Jueves en la mañana: Día del Baile.
—¡Despierta!—gritó Victoria a mi oído.
—¡¿Qué pasó?!—pregunté en un grito—¡Se quemó el edificio!—comencé a gritar.
Estaba un poco dormida, todavía no había reaccionado del todo como para tener coherencia en las palabras que salían de mi boca.
En un momento sentí humedad en todo mi cuerpo, como agua. En ese momento me desperté completamente y Ximena estaba quejándose, y Victoria con ropa deportiva.
—¿Qué sucede?—pregunté rascando mis ojos y levantándome de mi cama completamente.
—Vamos a ir a correr, así bajamos lo de ayer y nos entra el vestido al cuerpo ¡eh!—respondió haciéndose una cola de caballo.
—Que me queda—comencé a buscar mi ropa más deportiva en el armario.
Estábamos dándole la vuelta a toda la cancha de fútbol americano ya que en la de fútbol estaban practicando los chicos.
—Ya no siento mi pequeño cuerpecito—se quejó Ximena cayendo rendida al suelo.
—Vamos vagabundas—dijo Victoria mientras trotaba frente a Ximena y yo que nos encontrábamos en el suelo con la respiración agitada.
—Unas diez horas de descanso, por favor—me quejé sin casi poder hablar—O toda la vida—puse mi brazo en mi frente.
—Vamos—insistió Victoria y nos levantamos a seguir junto a ella.
3 horas después:
—Podemos ir a desayunar a la cafetería—dijo Victoria mientras estiraba sus brazos y así todo el cuerpo.
—Por favor, ocupo grasa—tomé las llaves y me balanceé a la puerta.
—Claro que nada grasoso, tiene que ser algo saludable—rodó los ojos mientras caminábamos en el pasillo hacia la cafetería.
Al llegar nos sentamos. Que conste hoy es mi día libre y obvio también el de Peter, hoy en lugar de nosotros trabajan los viejos del campus.
—Hola Peter—saludé mientras se acercaba a nosotras.
—Hola Dallas—respondió burlón mientras se sentaba.
—¿Con quién irás al baile?—pregunté mientras tomaba de mi jugo de naranja y veía que más tomar para mi desayuno.
—Iré solo—respondió nervioso viéndose las manos e hizo una mueca incómoda.
—¿Por qué te pusiste nervioso?—pregunté curiosa—Es solo un baile, no necesariamente tienes que ir con alguien para disfrutar su camino al triunfo por haber pasado todo el colegio vivo sin pensamientos suicidas y soportando la presión social.
—No, no sé—se quedó pensativo—Te veo luego—se levantó y se fue rápido sin decir nada más.
Victoria me observó mientras tomaba también de su jugo de naranja.
—Es gay—soltó Victoria al instante que se fue. Lo vio de reojo y continuó sirviéndose el huevo.
—¿Como?—pregunté confundida tras su comentario algo fuera de lugar.
—Lo que escuchaste compañera. No le gustan las vaginas—guiñó un ojo.
—Claro que no—me quedé pensativa—...¿Será?—elevé una ceja.
—Lo es—intervino Ximena sonriendo.
•••
Nos quedamos calladas por un momento viendo nuestros celulares y Ximena saltó de alegría cuando su celular sonó con un mensaje.
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El internado #1
HumorNota: Se están editando faltas de ortografía y cualquier error en la historia. Una típica chica...al menos eso hace aparentar pero ella es un peligro. -¿Otro colegio? -dije dejando los ojos en blanco. -Sí "otro colegio" -suspiro- Te expulsaron de la...