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Hago un puchero cuando veo a Santiago agarrar su valija en una mano, y en la otra entrelaza sus dedos con los míos. Hoy finalmente se va para Atlanta y toma todo de mi no ponerme a llorar en el medio del aeropuerto.
Estuve todo el día llorando hasta que vinimos para acá, son las nueve de la noche y el vuelo sale a las doce. Lo acompaño a que despache las valijas y solamente se queda con la mochila.
- Ya está todo- dice caminando hasta donde estoy. Sonrio cuando pone un mechón de pelo atrás de mi oreja y me agarra de las mejillas para darme muchos besitos. - no puedo dejar de tocarte, me siento como un chico hormonal de quince años.
- Espero que con lo de anoche sea suficiente hasta que nos volvamos a ver - me río al ver la cara que hace- que suerte que tenes dos manos en buen estado.
- No se porque presiento que van a ser mis amigas durante un tiempo- suspira y me abraza- gracias por acompañarme en este momento.
- Mi amor, siempre te voy a acompañar para lo que sea. Agáchate- pedí.
- ¿Que?- pregunta pero de igual manera se agacha. Le agarro las mejillas para darle un beso en la frente - sos una tierna.
- Ya lo sé- sonrío, le agarro de la mano- vayamos con los demás.
Volvemos a donde están todos sentados para despedir a mi novio, a las doce menos veinte nos empezamos a despedir. Me prometí que no iba a llorar, pero verlo ahí abrazándose con los papás me parte el alma.
- Va a estar bien- me abraza Claudia. Asiento secándome las lágrimas, veo a Santi y Julián despidiéndose y lloro una vez más.
- Yo no sé si voy a estar bien.
Finalmente viene a abrazarme a mi después de haberse despedido de todos.
- Chau mi amor- sonrio entre lágrimas y le doy un beso.
- Cuidate mucho, ¿sí? Avísame cuando llegues. - le acomodo la remera y hago lo posible para no mirarlo a los ojos porque lloro.
- Mírame- murmura, me muerdo el labio y lo ignor- Val, mírame.
- Te amo, Santiago- finalmente lo miro.- estoy más que orgullosa de vos, sé que la vas a romper allá.
- Te amo, Val- me abraza. Suspiro al pensar lo mucho que voy a extrañar que me abrace, que miremos películas de Disney aunque a él no le gusten tanto, que me haga mismos o tomemos mates en el balcón mientras hablamos un poco de todo. - te voy a extrañar con toda mi alma.
Se me está yendo mi compañero, y solo Dios sabe cuando lo volveré a ver. Es todo tan irreal, porque finalmente llegó el día del que hace un mes venimos hablando. Soy tan feliz al saber que esta haciendo lo que más le gusta, esto es importantísimo para su carrera, pero a la vez soy egoísta y no quiero que se vaya de al lado mío.
- No me extrañes tanto tampoco, che- me río para que él también lo haga. Le doy una bolsa con alfajores que le había mandado mi abuela para esta ocasión- toma, te los mandó tu fan número uno.
- Amo tanto a tus abuelos- me da un beso en la frente- nos vemos a la vuelta mi amor, te amo.
- Disfruta mucho, acá te vamos a estar esperando con Carmela- le doy un beso y finalmente se va.
Julián me abraza y yo solamente lloro, porque es lo único que me sale. Tengo una tristeza que no se me va con nada.
- Valentina deja de llorar porque te pego- dice Malena abrazandome.
De camino a casa mi mamá me compró comida en Mc Donalds, me siento como cuando tenía cinco años y me daban un premio por haberme portado bien en el dentista.
A la noche Julián me invita a tomar algo para que me despeje, pero rechazo la invitación y me quedo en mi casa deprimiendome sola. Por lo menos esta semana me voy a permitir estar triste y extrañarlo, pero después solamente voy a extrañar a mi novio y seguir con mi vida normalmente.
🥂🥂🥂🥂
Holaaa
Se fue Santiago y real que me agarró una tristeza inexplicable.
