuestra hija gato ronronea.
- Chau mis amores, los amo.
Agarro mi bolso y bajo hasta la cocina donde mi papá sigue cocinando.
- Pá tengo que ir a buscar unos estudios, ¿me prestas el auto?- pongo mi mejor de cara de nena buena.
- Bueno- suspira. Que dramático Eugenio por Dios. - pero tene cuidado.
- Si papá, en un rato vuelvo.
Arranco el auto y salgo; pongo música, me concentro en lo que pasa a mi alrededor. Estoy a dos cuadras del consultorio cuando empieza a llover, bajo la velocidad y sigo con mi camino.
Amo manejar, es otro tipo de libertad. Igual soy lo suficiente consciente como saber que si salgo a tomar algo no puedo llevar el auto.
Todo va bien hasta que la camioneta que tengo adelante pierde el control y yo hago todo lo posible para esquivarla, pero es imposible y después todo se vuelve
🍒🍒🍒🍒
Holaa, holaa
Como andan?
Acá otro capítulo un poco más cortito, pero espero que les guste.
Más tarde subo la versión de Santiago.
Les mando un beso.
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Buenos Aires; Santiago Sosa.
FanfictionTe invito que me acompañes a cambiar de aires. [Todos los derechos reservados. Prohibida la copia parcial o entera y/o adaptación.]