Just You & I [Jughead y tú]

° Survive The Night °

Luego de esa conversación, no esperaba poder contarles con toda la tranquilidad del mundo lo que le hicimos a Penny, no después de que Toni me retara por eso.

No había vuelto a tocar el tema desde ese entonces.

Jughead tiene una habitación aquí así que ahí dormiremos los dos.

- Está intacta por lo que veo - Dijo sentándose en la cama.

- Suena mucho - Reímos y me senté al lado de él.

- ¿De verdad apareció Penny cuando saliste?

- Si, lo del teléfono fue una distracción.

- No creo que debas responder a números desconocidos...

- Lo sé, digo, siempre lo supe pero no lo apliqué, ahora, deja de retarme que yo te voy a hacer una pregunta.

- Cuál

- ¿Por qué no me contaste lo que había pasado entre Gladys y tú...? Lo de que no quería que vinieras.

- Porque cuando me dijiste del viaje supuse que ya se le debió haber pasado eso, así que no te dije.

- Pero Jug

- Tenía razón, ¿O no?

- Bueno, si pero igual Jug, lo siento.

- No es tu culpa.

Después de un rato hablando nos acostamos y nos dormimos.

Supongo que será un buen rato aquí, Gladys y JB son muy amables.

[...]

Han pasado dos días, todo ha ido bien, invitamos a Gladys y a JB a nuestra graduación -Que es como en 8 meses pero bueno-.

Hoy quisimos ir a dar una vuelta por ahí, la verdad quería ir yo pero Jughead sigue algo perseguido por lo de Penny así que iremos los dos.

Hoy hacía frío así que nos abrigamos un poco y salimos.

Yo no quería alejarme tanto ya que no conozco Toledo, pero Jughead si así que me convenció de alejarnos un poco más.

Compramos café y fuimos a un parque.

Miré hacia otro lado por un momento y vi a una persona usando algo conocido.

- Jug

- ¿Que pasó?

- Hay diablos cerca, actúa normal. - Asintió, nos paramos y caminamos de vuelta a la casa.

Habian distintos diablos persiguiendonos, cada vez que volteaba era uno diferente.

- Creo que estamos fritos...

Nos apuramos por llegar a la casa, apenas llegamos cerramos.

- Volvieron rápido, ¿pasó algo?

- De he... - Jughead me interrumpió.

- No mamá, no pasó nada - Lo miré.

- ¿Seguros? - Jughead me miró.

- Si, seguros Gladys, no te preocupes. - Dije mirándola. - De hecho nos devolvimos porque sentiamos que el ambiente estaba como para que lloviera.

- Si, es cierto, parece que lloverá - Llegó una ráfaga de viento por mi espalda y me dieron escalofríos, sólo andaba con un polerón así que era lógico... - Vayan adentro, no es la idea que se enfermen. - Gladys sonrió amable, le sonreí de la misma manera y entramos, yo fui directo a ponerme algo más porque me entumecí de frío.

Jughead apareció por la puerta con una risa en su rostro.

- ¡No te rías! - Se rió más fuerte, yo solo sonreí. - ¿Que tan roto está tu humor como para que te rías de que me dió frío? - Reí.

- Es que si te ves chistosa.

- Pesado

- ¿Tienes frío aún?

- Si por qué - Extendió sus brazos, sonreí y fui a abrazarlo. - Voy a terminar por comprarme una chaqueta como la tuya.

- Algún día - Rió.

‐ Ya, momento serio.

- ¿Por qué?

- Esa es mi pregunta, ¿Por qué no le contaste a tu madre que nos persiguieron los diablos?

- Porque ella se metería en problemas por nosotros y no es la idea

- Cierto...

- A veces contar todo no es lo mejor...

Me quedé pensando en eso no se por cuanto, pero cuando lo noté Jughead estaba hablando con alguien, volví al 100% y hablaba con Gladys.

- Volviste - Dijo Jughead molestándome

- Si si, lo siento me quedé pensando

- Descuida, ¿Qué decías Jughead?

Siguieron hablando y yo no puse mucha atención la verdad.

[...]

Cayó la noche, cenamos, nos quedamos hablando un rato y todos nos fuimos a acostar.

Me acosté esperando descansar un poco aunque sea y calmarme, pero no podía dormir, no podía desocupar mi mente.

A todo esto Jughead todavía no se acostaba.

— ¿Aún no puedes dormir?

— ¿Que dices? Estoy durmiendo como un muerto.

— Usas mis tácticas contra mí

— ¿Cómo no? Soy tu novia y pasamos juntos todo el tiempo, es algo obvio que se me peguen algunas cosas. — Sonreí, hizo lo mismo. — Jug

— Dime

— Lo siento

— ¿Por qué? – Se sentó frente a mí.

— El venir a Toledo era un regalo por tu cumpleaños y hay cosas que han salido mal, además de que era mi maners de decirte que lo siento, otra vez.

— Primero, no te preocupes por lo que ha pasado con los diablos, no sabías que estarían aquí y mucho menos que nos seguirían, lo otro, si te disculpas de nuevo por la mayor pelea que tuvimos, ya pasó, todo ya fue ______, no te quedes atrás pensando es que siempre deberás pedirme perdón por eso. Ya lo superé, es tiempo de que tú lo hagas ahora.

— Trataré. – Sonreí leve y dejó un beso en mi frente.

Se acostó junto a mí, nos abrazamos y no tardé en dormirme.