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Salgo de mi habitación corriendo hasta llegar a la puerta principal y abrir. Seguramente sea Juli o Mila, que Jorge ya los conoce y los deja pasar.
- ¡Ya voy! - grito. A la persona que este atrás de la puerta voy a darle un chanclazo.
- ¡Hola!- exclama Santiago con una sonrisa, en su mano derecha tiene un ramo de flores y en la izquierda una bolsa.
- ¿Que haces acá?- pregunto reaccionando a su abrazo.
- Primero que nada buenos día - entramos al departamento y nos tiramos en el sillón- segundo, espero que te gusten las cosas que te traje.
Me encanta que sea tan detallista al punto de que se acuerde todas las cosas que le dije que me gustan, osea, ni yo se que es lo que me gusta.
- ¿Querés tomar algo?- camino hasta la cocina y pongo el agua a calentar- voy a hacer mate.
- Hoy me junto con los chicos - comenta preparando el mate. - vamos a la cervecería que abrieron en Recoleta, ¿fuiste?
- Hay como un montón de cervecerías ahí- me río - pero igual creo que ya se cual me decís, fui la otra vez con Mila.
Nos sentamos en el balcón para aprovechar el calorcito y el hermoso día que hay. Según me contó mi novio, vino para jugar las eliminatorias de la sub 23 que son en octubre. Yo estoy re chocha, voy a tenerlo acá por un mes más o menos.
Cuando Santi se va, yo voy a bañarme y prepararme para ir a tomar algo con Mila.
- Te juro que lo siento raro- le digo a mi amiga- siento como si quisiera decirme algo pero no se anima.
- No sé amiga, no te hagas la cabeza desde temprano- apreto los labios después de tomar un trago de cerveza- si es algo importante ya te lo va a decir, pero si seguís con la duda pregúntale.
- La otra vez, antes de ir a verlo, vino Juli. - empiezo a contarle- me contó que alguien le dijo que yo había cagado a San en mi cumpleaños con Manu.
- ¿No te dijo quién fue?- niego- para mi fue Cristian, porque había toda gente de confianza en la previa.
- Es lo que yo pensaba, además que jamás estuve en una situación comprometedora con Manuel- suspiro- seguramente que le contaron y ahora no sabe como preguntarme sin quedar como un desconfiado.
- Te voy a decir algo y no quiero que te enojes, pero entre vos y Manu siempre hubo como una tensión medio rara.
- ¿Que querés decir?- la camarera viene y le pedimos otra ronda de cerveza
- Que o él te tiene ganas o no sé - me río para ocultar los nervios que tengo. Claramente ella no sabe lo que pasó en Mar del Plata, si bien no es algo que me importe o afecte, en su momento me confundió. Pero con mi amigo acordamos que nadie se iba a enterar y si no lo supo Pia, lo demás no importa.
