Keeneth se acerca a mí cuando bajo de la moto. Miro a Zack y luego a Keeneth y suspiro ante lo que se viene.
– ¿Podemos hablar?
– No.-Zack se me adelanta a contestar.
– Pensé que hablaba con ella.-ambos se miran con desprecio.-¿Podemos hablar?
– No.-mierda esto se va a salir de control.-La última vez que te vi hablar con ella la besaste, y no me gusta compartir, y menos con un crío.
– ¿Compartir?-levanta una ceja y luego me mira. No respondo, no sé que decir.-Mensaje captado.-se da la vuelta y se aleja.
Me pongo las manos en la cara y bufo con frustración. Odio esto. Ojalá todo fuera más fácil. Zack aparta mis manos y coge mi cara. Me besa con posesión y yo, aunque tardo, se lo sigo. Me encanta que me bese así. Con Keeneth nunca fue así.
No es que no me gustaran los besos de Keeneth, si lo hacían. Pero no los disfrutaba tanto como con Zack. Con él todo iba más suave, más tierno, con más amor. Cosa que no existe entre Zack y yo. Lo nuestro es posesión, celos, toxicidad... Pero no amor, no por ahora.
– ¿Sigues queriendo ir a casa?-nuestras respiraciones están aceleradas y mi pecho sube y baja con mucha velocidad.
– Lo siento, pero ahora tengo hambre.-digo con una sonrisa ladina.
– Puedes comerme a mí si quieres.
– ¡Zack!-me pongo roja y él se ríe.
Entramos en el local y nos sentamos en la mesa en la que todos ya han tomado asiento. Keeneth me mira con decepción, luego su mirada pasa a Zack y esta se convierte en una de odio. Mientras que yo lo paso mal, Zack disfruta hacer enfadar a Keeneth.
– ¿Qué habéis pedido?-pregunto mientras me siento.
Zack toma asiento a mi lado y pasa su brazo por mis hombros para acercarme más a él. Le miro y me sonríe, yo le devuelvo el gesto. Su teléfono empieza a sonar y cuando lo saca del bolsillo la pantalla se ilumina con el nombre de Betta. Bufo y quito su brazo de mis hombros. Él parece no darse cuenta de que me ha molestado y, después de disculparse, sale del local para atender el teléfono.
Mis amigas me miran y yo me encojo de hombros. Yo no puedo ni hablar con Keeneth pero él puede hablar con ella. Cassidy me mira y levanta la comisura de sus labios en una sonrisa ladina. Mueve sus labios para decir un "¿celosa?" y yo niego. Ella se ríe y posa la mirada en el camarero que trae nuestra comida. Pido dos refrescos más, uno para mí y otro para Zack y luego el chico se retira.
Fijo la mirada en la figura de Zack. Ya no habla por teléfono pero sigue fuera, ¿espera a alguien? Una moto se acerca y aparca justo delante de Zack. El conductor se quita el casco y me levanto a toda velocidad de mi asiento para salir fuera. Cojo su chaqueta de la silla y atravieso la puerta.
Betta me ve y avisa a Zack. Este se gira y me mira confundido.
– Toma.-le tiro su chaqueta.-Si no vas a cumplir tu puta promesa, mejor que te pires.
– ¿Qué?-recoge la chaqueta del suelo y me mira confundido. - Betta, ¿me esperas un momento?
– No hace falta. Puedes irte con ella si quieres.-me giro y comienzo a andar hacia el local.
Veo a todos los chicos mirándonos a través del cristal de la ventana. Vuelvo a la mesa y me siento en el mismo lugar que antes. Todos me miran, después se oye la puerta abrirse y fijan la mirada en un punto justo a mi lado.
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Hell [DISASTERS#1]
Teen FictionAcostumbrada a vivir en el cielo, ¿estará preparada para bajar a los infiernos por él? Primer libro de la saga DISASTERS.