– Déjame ver si entendí, a pesar de que me has dicho que no puedo entrar a ese lugar, ¿quieres que lo vigile un par de horas? – la rubia estaba entablando una extraña conversación con su nuevo inquilino, o al menos, de forma temporal, todo había comenzado aquella noche que el castaño había llevado a rastras a su amigo y ella les había dado asilo esperando poder ayudar a ambos, sin embargo, en cuanto ésta les brindó una habitación donde hospedarse, el gemelo le prohibió todo contacto con ese cuarto, asegurándole que podía ser peligroso
– Si, te lo suplico, cualquier evento extraño es normal, he descubierto lo que lo ha enfermado a muerte y... digamos que Gravity Falls aún no pierde su chispa – el joven de ojos chocolates se mostraba genuinamente nervioso mientras el teléfono esperaba impaciente reposado sobre la mesa de centro, se había estado contactando con su familia sin separarse del rubio durante todos esos días, sin embargo, en esta ocasión Ford se había involucrado al punto de querer ayudar de manera activa en todo el asunto, cosa que molestó a Dipper sin razón aparente, y ahora éste trataba infructíferamente de evitar esa presencia a toda costa – por favor, sólo en lo que logro que Ford reconsidere su decisión
– Sigo sin entender por qué no quieres la ayuda de tu tío, realmente podría ser provechosa
– Es... complicado – la mano derecha del menor se posó en su nuca mientras su mirada se clavaba en un punto cercano del suelo – pero prometo explicarte luego si me haces este favor, sólo mantenme al tanto, ¿ok? – la chica asintió finalmente y dejó que el Pines volviera a retomar la llamada, ella se dirigió a la habitación del misterioso paciente, había estado haciendo pedidos para Dipper todo ese tiempo, desde medicinas, equipo médico y algunas escapadas a la Cabaña del Misterio para tomar un par de cosas de su habitación, artefactos sumamente extraños que no tenía ni la menor idea de para qué servían, pero fuera lo que fuera que hicieran, estaba segura de que ayudaban al hombre postrado en cama
Estuvo allí sentada por horas, admirando las rarezas que ese chico tenía que otorgarle, sus manos de vez en vez se removían en espasmos descuidados que dejaban escapar un par de flamas al aire, en un par de ocasiones se vio tentada a llamar a Dipper debido a estos extraños acontecimientos, sin embargo, los instrumentos alrededor del hombre inhibían todo el daño que podría causar; después de casi un día entero, la puerta de la mansión se abría nuevamente y la voz del mayordomo anunciaba la llegada del castaño, al parecer había tenido que arreglar todo el asunto personalmente, y justo cuando planeaba levantarse para relevar lugares con el recién llegado, los ojos del enfermo se abrieron lentamente y sus movimientos torpes daban fe a su conciencia.
Y ahora, después de haber ido a parar a tres establecimientos en busca de antibióticos y demás instrumentos, veía al menor de los Pines sentado en el sofá con la cabeza hundida en sus rodillas, murmurando cosas que no podía alcanzar a entender – Emm... Dipper, traje lo que me pediste
– ¿Ah?, oh si, gracias – el chico levantó la mirada secándose algunas lágrimas con el dorso de su mano tan pronto como posó sus ojos sobre la rubia
– ¿Sucedió algo? – inquirió la amiga del menor
– No, es sólo que... – hubo una pausa silenciosa, no era incómoda, era más como el preludio antes de una terrible noticia – me pregunto qué tan grave es el peso de mis decisiones
– ¿A qué te refieres?
– Olvídalo, no es nada – el chico sorbió con la nariz y se levantó con los medicamentos en mano – mira la hora, debería ir a revisar si está bien – musitó aludiendo al rubio que descansaba arriba, la contraria no pudo hacer más que asentir levemente con la cabeza y mirar cómo se perdía por las escaleras
Por otro lado, Dipper Pines yacía parado junto a la puerta de madera que revolvía sus pensamientos, estaba discrepando entre entrar o simplemente esperar a que la alarma de energía sonara, no podía sacarse de la cabeza lo sucedido aquella noche, el rubio estaba completamente ido, su temperatura estaba tan elevada que las alucinaciones ya se habían hecho presentes, no tenía materiales ni nada que le permitieran ayudar a Cipher, ni siquiera la respuesta a porqué ayudarlo, simplemente estaba ese impulso de salvarlo a toda costa; cuando lo posó en esa cama, éste comenzó a perder el color de su piel, las flamas en sus manos se dispersaban tan pronto como se formaban perdiéndose entre el azul y el gris, y finalmente, por un par de segundos, la mirada ambarina que tanto se esmeraba en evadir a toda costa, perdió todo su brillo y color.
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Diabólica tentación (Billdip) #PremiosGravity2023
Fanfiction- Solo una, dame solo una oportunidad antes de que partas para siempre - el chico de cabellera castaña suplicaba en medio de un bosque vacío, ante la estatua de un ser apenas reconocible por el paso del tiempo, el moho cubría la piedra cincelada y e...