El internado #1

Capitulo 23: Ultimo examen.

Estaba "estudiando" y era un tipo así:

Bueno hay que comenzar a estudiar. Lalalala. *Pasó una mosca* ¡Hola mosquita!...No, ya, en serio a estudiar sino repruebas. *Se pone a jugar con el cabello*...tengo un bigote señores. ¡Adriana Dallas, comienza a estudiar jovencita!.

Ya iba a tener el último examen, era ya el que iba a definir todo y era muy largo y difícil. El mismo día nos iban a mandar los resultados por correo a la hora que ellos pudieran calificar, muchos se quedaban despiertos toda la madrugada esperando hasta que llegaba y el corazón salía del pecho por la emoción y nervios.

Así estuve por un buen rato hasta que entró Victoria a la habitación y yo estaba jugando con el lápiz en mi boca.

—¿Estudiando?—dijo al verme. Llevaba unos tres grandes libros, que supongo, eran de la biblioteca.

—Estudiando—confirmé sacudiendo el lápiz entre mis dedos.

—¿Dejaste de recibir tutorías de parte de Nelson?—dijo Victoria sentándose en la cama, lanzando los libros con cuidado a un lado de ella.

—Sí, por todo el problema decidí no seguí—dije viendo el cuaderno.

—¿Cómo quedaron?...bien. Entonces pídele que las sigan así no repruebas y podrás ir el otro año a la universidad—dijo Victoria mientras veía su celular.

—Ya salió—dije jugando con mi cabello—Se graduó ayer.

—Pero recuerda que es el hijo de la directora...puede pasar tiempo aquí si le da la gana—guiñó un ojo.

—Claro, deja y le mando un mensaje—dije agarrando mi celular.

Adriana:

Soy Adriana.

Nelson:

Lo sé.

Adriana:

Ocupó las tutorías.

Nelson:

Mañana a las 3 pm en el campus.

Adriana:

En serio? Creí que ibas a poner algún pero...

Nelson:

Claro.
Y estoy un poco ocupado, adiós.

No respondi más. No sabía que responderle a eso "como quieras", "ok déjame", "adiós"; son tantas opciones que es difícil.

Quedé viendo mi celular y Nelson estaba en línea. Y dijo que estaba ocupado. ¿Haciendo qué?.

•••

—¿Entendiste?—dijo Nelson sacándome de las nubes.

—¿Qué?—dije exaltándome.

—Que difícil contigo. No pones atención en nada—dijo soltando el lápiz algo estresado.

—No es mi culpa que no me concentre...últimamente no lo hago—dije haciendo cara de bebé enojado.

—¿Y por qué no te concentras?—dijo limpiando su cara con su mano (seguro limpiaba la cólera que se le notaba a kilómetros)

—No sé, me cuesta química—dije jugando con el lápiz.

—Bueno. Tendremos diferentes técnicas para ver si alguna de las ¡15! Funciona contigo—dijo abriendo un libro.