—Pero una cosa—lo volví a ver a los ojos—Sí yo lo logro, obvio, debe haber algo negativo para ti—dije con una voz mala.
—Dime—levantó sus cejas.
Noté en su mirada cierta sorpresa porque creyó que en este tipo de cosas yo no tenía la mínima idea de cómo negociar de forma correcta.
—Es sorpresa, lo sabrás cuando yo—me señalé con mis dos pulgares—gane—sonreí inocente.
—Pero...—abrió sorprendido los ojos.
—Ya te dije—me levanté—Lo sabrás hasta que pierdas—comencé a caminar alejándome de ahí.
—¡Oye!—dijo alterado y confundido.
Ignoré como replicó mi condición, así que continué caminando con pequeños saltos hacia ningún destino. Luego analicé de que no tengo la mínima idea de que castigo le voy a poner.
Como me di cuenta que Jacob al entrar hace dos días al instituto automáticamente lo incluyeron en el equipo de natación por su beca deportiva en este deporte para este internado, decidí ir a visitarlo a la piscina, mi lugar favorito.
Dediqué mi tiempo a ver mi iPad con mi juego y también ponerle atención al entrenamientos.
•••
—Creí que no vendrías...—escuché a Jacob, quien estaba secándose con una toalla, rojo vino para, ser exacta.
—Claro, ya no confían en Adriana—puse mis manos en mi cintura.
—No—suspiró riendo—Sólo que pasas en lo de tú equipo—levantó una ceja—Siempre, literal. Pero...¿Entraran a lo de los juegos nacionales de fútbol femenino?—levantó las cejas.
—Claro—sonreí—Hasta aposté que ganábamos—mordí mi labio—No preguntes con quien—puse mis manos en su pecho—Ni yo creo ser tan estúpida.
—Claro—quitó mis manos—Estoy mojado—rió.
—No me importa—lo abracé.
Me mojé, claro está. Pero quería molestar.
—¡Jacob al agua ya!—gritó el entrenador el señor James G. dirigiéndose furioso a Jacob y viéndome molesto.
—Ve—agarré su toalla—De aquí veré tus calzoncillos.
—Ok—corrió a formarse.
Aunque no lo crean, estuve tranquilamente hablando con alguien que llevaba puestos unos calzoncillos de natación. Incómodo y sexy al mismo tiempo.
Estaba tranquila jugando pero me di un descanso para sacarle fotos a Jacob entrenando porque me pidió que lo hiciera así se las mandaba a su mamá y a su papá (quiénes estaban muy orgullosos de su avance y determinación en los deportes).
—Adriana...hola—dijo Emily acercándose tímidamente.
—Hola, Emily—bajé el iPad ubicándolo en mi regazo para verla sonriente.
—Ese es tú "amigo"—hizo comillas con sus dedos de una forma pícara.
—Sí, un amigo—hice una mueca de confusión—...sin comillas—levanté una ceja mientras la veía y voltee a ver la piscina.
—Claro y yo no soy virgen—se sentó al lado mio.
Me reí suavemente—Tranquila—acaricié su espalda.
—Únete conmigo al taller de dibujo—cambió rápidamente de tema y me sorprendió lo directa y determinada.
—Estás mal de la cabeza...¿o qué?—solté una carcajada.
—Por favor, no tengo amigos y odio estar sentada en una esquina. Y que me digan cuatro ojos y dientes de metal—bajó la mirada—Vivimos en estereotipos y ganas de burlarse del físico poco atractivo de ciertas personas.
Me di cuenta de cuanto odiaba los clubes de las instituciones educativas y la poca probabilidad de unirme. Pero mi empatía ganó.
Eres una mala amiga. Dijo mi subconsciente. Ve con ella mira su carita ~Incluyó.
¿Por qué hablo conmigo misma en mi mente?.
Claro, soy la salvación de esa inocente y pobre criatura. Quiero sentirme útil una vez.
—Está bien, pero no dibujo bien—mentí.
No me disgusta dibujar pero tampoco me agrada mucho, fue una de las cosas que más amaba hacer cuando mi mamá y mi papá estaban juntos y siempre él me ayudó a practicar. Hasta que se separaron y desapareció del mapa. Por eso decido mantenerlo como mi talento oculto que ni Jacob y mucho menos mis nuevas amigas saben.
—Mientes—sonrió.
—¿Qué putas?—dije inclinando mi espalda hacia atrás—¿Cómo sabes? ¿Lees la mente?—alcé una ceja.
—Lo pensaste mucho, jugaste con tus manos, acomodaste tú camisa y no me viste a los ojos—respondió satisfecha.
—Está bien, iré contigo—no hice ninguna mueca ni nada con mi cara. Claro, si descubre tanto con movimientos y acciones normales, siempre le hablaré como sí fuera una estatua o mejor no le hablo—Te lo dije sin hacer muecas ni movimiento alguno—hablé lentamente.
—Como digas—rió—Te veo mañana a las nueve de la mañana, en la zona noroeste del campus, espero y seas puntual—se levantó tomando rumbo hacia cualquier sitio.
—Ok.
Lo peor de todo, y me pude dar cuenta después que ella se alejara, era a las nueve de la mañana en mi único día libre del mundo en el cual pretendía dormir hasta las tres de la tarde. La vida no siempre es justa.
Emily se había ido hace bastante tiempo y yo solo estaba jugando hasta que por fin Jacob salió vestido.
—Vamos a la cafetería—puso su brazo rodeando mis hombros—Hoy no creo que hayan problemas—dijo burlonamente.
—Cállate—pasé mi brazo rodeando su cintura.
Al ir a la cafetería hicimos la fila para pedir lo que queríamos de tomar y comer, para después sentarnos para ponernos al día.
•Nelson Narra•
Me encontraba caminando por el campus para ir a mi habitación, como venía de entrenar pretendía irme a duchar tranquilo.
—¡Amor!—gritaron a mis espaldas.
Por alguna razón me di media vuelta algo confundido y en lo que menos esperaba apareció Prim en mis brazos.
La vi aún más confundido y la separé de mi suavemente.
—¿Qué te pasa cariño?—acarició mi mejilla con una gran sonrisa.
—Sabes que terminamos hace más de dos semanas—quité su mano con desagrado.
—Tú terminaste conmigo, yo no contigo—se apoyó en su pierna derecha y frunció el ceño como si lo que me dijo tenía sentido alguno.
—Prim, ¿estas loca o qué?—dejé los ojos en blanco.
—No—dijo con voz obvia—¡Yo sé que terminaste conmigo porque quieres estar con esa...¿Cómo se llama?—se hizo la pensativa—Ahhh, la querida Adriana!.
Me sorprendí por su comentario—¿Qué?—pregunté todavía más confundido por la forma extraña que tomó nuestra conversación.
El simple hecho de que Prim sacara tal conclusión hacia que me estremeciera. Adriana y yo no éramos más que enemigos supongo, me gusta molestar y hacerle la vida imposible; más de allá no hay otro sentimiento que no sea molestia entre ambos. Pero podría admitir que se ve bien molesta.
ESTÁS LEYENDO
El internado #1
HumorNota: Se están editando faltas de ortografía y cualquier error en la historia. Una típica chica...al menos eso hace aparentar pero ella es un peligro. -¿Otro colegio? -dije dejando los ojos en blanco. -Sí "otro colegio" -suspiro- Te expulsaron de la...