10 de mayo ,
Mar del Plata.
- Vamos que empieza el partido- grita mi papá. Bajo las escaleras corriendo, reboleo el celular por ahí y me siento en el sillón.Hace dos días llegamos con mi mamá a Mar del plata, casi que no veníamos porque a ella se le complicaba, pero por suerte las columnas que tiene que escribir las hace desde acá. También estaba la posibilidad de que yo viajara sola, pero claramente me negué a la primera. Nunca viajé en tren, avión o micro de larga distancia sola, soy una cagona.
River está en Mendoza porque juega contra Godoy Cruz, así que ahora juega mi wachi, que muy poca gente sabe que es mi wachi.
- ¡Vamos Santi! - mi papá aplaude cuando ve que lo enfocan. Él no sabe que es mi wachi, por ejemplo.
Solamente estamos Eugenio y yo, acompañados de pizza, cerveza y cocacola. Mi madre se fue a lo de las amigas y creo que Juliana hizo lo mismo. Un mano a mano padre e hija.
- ¿Vos decís que tu amigo hace un gol?
- ¿Julián?- él niega- ¿quién pá?
- Santiago- me quiero reír, pero no lo hago.
- No se, pero espero que Juli si haga un gol.
El primer tiempo es complicado; Pratto casi marca un gol, un jugador del equipo contrario se retira por un golpe y hay muchas faltas. Esperemos que mejore.
- ¡Ay, no! - exclamo cuando veo que Santiago va a cabecear una pelota y uno de Godoy Cruz hace lo mismo. La ceja de Sosa sangra y después le hacen un vendaje al rededor de la cabeza para que pueda seguir en el partido. A todo esto quiero gritar, pero ganas me faltan para explicarle a mi papá que salgo con su nuevo ídolo. Suspiro, me enderezo y aplaudo- no pasa nada, hay que seguir.
En el segundo tiempo sale Julián y entra Federico, y yo empiezo a los gritos cuando en la primer pelota que toca hace un gol.
- ¡Vamos Fede!- salto del sillón para festejarlo con mi papá- ese es mi amigo Eugenio, hizo su primer gol.
- Vamos pibe- nos abrazamos- ¿cuando vaya para tu cumpleaños los voy a conocer?
- Seguramente. - le digo. El partido termina y voy corriendo a mi habitación a buscar la mochila que tengo preparada para ir a lo de Pia. - listo, vamos.
Antes de salir de mi casa le mando un mensaje a Santiago para saber como esta del golpe, aunque ya se que no me va a costar ahora.
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Buenos Aires; Santiago Sosa.
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