9: Pequeño problema

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– Imposible, imposible, imposible, la próxima semana Soos irá de viaje con la familia de su esposa, no puedo darte esos días libres – el más viejo de los Pines hablaba por teléfono molesto y rojo de cólera, parecía ser que alguno de sus negocios no estaba yendo exactamente bien – ¿Cómo es posible eso?, agh no me importa saberlo, sólo has tu estúpido trabajo – entró a la cabaña, pasando de largo a su sobrino que forcejeaba con el demonio rubio en un vano intento por ocultarlo debajo de la mesa de la cocina; se sentó cómodamente en su sillón cuadriculado de predominante amarillo con el ceño fruncido y una línea perfectamente delineada que se formaba por sus propios labios avejentados – Wendy me pones en aprietos, ¿de dónde se supone que sacaré un trabajador de medio tiempo? – finalmente desvió la mirada del televisor apagado, cuyo control remoto se hallaba cerca de la pecera del ajolote de la familia, fue allí cuando descubrió a su sobrino sentado en la mesa del comedor anotando con lápiz en un libro viejo, parecía exhausto pero animado, su cabellera, ahora cubierta por una gorra de azul y blanco que recordaba a sus viejos días de verano, se movía vivazmente de un lado al otro al tiempo que su mirada chocolate lo hacía escudriñando algo que parecía importante en aquellas páginas, desde su posición, podía darse cuenta de que la manera en la que escribía parecía ser ilegible, quizás por la velocidad con la que lo hacía

– No te muevas, esto es importante – mencionaba el chico a lo que parecía ser la nada desde el ángulo en el que su tío le espiaba – si no te quedas quieto no puedo registrar eso – rodaba los ojos fastidiado y luego sonreía con alegría, algo había llamado su atención y parecía que era lo suficientemente importante como para considerar colocarlo en esas páginas amarillentas, el viejo se levantó de su asiento caminando lentamente hacia su nieto, escuchando, a través del teléfono, las mil y un excusas que la pelirroja tenía que decirle para faltar al trabajo por una semana y tal vez un poco más de tiempo, ni siquiera tenía la valía para irlo a ver directamente, o quizás solo era demasiado perezosa para hacerlo – ¿Cómo es que haces eso? – escuchó decir al castaño, estaba por responderle que estaba loco, hacerle alguna especie de mofa pero antes de lograrlo, una voz aguda y rechinante se le adelantó, obligándolo a esconderse detrás del muro más cercano

– No lo sé niño, es la primera vez que no controlo mi propio cuerpo – se le escuchaba fastidiado – ¿tú no haces esto?, me refiero a que, ¿esto no es normal? – El de cabellos grisáceos solo pudo observar a su similar negar lentamente con la cabeza mientras mordía con preocupación el lápiz en su mano y luego echaba a reír – ¡no te burles!, recuerda que puedo aniquilarte en segundos Mason~

– NO TE ATREVAS A LLAMARME ASÍ – La sonrisa que había estado formada en su rostro hacía un par de segundos se desvaneció lentamente a la par que su rostro se transformaba en una mueca de enojo, estaba completamente rojo de ira, fue entonces que el espía de su conversación se hizo aparecer con la excusa de atender una llamada y pasearse para tomar una soda de la nevera

– Está bien, yo veré que hago con eso, solo espero verte mañana aquí, te recuerdo que tienes muchos pendientes que terminar – colgó el teléfono para dirigirle una mirada confusa a su menor, cuyo rostro mostraba pequeñas gotas saladas y cristalinas habitando su frente y parte de sus mejillas coloradas en rojo, parecía ser que escondía algo detrás de su espalda, con una sonrisa "inocente" y un temblor casi imposible de notar saludó a su tío – niño me saludaste en cuanto llegaste, no tienes por qué hacerlo cada que me ves, por otro lado, ¿con quién hablabas?

– ¿H-Hablar?, ¿yo?, no, he estado... escribiendo y leyendo, creo que es importante que continúe mis estudios del pueblo antes de que me marche – nuevamente una risa nerviosa escapó de sus rosados labios, dejando ver su perlada sonrisa, que aunque no era totalmente falsa, no era muy sincera, por otro lado, el rostro de confusión de su contrario solo cambió a uno de preocupación, trató de espiar detrás del chico para averiguar qué era aquello que tanto se esforzaba en ocultar, sin embargo, siempre que lo intentaba, el chico se giraba o se movía de sitio para evitar aquella mirada curiosa

Diabólica tentación (Billdip) #PremiosGravity2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora