El camino a la Mansión Noroeste no era relativamente largo, lo más cansado del trayecto era subir la pendiente de la colina sobre la que se situaba, pero nada que el carrito de golf no solucionara, Stan había insistido en que lo llevaran pues más tarde debían asistir a una pequeña celebración para los gemelos y debían llegar a tiempo y con el mínimo daño en sus personas, al final ambos jóvenes aceptaron llevarse el vehículo como medio de traslado, avanzar por en medio del pueblo para tomar el camino más directo a la casa de la copiloto había sido rápido, y poca o nula oportunidad para hablar se presentó en esos escasos minutos – dame un segundo, debo advertir a mis padres que desactiven todos sus artefactos de "seguridad" – alegó la rubia saliendo del auto para dirigirse a la puerta principal y desaparecer tras ella, el castaño sólo rio ante la manera en la que ésta se había expresado y acató lo ordenado esperando pacientemente en el carrito, se sentía con suerte de no haberse topado con un Bill Cipher despierto y malhumorado por la posible resaca que podía tener, o que al menos le recordase los eventos nocturnos que pasaron de ser un juego a algo más vergonzoso, una escapada con Pacífica no sonaba mal de todos modos, de hecho era bastante agradable pasar el rato con la chica después de todo ese tiempo lejos del pueblo, era cierto lo que sus tíos y las chicas comentaban, ella había regresado totalmente cambiada, reía como una persona normal y se comportaba como tal, vaya, incluso estaba sopesando la idea de trabajar en la Cabaña durante el Verano como medio de distracción – Listo, lamento hacerte esperar – la joven subió de nuevo al carrito una vez que las puertas se abrieron para dejarlos pasar, la casa era igual de grande que como la recordaba el castaño, de hecho se sentía sorprendido de que se mantuviera en el mismo estado desde aquel entonces
– Y bien, ¿dónde empezamos? – admitía que estaba más ansioso por ver todo lo que se hallaba tras esos muros poco explorados que por pasar tiempo con la única heredera de la fortuna Noroeste, la cual río y luego guío al castaño por entre algunos pasillos para llegar a la antesala de la terraza y mostrarle cuanto había allí
Mientras tanto, la Cabaña del Misterio se pintaba de risas carismáticas por parte de un grupo de féminas que hablaban sin parar acerca de lo que harían más tarde – ¿Y si lo invitas a bailar? – insinúo la mayor de las tres mientras daban los últimos retoques al maquillaje de la chica asiática
– Creo que es mejor esperar a que suceda la cita, y si todo sale bien podría invitarlo a la fiesta en la Cabaña, no veo porque apresurar las cosas – aseveró firme de sus palabras, las otras dos chicas asintieron en conformidad con lo que se planteaba en aquel momento – Además, creo que literalmente está yendo más por la fuerza que porque desee hacerlo, quizás debería...
– ¡No! – Interrumpió sonoramente la castaña más alegre del grupo – Es una grandiosa oportunidad, deberías tomarla Can-Can, además, nosotras les ayudaremos a tener la mejor cita de sus vidas
– Gracias chicas – las demás terminaron su trabajo como maquillistas y vestuaristas, todo iba como el plan lo indicaba, en menos de 10 minutos el demonio la estaría esperando debajo de la escalera, y su amiga bajaría lentamente dando tiempo de que a él se le ocurriera algo lindo que decir, después de ello el plan sería pan comido, ahora solo se mantenían atentas del reloj, esperando impacientemente desde la alcoba de los gemelos – ¿Creen que sea gay?
– ¿Qué? – preguntaron las secuaces de la chica al unísono
– Me refiero a que anoche él y Dipper... es decir, Dipper estaba siendo amable con todos y cuando llegó a Bill, parece que se salió de control
– Es cierto, pero igual todos estábamos un tanto tomados, me sorprende que Bill siga de pie después de todo lo que bebió anoche – Obvió Grenda en un intento por sonar coherente con los sucesos y lo que estaban a punto de hacer
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Diabólica tentación (Billdip) #PremiosGravity2023
Fanfiction- Solo una, dame solo una oportunidad antes de que partas para siempre - el chico de cabellera castaña suplicaba en medio de un bosque vacío, ante la estatua de un ser apenas reconocible por el paso del tiempo, el moho cubría la piedra cincelada y e...