– No creo que eso sea demasiado malo, es decir, creo que sólo buscaban que no te quedaras solo el resto de tu eternidad – el chico se encogió de hombros al estar hablando de una cuestión de la que no conocía ni el mínimo detalle
– No lo entiendes niño, casarse es perder gran parte de tu orgullo como demonio, significa decir no a fiestas, no a tratos por debajo de la mesa, literalmente le vendes tu alma a un ser que posiblemente no la merece – espetó molesto
– ¿No para eso tienes que elegir con quién te casarás?
– ¿Cómo las fantasías que tenías con Wendy? – Enarcó una ceja y miró al castaño a su lado, cuyo rostro pasaba de ser perlado a ser manchado en tonos carmesí – en mi mundo no eliges, te eligen, es algo como mantener el linaje y la especie pura – explicó brevemente tratando de no entrar en detalles desagradables, algo que apreciaba de haber "liberado" a los suyos era no tener que verse más con esas horribles costumbres de mente plana
– Ya veo... eso explica por qué ninguno experimentó de primera mano la melodía – el chico miraba la pista con suma atención mientras presionaba repetidamente el botón del bolígrafo en su diestra tratando de concentrarse en resolver el nuevo misterio en sus manos – repetían el baile una y otra vez esperando que alguien pudiera conseguir escuchar esa nota, ¿no es así?
– Te lo dije, ¿no?, es solo una vieja superstición, no es algo real, dudo mucho que un humano pueda mandarle mensajes a una estrella, ellas no son más que esferas de gas hasta eclosionar y convertirse en brujas desalmadas que cobran por cualquier pequeño favor que te hagan – el oji-marrón estalló a carcajadas al ver la actitud molesta de Cipher al hablar de las estrellas, se veía realmente lindo mientras bufaba y se quejaba de seres totalmente diferentes de él – ¿qué? – espetó con genuina incredulidad, no podía entender qué era lo que causaba tanta gracia en el menor de ambos, sin embargo, pocos segundos después, esa risa contagiosa que emanaba de los labios de su peor enemigo fue transfiriéndose a los suyos propios, no entendía por qué reía, pero se sentía bien reír con alguien más acerca de cosas casi normales
– No es nada, es solo que – lentamente las risas del menor se fueron apaciguando, limpiando con el dorso de su mano algunas lágrimas divertidas que cruzaban el umbral de sus ojos – realmente pareces odiar a las estrellas
– Son de lo peor, nunca les pidas un deseo, lo cumplirán en primera instancia pero luego te mandarán la cuenta con algún evento desastroso
El menor sólo negó divertido y anotó en su diario lo más que pudo acerca de ese dato, el sonido de la música pronto comenzó a ser problema para la plática que buscaba mantener con el demonio, realmente estaba interesado en descubrir más acerca de lo que le estaba contando, por lo que le invitó a salir fuera de la cabaña para alejarse de todo ese ruido estruendoso que igual ya era molesto para el rubio, el demonio se despojó del parche tan pronto como sus pies abandonaron el establecimiento, caminaron un par de minutos alejándose de la cabaña en completo silencio, sólo sus miradas se cruzaban de vez en vez en medio de la arboleda, pronto Bill tomó la delantera obligando al Pines a seguirle, aquello le recordó la vez que éste le había mostrado la cueva que le resolvería cualquiera de sus dudas acerca del inmenso universo, pronto llegaron a un claro cerca de dónde desbordaba la cascada, el sonido del agua corriendo y las pocas aves que aún dejaban descansar su trino en el aire les acompañaba, el viento apenas y azotaba sus rostros con delicadeza y la luna brillaba con fuerza reflejándose en el cuerpo de agua frente a ellos – Creo que ya... – las manos del demonio le sorprendieron tomando las suyas, su rostro se dirigió a la mirada ambarina que le observaba con curiosidad, habían sido pocas las veces que se había cruzado con ese par de ojos sin que el parche interfiriera, y ahora que nuevamente se topaba con ese par de orbes, su mente se nublaba y le impedía hablar o desviar su mirada, hipnotizado
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Diabólica tentación (Billdip) #PremiosGravity2023
Fanfiction- Solo una, dame solo una oportunidad antes de que partas para siempre - el chico de cabellera castaña suplicaba en medio de un bosque vacío, ante la estatua de un ser apenas reconocible por el paso del tiempo, el moho cubría la piedra cincelada y e...