Capitulo 14: El lago

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Victoria en vez de hacer que me entendía se puso a reír como una foca.

—¿Qué?—dije encendiendo mi celular.

—Lo que sucede es que dices maldito tutor, Nelson es mi maldito tutor—dijo haciendo supuestamente mi voz—Y yo con Nelson de tutor me lo llevo pa' lo oscurito, admítelo, es super sexy—dijo levantando las cejas.

—¡No!

—¡Admítelo!

—No.

—Sí.

—No.

—Sí.

—No.

—Sí.

—No.

En ese momento entró a la habitación Ximena junto con Emily aún algo enferma y estornudando como loca.

—¡¿Qué les pasa?!—gritó Ximena intentando calmarnos.

—Victoria.

—Adriana.

—¿Qué sucedió?—preguntó cerrando la puerta.

—Nada, sólo que me tocará convivir con Nelson si quiero pasar sin reprobar el semestre—dije cruzándome de brazos.

—Pobre de...nadie...él es super guapo—dijo Ximena y chocó los puños con Victoria y Emily la cual le estornudo en la mano—Que asco—dijo sacudiendo su mano.

—Ustedes no están en mi lugar—gruñí.

—Desearía—dijo Victoria con una sonrisa pícara.

—Mañana a las 7 de la mañana en la cancha—cambié de tema sacando mi celular de mi bolsillo—Enviaré un mensaje al grupo para que todas sepan—dije mientras veía mi celular.

En el momento que desbloquee mi celular tenía un mensaje de Nelson.

Nelson:

"Mañana a las 11 am en la sala de descanso del campus ;) te veo allá hermosa".

****

Apenas terminó el entrenamiento corrí a las duchas.

Me puse una camisa que me llegaba arriba de la rodilla color blanca con rayas negras, mis medias abajo de la rodilla negras y mis amadas zapatillas negras. Agarré mi bolso con libros junto con el de entrenamiento y fui a la sala de descanso del campus.

Entré, y ahí estaba Nelson sentado en una mesa tomando un café helado.

—Hola—dije mientras me sentaba.

—¿Vienes de entrenar?—dijo viendo el gran bolso negro que ponía en el suelo al lado de mi silla.

—Comencemos con matemáticas—dije cambiando de tema.

—Ok—dijo sacando un libro.

•••

Iba agarrar mi libro al lado del de Nelson y el me agarró la mano, la cual quité rápidamente.

—Te invito a un café—dijo levantándose.

—No, gracias—dije agarrando mis cosas.

—Insisto—dijo sonriendo mostrando sus dientes.

—Tengo planes—mentí.

—¿Cuales?—dijo cruzado de brazos.

—Planes.

—Ven—dijo agarrándome de la muñeca y llevándome hacia algún lado.

—¿A donde?—dije intentando detenerlo pero aún así me llevaba.

—Dices que has hecho cosas divertidas—dijo—Y sé que no es cierto—dijo al llegar a la orilla del lago.

—¿Qué planeas?—dije poniendo mis dos bolsos en una banca.

—Cosas—dijo acercándose a la orilla del lago.

—¿Qué cosas?—pregunté entre cerrando los ojos.

No dijo nada, se puso detrás mío y me alzó de la cintura.

—Estás loco—dije retorciéndome en sus brazos.

—Algo así—dijo y me tiró al lago.

Salí del agua, y el maldito no estaba. Cuando me di vuelta estaba ahí, sin camisa.

—Wow—susurré para mi.

Nelson entró al lago. Yo estaba aún en la superficie y Nelson salió al frente mío y me besó en los labios.

Era ese momento tan romántico y eso que ni somos novios. Está vez mis impulsos ganaron y respondí a su beso al separarnos él me veía con una media sonrisa mostrando parte de sus dientes.

—¡Mierda!—grité y salí rápido del agua agarré mis cosas y corrí al edificio aún así mojada.

—¡¿Qué?!—dijo Nelson desde el lago.

Lo ignoré y corrí, dejando mojado mi camino. Entré a la habitación y no había nadie.

Que bueno.

Me metí al baño, a ducharme y quedarme algo pensativa. Ahora ese imbécil va a creer que me gusta y va a sentirse superior más de lo que es ahora su ego.

—¡Adriana!—gritaron.

Yo aún me duchaba así que no hice mucho caso a los gritos que se repetían una y otra vez. Salí de la ducha me puse un jeans negro roto, y un crop to rojo y manga larga. Sin zapatos porque estaba en mi habitación.

—¡Adriana!—se seguía escuchando al otro lado de la puerta de la habitación.

Fui a abrir tranquilamente y en eso Nelson se fue encima mío pegándome a la pared y repitiendo la escena de aquel ascensor.

—Respondiste—dijo a mi oído con una sonrisa.

—Estás confundido—dije con el cuerpo tieso.

—Claro que no, yo sé lo que es—dijo pegando su frente con la mía y viéndome fijamente a los ojos.

Sus ojos grises me quemaban por dentro,  eran tan profundos.

—¿Oigan?—dijo una voz en la puerta.

Empujé a Nelson haciéndolo caer en mi cama y volví a ver a la puerta. Era Emily.

—Están teniendo un poco de...—no puedo terminar por un estornudo. Gracias mundo—Tranquilos sigan, haré que no vi nada—dijo y cerró la puerta detrás de ella.

Nelson me vio y me atrajo hasta él. Quedé encima de él en mi cama. Eso era una escena muy...wow.

No dijo nada y me besó haciendo una vuelta quedando él encima mío.

Por otra maldita vez respondí a su beso.

—¿Qué tal?—dijo en mis labios con una sonrisa.

—Nada—dije y me levanté—¿Qué quieres?—dije con mis manos en las caderas.

—A ti—dijo sentándose.

—En tú cama imbécil—dije cruzando mis brazos—Te "interesas" en mi cuando hay una apuesta—dije levantando mis cejas.

—¿¡Cuándo vas a entender que me gustas?!—dijo levantándose y quedando a centímetros de mi.

El internado #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora