Capítulo 6: La feria

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—¿Con eso me pretendes que caiga ya mismo en tus brazos?—pregunté cruzada de brazos.

—Bueno...ese es el punto ¿no?—dijo con una voz obvia.

—Adiós—dije y comencé a dirigirme donde estaba Emily y Ximena.

—¡Adriana!—gritó Nelson a mi espalda.

Lo ignoré y seguí caminando hasta las chicas. Nos sentamos en una mesa y comenzamos a hablar y tomar nuestros refrescos. No permiten bebidas alcohólicas en el campus.

Llegaron más personas y Victoria. Así que comenzó a escucharse la música y todos se pusieron a bailar en lo que digamos que es una "pista de baile".

—Puedo sacarla a bailar—dijo un chico muy apuesto estirando su mano.

Bravo, lo dijo cuando comienzan las canciones lentas. Como se bailar tanto (sarcasmo).

—No, gracias—dije bajando la mirada.

—¿Por qué?—preguntó sonriendo divertido.

—No...—me quedé pensativa—No quiero, sólo eso—dije rápido.

—Ve—dijo Victoria levantándome y haciéndome caer en los brazos de aquella nutella en carne y hueso, es decir, el chico.

—Vamos—dijo el chico y me llevó a la "pista de baile".

Yo puse mis manos en su cuello y el sus manos en mi cintura. Comenzamos a bailar y yo sólo movía mis pies a un lado y al otro.

Pasó un rato y los dos estábamos bailando y el se acercó a mi oído.

—¿Cómo te llamas?—susurró.

—Adriana, ¿y tú?—susurré.

—Dime Ted—respondió con una sonrisa.

—Lindo nombre.

—¿Quieres ir a otro lugar?—preguntó acercando mi cuerpo al de él.

—¿De qué hablas?—pregunté alejando mi cara para ver sus ojos.

—Donde estemos solos—dijo y bajó sus manos casi a mi trasero.

—¡¿Qué te pasa?!—lo empujé.

—Cariño, sólo es para...tú ya sabes—dijo acercándose a mi.

—¡Eres un imbécil!—dije empujándolo más fuerte.

—Ven—dijo volviéndome a acercar a él con más agresividad.

—¡Oye!—dijo Nelson acercándose—Déjala—dijo y lo empujó.

—Me largo—dijo Ted y se fue.

Me encogí de hombros y vi para el suelo y luego a Nelson.

—No ocupo tú ayuda, sé defenderme sola—dije viendo para todos lados.

—Sí, como no. Deja tú inmadurez a un lado y dime que sí—dijo dando una media sonrisa con la boca cerrada.

—Déjame, ¿quieres?—dije y me di la vuelta pero Nelson me agarró de la muñeca y me dio media vuelta y me pegó a él.

De la nada comenzó a cantar la canción que sonaba que no sé cual era.

—Si tu quieres—dije y puse mis manos en su cuello.

—¿Si yo quiero?—preguntó confundido.

—Como quieras—dejé los ojos en blanco y lo agarré del cuello de la camisa lo acerqué a mi y sólo me puse un poco de puntillas—Sí—dije y lo besé en los labios. El puso sus manos en mi cintura.

El internado #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora