Capitulo 21: El armario del conserje

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Adriana Narra:

El autobús llegó al instituto. Mierda, otra vez a este lugar, todavía no estaba preparada psicológicamente para esta llegada.

Habían mínimo veinte autobúses con estudiantes que venían de los viajes de equipos y los que se fueron de vacaciones.

—Ahora los exámenes y el baile de graduación—dijo Victoria dando pequeños saltos de emoción.

—No sé sí iré al baile...tu sabes...pareja y eso es una dificultad mi grande para mi en estos momentos—dije haciendo una mueca de disgusto.

—Yo iré con mi gato—dijo Ximena con su gato P-Chan en sus manos mientras le movía las patitas—Él me ama y no me engañaría jamás—besó la frente del gato.

—Me das miedo, loca—dijo Victoria haciendo una mueca de asco.

—Yo no iré, mejor me evito los problemas de pareja y mejor estudio para los últimos exámenes y la prueba de la universidad—comencé a caminar—No tengo tiempo para pensar en vestidos y eso...

—¿Crees que encontremos un traje elegante para ti mi amor?—venía hablando Ximena con su gato con una voz de niña pequeña mientras acariciaba su cara con el gato.

—Yo sí iré y buscaré a Max, el chico del equipo de basquetbol más sexy y amado por todas. Él me lo pedirá, lo sé, él me mira mucho—comentó Victoria moviendo su cabello.

—Te pondré una corbata roja—decía Ximena a su gato con la voz de niña—¿O un corbatín? Tu eliges precioso.

—Claro fresita—dije riendo—Todos te aman y eres el centro de atención.

—Ya verás—sonrió hacia mi.

—Tú me amas...sí, tú me amas—continuaba Ximena detrás de nosotras hablando con su pequeño gato.

Entramos a nuestra habitación, dejamos todo y decidimos dormir porque el viaje fue algo muy cansado, así que era el momento de caer en coma por un buen rato hasta mañana.

•••

Me despertó la alarma de las 11 a.m,  porque tenía que ir a unas clases de apoyo para los exámenes, era más para los de último año, así se pasaba el año con menos dificultad y se repasaba lo que más costaba.

Me levanté y me metí a duchar mientras Victoria hacía yoga y Ximena le probaba mini ropa a su gato (sí, ellas son muy normales).

Me coloqué mi leggings negros, una camisa blanca larga y mis botines negros, salí del baño y las chicas ya estaban listas mientras veían sus celulares y hablaban entre ellas.

—¡Vámonos!—exclamé saliendo de la habitación agarrando mi skate y poniéndome en posición de comenzar andar.

—Sabes que no dejan andar en los pasillos con skate—advirtió Victoria cerrando la puerta de la habitación detrás de ella mientras observaba mi skate.

—Hoy todo vale una mierda, estoy aprovechando mi juventud—dije comenzando andar con el skate.

Mi plan era ir a toda velocidad al fondo del pasillo donde estaba el ascensor y las puertas, como estaban cerradas iba a detenerme con fuerza al interponer las manos. Pero como soy mala en matemáticas, las puertas se abrieron dejando ver a un Nelson observando un libro.

—¡Nelson!—gritaron las chicas porque yo no pude, me quedé viendo su perfecto cabello y cuando levantó la vista sus hermosos ojos grises.

Sí, aún lo amo...fin.

El internado #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora