—¡Deja de agarrar mi maquillaje!
—¡Tu deja de pelear y sólo comparte!
Escuchaba los gritos de pelea entre Victoria y nuestra nueva compañera de habitación, Maya. Pasan peleando la mayoría de tiempo como dos niñas pequeñas.
—¡Adriana!—gritaron al unísono, convocándome.
Caminé hasta el baño y vi a Maya en el suelo llena de polvo de maquillaje, y Victoria rayada con lápiz labial por la cara y parte de sus brazos desnudos. Todo un teatro. Al hablar las dos al unísono diciendo distintas cosas, me enredó y estresó. Sólo salí de ahí a sentarme en la cama, pero me interrumpió el que alguien tocara la puerta. Me dirigí a abrir y estaba nadie menos Nelson.
—¿No estabas en la...?—no pude terminar porque puso su dedo en mis labios haciéndome callar. Fruncí el ceño confundida y bajé mi mirada a su dedo con disgusto.
—Shhhh.
Al decir eso sentí como llegaba de su boca a mi nariz el olor a alcohol, mucho alcohol porque el olor era demasiado fuerte.
—¿Ya te dije que te extraño y que te amo?—preguntó entrando con autoridad y cerrando la puerta detrás de él con fuerza.
—¿Ya te dije que estás ebrio y eso me molesta demasiado?.
Se pegó a mi, él caminaba hacia mi y yo retrocedía. Nos detuvimos cuando caí a la cama. El encima mío, yo debajo de él y una posición fatal para mal pensar.
—No estoy ebrio, sólo que tomé un tantito demasiado pero poquito—hizo con su índice y pulgar un círculo mientras enfocaba su mirada a través del circula—Y tú sabes que yo nunca bebo tanto por el fútbol...nunca, nunca...jamás—comenzó a reír.
Hice una mueca y lo empujé a mi derecha para poder levantarme. Con dificultad traté de sentarlo porque estaba apunto de caer como muñeco de trapo al suelo.
—¿Necesariamente tienes que tomar para venir a hablarme?.
—Agarro más valor—sacó su lengua y bajó su mirada para verla con emoción. Y estaba apuntó de caer de cara pero me tocó agarrar su cabeza para que dejara de sacudirse tanto.
—¿No ibas a la universidad?—pregunté manteniendo su cabeza recta.
—Lo que su...—no término porque cayó de espaldas acostado en la cama. De inmediato comenzó a roncar fuerte. Me quedé seria viéndolo, observando como él babeaba en mi cama.
—Que asco—salió Maya aún llena de polvo del maquillaje que limpiaba con una toalla—¿Quién es?—preguntó rápidamente sacudiendo su cabello dejando en el aire un poco de polvo.
—¡Soy su novio y futuro esposo!—gritó despertando rápidamente con su mano levantada y luego volvió a caer rendido en la cama.
—Mierda—dijo Victoria saliendo de la ducha.
—Está ebrio.
—Me di cuenta, hasta aquí llega el vodka y tequila—dijo Maya haciendo una mueca.
Me quedé sentada en la cama al lado de Nelson viéndolo dormir, las chicas habían salido a comer algo y yo me quedé ahí, con miedo a llegar y el edificio estuviera en llamas por Nelson, en ese estado podía lanzarse por la ventana o algo así.
—¿Dónde estoy?—preguntó Nelson rascando sus ojos con sus manos.
—¿Tanto bebiste?—pregunté apareciendo al frente de él.
—Te amo—dijo de la nada levantándose y quedando sentado frente a mi.
Sentí como me sonrojaba por eso. No es que sea la primera vez que lo escucho, sino la primera vez que siento que llega a mi corazón.
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El internado #1
HumorNota: Se están editando faltas de ortografía y cualquier error en la historia. Una típica chica...al menos eso hace aparentar pero ella es un peligro. -¿Otro colegio? -dije dejando los ojos en blanco. -Sí "otro colegio" -suspiro- Te expulsaron de la...