CAPÍTULO 27.

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– Odio que sea tan ilusa, ¿no se da cuenta de que el tío bueno va a hacerla daño?-hace comillas con sus dedos en bueno- Sin embargo, el chico al que todos consideran malo, va a tratarla como la puta dueña del universo.-me río ante la paradoja. Keeneth es mi chico bueno, y Zack el malo.

Le convencí de ver una película que se ha puesto de moda estas semanas. Es la típica película juvenil en la que la chica elige entre el bien y el mal.

– Si acaba con el bueno, te juro que denuncio a la productora.-suelto una carcajada.

– ¡Es solo una película, Zack!-llevo mi brazo a mi barriga, sin poder parar de reírme.

– Solo aviso.-sonríe y deja un casto beso en mis labios.

Tengo la cabeza en su regazo. Él me acaricia el pelo y cara, mientras que ve la película y farfulla cosas cuando la protagonista no hace lo que el querría. Un dolor en mi vientre bajo me hace retorcerme.

Mierda.

– ¿Estás bien, nena?-niego.

– Tengo que ir un momento al baño, creo que Andrés acaba de hacernos una visita.-me sonrojo.

Normalmente no me importa hablar de la regla, pero con Zack me da vergüenza.

No debería y lo sabes.

Si, ya sé.

Zack larga una carcajada mientras niega.

– Me encanta que te pongas roja por todo. Es algo normal, no te avergüences por ello.-besa mi cabeza y levanta su brazo para que pueda levantarme-¿Necesitas algo?-niego y avanzo hacia la habitación.

Normalmente llevo en el bolso un tampon, nunca sabes cuando vas a necesitarlos, o cuando alguien va a necesitarlos, Cassidy siempre los necesita. Cojo uno de mi bolso y voy al baño. Me lavo las manos al terminar, por suerte también cogí ropa de cambio.

Vuelvo al salón y me tiro encima de Zack. Me clavo su codo en la barriga y me quejo mientras escucho como Zack se ríe.

– ¿Estás bien?-gimo por el dolor y me hecho boca-arriba sobre sus piernas.

– Podrías haber quitado el brazo.

– No sabía que te ibas a tirar así, nena-se agacha para besar mis labios-.¿Todo bien?-asiento.

– Joder, que asco.-la voz de Cameron hace que nos giremos hacia la puerta-¿Sabes que las cosas se recogen cierto?

Me sonrojo al ver a mi amigo sosteniendo mi sujetador en la mano. Me tapo la cara con las manos mientras Cameron se ríe suavemente.

– Bonito sujetador, Nad.-me levanto y se lo quito de las manos.

– ¿Qué te dije de usar a Mike para que te de las llaves?-se levanta y coge un cigarrillo y su mechero.

– Esta vez no lo usé -Zack enarca una ceja mientras da una calada al cigarrillo-.Lo juro. Solo entré y le dije que perdí las llaves, otra vez.

– Te aprovechas de la simpatía del pobre hombre.-Zack me mira y abre los ojos con sorpresa antes de acercarse a taparme con su cuerpo.

Es entonces cuando me doy cuenta de que solo tengo su sudadera y mi ropa interior.

– Voy a cambiarme.-digo y el asiente. Arrugo la nariz ante el olor a tabaco y él se ríe.

Camino hacia la habitación y abro el pequeño vestidor de Zack. Busco un pantalón que me quede más o menos bien, pero puesto que todos son de la misma talla, me acabo decantando por un pantalón de chándal gris.

Hell  [DISASTERS#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora