14: El universo sobre la Tierra

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El castaño estaba hecho una maraña de pensamientos que sobrevolaban lo más superficial de su mente, todo estaba pasando tan rápido que se llegó a negar a sí mismo acerca de la posibilidad de que todo aquello fuera real, era todo un completo caos asediado por la duda y el remordimiento, no lograba comprender la razón por la que seguía ocultándole a su tío la situación en la que se hallaba, de ese modo podría calmar un poco su conciencia y de paso, iniciaría la investigación que deseaba, sin embargo, algo le detenía, las palabras de Cipher seguía girando en su cabeza como un taladro perforando en lo más interno de su alma – Oh vamos Dipper, sólo es cuestión de hablarlo – se repetía a sí mismo una y otra vez mientras daba de vueltas en su habitación vacía, bastante silenciosa gracias a la ausencia de la chica con la que solía compartir la alcoba – Imposible, de hacerlo... perderíamos nuestro chance con el Tío Ford y eso... nos dejaría como un mentiroso – nuevamente aquel sentimiento de impotencia se apoderó de él, se tiró al suelo recargando la espalda en el colchón apenas elevado del suelo, perteneciente a su propia cama, con la cabeza gacha y una mirada perdida en las hojas vacías de un diario amarillento sólo podía reprocharse su propia inseguridad

– Oh eres hilarante Bill – la risa de una chica conocida en la entrada de la cabaña le hizo regresar de su pequeño letargo depresivo que estaba atormentándole, así mismo, los pasos de varias personas más encaminándose a la sala le previnieron de lo que sucedería a continuación, por lo que creyó conveniente salir de la cabaña antes de que aquello terminara en una explosión de brillos rosas en su rostro, bajó la escalera con suma cautela esperando no ser sorprendido por un ataque brillante por parte de las intrusas, pero antes de llegar al tramo final de la escalinata, se detuvo al mirar al rubio entrando junto a las demás

– Sólo te explicaba la teoría de la relatividad de Einstein, no le veo lo divertido – explicaba el demonio caminando a un lado de la gemela mayor de los Pines, con una enorme sonrisa en el rostro y una ceja enarcada como expresión de su desconcierto

– Creí que hablabas de la magia de los arcoíris – la castaña se encogió de hombros y sonrió al chico ambarino, causa del sonrojo en las mejillas de la chica con lentes – ¡HEY DOPPER! – gritó la gemela al ver a su similar bajando la escalera con sigilo, se abalanzó contra él en un abrazo, cubriendo los ojos chocolate con la gorra que pendía de su cabeza – tu amigo es bastante divertido, ¿por qué no me dijiste que se quedaría aquí?

– No te había visto desde ayer en la tarde – acomodó nuevamente su gorra en su lugar sintiendo la mirada sínica de su adversario atravesar los escasos metros del pasillo que le separaban – ¿Tus amigas se quedarán o sólo vienen a pasar el rato?

– Si tu amigo se queda, ¡ellas también! – Exclamó con los brazos en el aire logrando que sus compañeras largaran un grito eufórico por la decisión tomada ante las circunstancias – además, quiero que Pacífica tenga su primera noche de chicas a la vieja moda de la Cabaña del Misterio

– ¿Eso existe?

– Sip, yo lo patenté – dijo la chica velozmente antes de escuchar las pequeñas risas que escapaban de los labios de su hermano, golpeó su brazo tiernamente acompañando la risa ajena – vamos, no puedes negarte, es un trato justo

– Pero Mabel, no puedo estar entre ustedes en una de sus noches locas, no pienso volver a convertirme en su experimento maquillador – aburrió su expresión mientras miraba al rubio apartarse de la insistencia de Candy por mantenerse cerca suyo, al final, éste terminó saliendo de la pieza fastidiado – y dudo que Bill quiera quedarse allí también

– Le pedimos su habitación al tío Ford, y que él se quede en el cuarto extra del segundo nivel del "ya sabes que" – la castaña se había acercado lo suficiente al oído de su gemelo para poder susurrarle lo último – ¡por favor! – la chica tenía una increíble habilidad para doblegar a su similar con solo un puchero y unos ojos brillantes pero tristes, esto potenciado a las miradas suplicantes del trío detrás de ella obligaron al menor de ellos a aceptar los términos de aquella extraña convivencia – ¡YEI! Dip-Dop eres el mejor – se abalanzó nuevamente sobre él para abrazarlo y besar su mejilla, cosa que el contrario trató de evitar a toda costa, sin embargo fue inútil

Diabólica tentación (Billdip) #PremiosGravity2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora