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11 de enero
Buenos Aires

Llegamos a mi nuevo hogar después de cinco horas de viaje, con paradita técnica en McDonald's; un lindo y moderno edificio en Belgrano

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Llegamos a mi nuevo hogar después de cinco horas de viaje, con paradita técnica en McDonald's; un lindo y moderno edificio en Belgrano. Dos habitaciones, baño principal y uno en suit, cocina comedor y un balcón hermoso.

Por suerte el departamento ya está casi amoblado así que no tuvimos que traer demasiadas cosas, ni desarmar el nuestro en Mar del plata.

El portero, José, nos ayudó a bajar las valijas y cajas mientras mi mamá dejaba el auto en la cochera del edificio. Por mi parte, empecé a poner las cosas en el ascensor para después ya subir.

- Voy subiendo con estas cosas - avisó mi mamá- ¿vos subís con las otras?

- Si, dale. Solamente son los bolsos.

Esperé a que el ascensor vuelva a bajar para agarrar los bolsos porque realmente son muy pesados, lo peor de todo es que seguramente sean cosas innecesarias, pero bueno. Somos acumuladoras.

- ¿Querés que te ayude? - me di vuelta y atrás mío había un chico más alto que yo, pelo medio largo; con ropa y bolso de entrenamiento.

-S...si, gracias- asentí con una sonrisa. Sube los dos bolsos al ascensor y entramos nosotros.

- Me llamo Santiago, un gusto- besa mi mejilla- ¿a qué piso vas?

- Al doce - contesté después de fijarme en mi celular. Memoria de pez- Valentina, igualmente.

- Somos vecinos entonces- rió- ¿te mudas sola?

Antes de contestarle lo miro levantando una ceja.

- Tranquila que no te voy a hacer nada- levanta las manos riendo.

- No es por eso- está vez me río yo- me mudo con mi mamá, ya está arriba.

Las puertas se abren dejando ver un pasillo con dos puertas, una al final y la otra más al costado.

- Este es mi departamento- señala al del costado- así que el otro es el tuyo.

Me acompaña hasta la puerta con los dos bolsos en las manos. Yo no llevo nada y me siento una inútil.

- Gracias por tu ayuda, Santiago- sonreí.

- No es nada y podes decirme Santi si querés, Santiago es muy formal.

Él se despide dándome un beso y cuando se fue la puerta de mi casa se abre.

- Ya te estaba por ir a buscar- dice mi mamá arrastrando un bolso, yo hago lo mismo con el otro.

- Que exagerada, Malena- me mira mal y sonrió- no puede ser más lindo este departamento.

- ¿Viste lo que es? Tengo buen gusto.

Para mi este lugar es una sorpresa, porque cuando mi mamá lo eligió no quiso mostrarlo la muy maldita.

Buenos Aires; Santiago Sosa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora