Diabólica tentación (Billdip) #PremiosGravity2023

53: Invaluable

– Entonces... ¿se supone que debo entender esto? – Pacífica había llegado a la cabaña al día siguiente antes de partir a su viaje, volvería en unos días después de que sus padres hubieran evaluado las posibilidades de mudarse definitivamente, después de ello se dedicaría dar las buenas o malas noticias a sus conocidos en el pueblo; sin embargo, cuando tocó la puerta nadie respondió a pesar de poder escuchar algunos murmullos dentro, supuso que Dipper estaba enojado con ella por lo que había sucedido así que pensó en marcharse, pero el sonido de algo quebrándose le obligó a entrar por la fuerza, ¿pero cuál fue su sorpresa al encontrarse a su "novio" tumbado en el suelo con un chico rubio encima de éste?

– ¡Paz! – gritó el menor levantándose del suelo y lanzando lejos a Cipher – Lo siento, tenía que atender un asunto por aquí, ¿acaso hoy te vas?

– Sólo será un par de días, ¿qué estaban haciendo? – preguntó nuevamente mirando por encima del castaño hacia el demonio que trataba de levantarse con dificultad mientras palpaba su cabeza adolorida por el golpe

– Oh... él es Bill, un amigo mío, últimamente no se ha sentido bien, al parecer contrajo una enfermedad mágica – el chico fue apartado por la rubia quién se acercó a auxiliar al caído – Estábamos platicando y de pronto se desplomó, se le pasará en un rato – se sentía horrible por mentirle así a la chica, y más aún por tener que fingir no estar suficientemente preocupado por el chico, pero ¿cómo le diría la verdad?, en cuanto sus tíos abandonaron la casa para darle mantenimiento al Stan de Guerra II, Bill trató de evitarlo lo más que pudo, a pesar de ser sólo ellos dos en la casa, algo que irritó al menor a largo plazo

– Si tienes algo sólo dilo – Cipher se había encerrado en la vieja habitación de Ford, después de todo, allí existían los artefactos y energía necesarios para una meditación demoniaca exitosa – Escucha, no te culpo por lo que dijiste ayer, entiendo que estás... preocupado, yo también lo estoy, pero no creo que abandonar todo lo que eres sea la respuesta para intentar anclarme a ti – cuando lo notó, ya había dicho aquello que se había estado guardando, estaba irritado por muchos motivos pero no esperaba que el silencio del otro lado de la puerta le hubiera hecho explotar

– "Anclarte a mi..." ¿eso es lo que realmente piensas? – finalmente el rubio había salido del sitio acompañado de un portazo que logró asustar al menor, le pasó de largo y se dirigió a la sala esperando que el contrario perdiera un poco el interés en ello

– ¡Eso no fue lo que dije!

– ¿Ah no?, ¿entonces que dijiste?, déjame escucharlo de nuevo, ¡o es que tal vez me estoy quedando sordo al tratar de anclarte! – ambos estaban enojados y no entendían el motivo real, no era como si las cosas estuvieran mal entre ellos, simplemente no encontraban a quién más culpar además de sí mismos por todo lo que había pasado

– ¿Puedes dejar de ser un jodido cretino por sólo 5 minutos? – ahora ambos estaban levantando la voz a la mitad de la sala, Mason no se dejó intimidar por el cambio en los colores del cabello de CIpher, y viceversa, el demonio no se dejó inmutar por la mirada asesina que lanzaba el Pines

– Lo siento niño, esto es lo que soy, ¡soy un puto demonio! – comenzó a acorralar al chico entre el sofá y su cuerpo, el sonido de alguien llamando a la puerta le hizo enfadar aún más al saber de quién se trataba – No estás pensando en abrir, ¿o sí?... – el contrario no respondió, simplemente se encogió en su lugar mientras miraba impacientemente el pedazo de madera – Idiota

– ¿Disculpa?, ¿quién fue el imbécil que echó a perder nuestra realidad? – en medio de su enojo empujó a Cipher, solamente lo hizo trastabillar, pero fue suficiente para que el atacado se transformara en atacante y se lanzara sobre el chico tumbándolo al suelo, logrando que uno de los adornos posados en la mesa cayera y se quebrara justo a un lado de ellos