Capitulo 34: Ebrios, quieren todo.

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Nelson N.R:

-No tenia opción, me tenia que ir a Londres a hacer mi universidad, gracias a las amenazas de mi madre. Lo peor es que Adriana no coopera y hace tal decisión tan difícil -le confesé a Ted mientras tomábamos una cerveza en el bar al lado del internado.

-¿Y que harás? -pregunto tomando un sorbo de la suya.

-No tengo ni idea, en un mes me voy, no sé cuando volveré, no la quiero dejar sola y que piense que la olvidare. En Londres pasan tantas cosas, casi termino con una chica que nada que ver conmigo.

-Si amas a alguien déjalo ir, si vuelve, es para ti- dijo con voz tranquila.

-¿Me estas jodiendo? Eso es para pendejos, mucho instagram para ti -dije dejando los ojos en blanco.

-Perdón -alzó las manos -Solo quiero decir que, Adriana es difícil, de muy difícil, sabes a que me refiero.

-Mejor me voy- hice a levantarme pero casi me caigo- Ayúdame que veo dos Ted's y no es nada bonito.

-Oye, eso dolió.

-No eres Brad Pitt lo siento, es decepcionante amigo -me agarre de el.

-Ebrio me lastimas hermano -me agarro poniendo mi brazo alrededor de su cuello y salimos del bar.

Llegamos al instituto y me sentí con ganas de ir a ver a Adriana, mi corazón me empujaba hacia su habitación. Me levante y abrí la puerta de mi habitación.

-¿A donde vas?- preguntó Ted mientras veía su computadora.

-Sigue en lo tuyo- le dije y salí.

Adriana N.R:

Estaba con Emily, ella acostada en la cama de Victoria y yo poniendo nutella con mis dedos en su pancita de embarazo.

-Espero que le guste la nutella- dije en el proseso.

-No -negó.

-¿Por qué?

-Porque me tocara compartir, y para eso no estoy preparada- reímos juntas.

-Son las...-mire mi reloj-...Seis, creo que ya casi viene tu madre para llevarte al medico.

-¿Segura que no quieres acompañarme? Te necesito.

-Tu madre me odia desde que nos encarcelaron.

-Pero Kelvin te ama- puso su mano en su pancita.

-Lo sé, el adora a su tía- simule sacudir mis hombros. -Pero vayan sin mi, tengo un buen de tarea, que no lleve ayer por estar por todos lados contigo.

-Bueno, te perdono esta, adiós -beso mi mejilla y salio de la habitación.

-Te quiero, cuídate.

Me senté en la cama con mi portátil, ni me logre concentrar por pensar en lo de Nelson. Se iría y me dejaría, se casaría con una británica de acento muy lindo, tendrá cuatro hijos con los nombres de One Direction, y yo viviré con cincuenta gatos, me haré vieja y amare 50 sombras de Grey, ¡por favor! Esa no es la vida que merezco.

-Amor mio, ábreme -escuche detrás de la puerta la voz de Nelson.

-Debe estar ebrio -susurre para mi.

Pensé dos veces antes de decidir abrirle, hasta que me decidí por hacerlo. Al abrir Nelson entro con todo el atrevimiento del mundo y cerro la puerta de un golpe y se encimo a mi. Comenzó a darme besos desesperados, en los labios y cuello hasta lanzarme a la cama, que por cierto era la de Maya.

-¿Qué te sucede? -pregunté retorciéndome en la cama por sus fríos dedos que pasaban por mi estomago.

-Te deseo -fue lo único que dijo y prosiguió en su juego.

-No inventes -solté al verlo desabotonar su pantalón.

Cuando se volvió a encimar en mi lo empuje, pero era tan fuerte que no me dejaba quitármelo de encima que hasta me estaba dejando sin oxigeno.

-Nelson, hablo en serio quítate -le pedí pero no me escucho y tuve que tomar medidas.

Le patee su amigo, pero poco le importo, al parecer ni le dolió. En un movimiento yo ya no tenia mi sudadera y me preocupe. Vi para todos lados y decidí hacer mi medida con mas éxito, le mordí el cuello.

-Mierda- se levanto con la mano en su cuello que sangraba un poco.

Me quede viéndolo preocupada pero note que hacia frió y me volví a poner mi sudadera.

-¿Qué querías? -dije- ¿Violarme?.

-Adriana, no, no sé lo que hacia, en serio, perdón.

-Lo sé, deja el alcohol -lo vi furiosa pero al ver que ni se preocupo por su cuello sangrante por suplicarme perdón -Ven- lo dirigí al lavatorio y moje una toalla y se la puse en el cuello.

-Creo que ya se me bajo el tequila -dijo poniendo su mano en la toalla en su cuello.

-Mejor vete, solo te ayude pero ahora me enfureciste más, eres un idiota -golpee su hombro.

-Auch -acaricio el área afectada.

-Eso, y mas te mereces por idiota -le señale la puerta -No nos llame nosotros lo llamamos.

-Me odias.

-¿Tanto se nota?- dije sarcástica -No te perdono nada más.

Nelson se dirigió a la puerta con la mirada baja y pensativa que me rompió el corazón, pero no dejare que se las juegue de lindo lastimando a mi persona.

Nelson N.R:

-Todas mis oportunidades las cago, soy un puto cagon que para ni mierda sirve -me repetía en voz baja para mi solo.

-Lindo -escuche una voz algo familiar.

Posicione mi mirada al ascensor que venia llegando y era Prim, esperen un momento. ¿Prim? la obsesiva por mi que se la llevaron a otro país para ayudarle, volvió, pero si volvió significa que Adriana esta en peligro y yo también , claro, unas terapias de dos meses no le quitan a alguien lo psicópata eso es pura mierda de los doctores, bueno.

-¿Qué haces aquí?- pregunte confundido y aclarando mi mirada.

-A afrontar mi pasado, eso dice la terapia -sonrió inocente.

-Mejor vete -señale el ascensor.

-Que mala educación como para recibir a una vieja amiga, si así se puede decir a la que era una diversión de cama en cama -sonrió.

-Mejor no pierdo el tiempo- hice a irme y me detuvo un su brazo.

-Relaja tu novia, digo, ex novia, ahora esta fuera de peligro.

-¿Como sabes lo de "ex"? -pregunte deteniéndome.

-Se mas de lo que debería.- suspiro- En fin.

-¿Tu solo odias a Adriana porque me tiene a mi? Eso es inmaduro.

-Claro que no solo por eso tonto -toco con su indice mas su postiza mi nariz -No peleo por chicos -sonrió -Por cosas mas personales.

-¿Qué tanto? -me entro la curiosidad.

-Mucho.

-¿Y no me dirás?

-Como soy la puta...mm...nop- sonrió y retomo su camino.

-¿Miedo?

-Ni estas cerca.

-¿Entonces?

-La curiosidad mata al gato, y no quiero matar este gato -dijo de espaldas a mi con sus maletas en mano viéndome por encima de su hombro.

-¿Amenaza?

-Advertencia.

-Estas loca -arrugue la nariz.

-Tu super bueno -mordió su labio y bajo las escaleras.

El internado #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora