8: Por orgullo

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No podía creerlo, simplemente no podía, todo lo que pasaba por su mente eran flashazos acerca de lo que deseaba escribir en aquellas amarillentas y desgastadas hojas que le servirían como medio de expresión para su verdadera pasión, el misterio, todo lo oculto detrás de las cosas que parecen normales; con el libro aún en manos se dirigió al comedor, tumbó todo lo que allí se hallaba sin importarle si podría romperse o eran simples baratijas de la tienda de su tío, tomó un bolígrafo de su camisa, y comenzó a escribir todo cuanto se le ocurría, lo primero en plasmarse fue una pequeña historia de cómo había dado con el pueblo, las cosas que descubrió en un inicio y las que complementó en los diarios propiedad de su familiar más viejo, incluso realizó una pequeña reseña de lo que había sido el Raromagedón y cómo es que se había originado, lo que, inevitablemente, le había llevado a recordar al chico rubio que ahora miraba la televisión entretenido con un tazón de cereal en sus manos, algo que le pareció totalmente extraño, "¿por qué se comporta como si nada pasase? O peor aún, ¿por qué parece cómodo siendo humano?" cualquiera que fuera la respuesta, sería totalmente desquiciada y generaría más interrogantes de las que ya deseaba contestar. Abrió los ojos por completo y una sonrisa enorme se formó en su rostro al entender que justo ahora, acababa de generar su rama de investigación hacia el demonio, tomó un lápiz y rápidamente comenzó a escribir todas las preguntas que se venían a su mente, haría sus anotaciones con más orden cuando obtuviera respuestas y pudiera organizarlas debidamente.

Mientras tanto, el televisor no mostraba nada de interés real para el demonio, sin embargo, era bastante informativo, conocía al 100% las mentes humanas, los miedos que puedes encontrar en ellas y las miles de formas para usarlas en contra de aquellos a quien deseas lastimar, pero, contrario a lo que esperó que hallaría después de haber hurtado todo un cartón de leche y unos cuantos granos de cereal, se miró a sí mismo memorizando los patrones sentimentales de las series baratas que el pueblo transmitía como medio de distracción para los pobladores, sentimientos, algo tan abstracto como la mente misma, curiosamente se hallan en ese campo pero al ser inconscientes, no se manifiestan físicamente dentro de la psiquis, por lo que son todo un tema desconocido para el isósceles y que, sin embargo, había hecho uso de ellos en miles de ocasiones, "La duquesa dijo si" era de los pocos programas decentes que se transmitían con regularidad para las personas mayores como Stan, que gustaban de ellos y cosas como esta, eran totalmente de utilidad para alguien que desea seguir aprendiendo el arte de la persuasión, en especial ahora que sus poderes no estaban en un punto cúspide, debía informarse acerca de las ventajas de escudriñar en el "corazón" de los mortales para poder obligarles a hacer lo que deseaba.

– Así que ahora soy tu experimento, eso suena mal hasta para ti – se levantó finalmente de su asiento flotando hasta el chico, con el tazón vacío en manos – así que... ¿debes estudiarme a fondo?~ – insinuó aquello con una media sonrisa de un tinte pícaro, dejando el tazón cerca del borde de la mesa, al ver que no recibía respuesta o siquiera una reacción por parte de su contrario, comenzó a hacer levitar las cosas que habían caído en el atraco del chico hacia el comedor, con una sonrisa las hizo girar alrededor del castaño buscando su atención, la televisión le había dado un par de ideas para sus malvados planes, y según él, si las seguía lenta y cuidadosamente, los Pines dejarían de existir antes de que se acabase la estadía de los gemelos

– ¿QUÉ QUIERES? – finalmente levantó la mirada buscando con ella al chico que seguía flotando a su alrededor junto a todas las cosas que había echado al suelo, no eran más que algunas cajas con galletas, un par de vasos plásticos multicolor, que seguramente, había conservado Stan desde que Mabel los había decorado en su verano favorito y finalmente, unos cuantos platos de vidrio que se rompieron al impacto y cuyos pedazos flotaban danzantes alrededor de la mesa buscando sus pares para ser unidos por la magia del rubio – trato de trabajar, si no te vas a comportar...

Diabólica tentación (Billdip) #PremiosGravity2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora