Hell [DISASTERS#1]

CAPÍTULO 23.

– Entonces, ¿Tess vive con vosotros?-llevo diez minutos tratando de explicarle la situación de Tess.

– No, ya no. Mi tía Tess nació cuando mi padre tenía veinte años, estaba haciendo la carrera y empezaba a salir con mi madre. Cuando yo tenía cuatro años, mi abuelos murieron en un accidente de coche-trago grueso al recordar eso, no pasé mucho tiempo con ellos pero los quería muchísimo-. Y como Tess era menor, tuvo que venir a vivir con nosotros. A mi madre no la importó, de hecho mis padres le pagaron los estudios, era una hija más.

– Supongo que estáis muy unidas.

– Es mi mejor amiga. Pero eso no puede saberlo Cassidy o estaré en problemas.-Zack se ríe y yo con él.

Miro a la ventana con una sonrisa y recuerdo cuando Tess aún vivía en casa. Mi padre y ella siempre peleaban, casi siempre por que Tess suspendía algún o examen o simplemente, por que salía mucho.

« – Podemos ir a jugar luego al parque, pero solo si haces tus deberes.-asiento y voy hacia la habitación de Tess.

– Hola, princesa. ¿Qué pasó?-suelta su libro en la mesilla de noche y me coge para sentarme en su regazo.

– Mamá dice que luego podemos ir al parque pero primero tengo que hacer mis deberes, ¿me ayudas?-cuando mi tía está a punto de hablar, la voz de mi padre nos interrumpe.

– ¡Tessa Foster!-rueda los ojos y me hace una mueca divertida. Suelto una risita y me tapo la boca intentando disimularlo.

– Hay viene el monstruo.-me susurra haciendo que me ría otra vez.

Me baja de su regazo y pone sus pantuflas. Luego tiende su mano para que la coja y me ayuda a bajar las escaleras.

– Una más.-pego un último saltito y llegamos abajo. Tess besa mi frente y caminamos hasta la cocina.

– ¿Has suspendido historia, Tess?-mi madre.

– ¡Pues claro que lo ha hecho!Su profesor me ha llamado esta mañana diciendo que si no estudiaba más suspendería la asignatura.

– Eric...- mi madre posa su mano sobre el hombro de mi padre para que se relaje.

– Sabes que te adoramos, Tessa, igual que sabes que eres una chica muy inteligente. Así que tienes que estudiar.¿De verdad quieres ser enfermera?¿Quieres ayudar a la gente, Tess?

– Sí, si quiero.

– ¡Pues ponte las pilas, por que una carrera no cae de los árboles!

– ¡Sabes que no se me da bien historia, Eric!Además, ¡ni siquiera lo necesito para curar gente!O acaso voy a ayudar a alguien explicándole la revolución francesa, ¡no!

– Tessa, no se te ocurra levantarme el tono. Esta es mi casa, y estás bajo mi tutela, si mis hijos no lo hacen menos lo vas a hacer tu, ¡¿entendido?!-Tess asiente y se disculpa antes de ir a su cuarto.

Papá suspira y luego apoya las manos en la isla de la cocina de nuestra antigua casa. Yo lo miro y luego hacia el lugar por el que mi tía a desaparecido. Corro hacia mi padre y abrazo su pierna. Él me sonríe y se agacha para cogerme.

– Papá, sé que la tita ha suspendido un examen pero también sé que estudió. Pero hace unos días que discutió con Mónica y se enfadaron mucho. Tess estuvo llorando, creo que es por ese chico, Tristan- mi padre me mira con una sonrisa de lado-. Tu siempre has dicho que no hay que hablar mal a las personas y tu lo has hecho con Tess. ¿Irás a disculparte?-mis padres se ríen y asiente. Besa mi mejilla y me pasa a los brazos de mi madre para subir las escaleras.»