4: La culpa que cargas

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Sintió su cuerpo caer directo contra el húmedo césped del bosque y estampar su espada contra un tronco, abrió lentamente los ojos encontrándose nuevamente en medio de la espesura vegetativa de Gravity Falls, con las hojas cayendo lentamente en una danza pacífica al ritmo de la fría brisa que refrescaba el calor del verano, sobó su cabeza adolorida mientras procuraba no mover su pierna para no lastimarse más la herida que poseía, al desviar su mirada para observar el daño, sus ojos se abrieron por completo en una mueca de sorpresa al descubrir su propia extremidad sin daño aparente.

– Agh, eso dolió – la otra voz lo sacó de sus pensamientos encontrándose con el demonio de amarilla apariencia que se levantaba a unos metros de distancia del chico y sacudía su cabeza con fuerza tratando de disipar las molestias del golpe, sin embargo, al mirarse a sí mismo, su mueca de dolor cambió totalmente a una de frustración y luego a ira – ¡PINES!

Mientras tanto el coliseo del Globnar se daba por terminado, la computadora anunciaba los ganadores, perdedores y recompensas de todos los duelos suscitados en la velada, pero el último de ellos, llamó la atención de todos en la sala:

"Ronda final: Bill Cipher vs Dipper Pines

Ganador: Dipper Pines

Perdedor: Bill Cipher

Recompensa: Bill Cipher

Condena: Inexistente, al ser reclamado cual premio su condena queda anulada a menos que un juicio externo solicite lo contrario"

El hombre de avejentada apariencia golpeó el escritorio frente a él haciendo que la madera se cuarteara y astillara por el impacto – ¿PERO QUE HIZO ESE NIÑO? Se supone que Cipher debe cumplir su condena en esta dimensión – el anciano estaba molesto, su deber como regidor y guardián del tiempo ahora peligraba por culpa de un niño de 18 años, algo verdaderamente desagradable

– Hemos de descifrar la razón de tal deseo mundano, solo esperemos que los poderes del isósceles no se manifiesten de inmediato – el contrario al guardia que hablaba con falsa tranquilidad mostró un rostro frío pero lleno de preocupación al escuchar la última frase del de negro, si eso llegaba a suceder, serían débiles pero de gran impacto a cosas menores, habría una nueva razón para capturarlo o al menos daría tiempo de buscar las razones por las que había usado a Pines como su filtro de escape

El viento había comenzado a revolotear alrededor del chico de cabellera dorada, junto a una sonrisa sádica y un par de ojos carmesí que brillaban en medio de toda la locura – ¿qué me hiciste maldito Pino?, ¿sabes lo que me has costado? – su voz se distorsionaba, ronca y gruesa, cortando la fina cortina de hojas y viento que le separaban del castaño

– L-Lo siento, no se supone que tú estés aquí, creí que te quedarías en prisión – parte de él hablaba sin sentido o elocuencia, su terror a ver otro Raromagedon y que su madre y padre se enteraran de su posición actual debido a ello, hacía que sus labios se movieran por si solos escupiendo las primeras palabras que cruzaban su mente

– No mientas niño, el deseo del tiempo solo puede ser usado por el ganador, algo hiciste – su sonrisa pasó a convertirse en una mueca de dolor seguido de un estruendoso golpe en la superficie verde debajo suyo, de rodillas en el suelo, todo el viento y tempestad anteriores se disipaban tan súbitamente como llegaron, su mirada perdió aquel destello rojo que atormentaba la consciencia del chico castaño por las noches entre pesadillas y tormentosos recuerdos – mulugnairt snetopinmo sucsuL rev árah et opmeit le olóS rednerpa atsah recerep ed saH nóisnemid ut ed areuf oinomeD – dicho esto cayó desmayado al suelo siendo envuelto por una tenue y delgada capa de llamas azules que se consumieron lentamente hasta desaparecer

Diabólica tentación (Billdip) #PremiosGravity2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora