15 de Julio,
Buenos Aires.Finalmente vacaciones, gracias a Dios rendí todos los parciales así que hasta fines de agosto no piso la facultad.
Mañana viajo para Estados Unidos, la semana pasada cuando volvía de la facultad mi mamá estaba en una videollamada grupal con mi papá y Santiago, en ese momento me llega al celular un mail con los pasajes con destino a Atlanta. Literalmente que casi me caigo de culo, no podía creerlo y hasta el dia de hoy me parece algo irreal.Según me contó Malena llevan planeando esto desde que mi novio llegó a Estados Unidos, y ella al toque le dijo que si, mi papá costó un poco más, pero finalmente aceptó.
- Acá te traigo las remeras- mamá deja una pila de ropa planchada arriba de la silla. Por suerte allá están en verano y por más cantidad de ropa que lleve no ocupa mucho espacio, igual me llevo los outfits armados y planeo comprarme ropa allá.
- Gracias- le digo acomodando los zapatos. Se sienta en la punta de mi cama y empieza a pasarme las cosas para que las ponga en la valija.
- ¿Es emocionada?
- Muy - me río- después de casi tres meses lo vuelo a ver, además de que nunca fuimos a Atlanta.
- Quiero que te cuides mucho, ¿sí? Cualquier cosa que te pase me llamas y me tomo el primer avión para ir a buscarte.
- Voy a estar bien, mamá- ella asiente- pero igualmente voy a llamarte todos los días.
- Disfruta, pero por sobre todo cuidate porque no quiero ser abuela tan joven - nos reímos y cuando terminamos de armar la valija pedimos pizza.
El vuelo sale mañana a la madrugada, por lo que Julián almorzó conmigo como una despedida. Creo que una de las mejores cosas que me dio mi relación con Santi fue Julián, porque desde el primer día nos llevamos de diez y aunque la remó un montón, porque yo no quería saber nada con ninguno de ellos, terminamos siendo mejores amigos.
Es una amistad sana que desde el primer momento, sin segundas intenciones, sin toxicidad.
16 de Julio,
Atlanta.Suspiro y muerdo la una de mi dedo pulgar al no ver mi valija en la cinta métrica, tengo tanta mala suerte que no me sorprendería que esta se pierda. Pero todo pensamiento se desvanece al ver, finalmente, mi valija celeste pastel llena de stickers; la agarro y encaro para la salida.
Me río cuando veo a Santiago parado con un cartel con mi nombre y un ramo de flores. Corro hasta donde esta abrazándolo con mis piernas alrededor de su cintura.
- Hola mi amor- me aprieta más a él, si eso es posible, aspiro su olor; Dios, amo su perfume. Vuelvo a pararme, sus manos van de mi cintura a mis mejillas para besarme - estas hermosa, te extrañé tanto.
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Buenos Aires; Santiago Sosa.
FanfictionTe invito que me acompañes a cambiar de aires. [Todos los derechos reservados. Prohibida la copia parcial o entera y/o adaptación.]