Hell [DISASTERS#1]

CAPÍTULO 1

–Nadya, la cena está lista.-dice mi madre entrando en mi cuarto.

Levanto la vista de mi portátil y observo a la mujer de ojos azules que hay justo delante de mi cama.

– Dame un minuto y ahora bajo.-ella asiente y sale de la estancia.

Voy hasta el espejo y reparo en mi atuendo. Estoy hecha un desastre, pero es viernes por la noche y no es que me importe mucho.

Bajo las escaleras de mi casa camino al comedor. Cuando llego mis hermanos ya están sentados.

– Oye enana, ¿esa es mi sudadera?-dice mi hermano Brook.

– Si, te la devolveré, lo juro.-le contesto antes de sentarme.

– No, quitate la. Esa es nueva y me las acabas quitando todas.

Se levanta de la silla y camina hasta mi posición con grandes zancadas.

– He dicho que te la voy a devolver.-digo forcejeando con mi hermano que ahora intenta quitarme su sudadera.

– Brook, deja a tu hermana en paz.

Mi hermano, que ha conseguido quitarme la sudadera, avanza de nuevo hasta su silla y vuelve a tomar asiento.

– Eres un animal.-digo re colocando mis gafas en su sitio.

– Dejar de pelear.-dice mi padre.

Bufo con exasperación y me coloco bien en mi silla.

Mi madre llega con la comida y la sirve en nuestros platos. Emily y Matt que hasta ahora se habían mantenido al margen hacen un gesto de asco al comprobar la comida del plato.

– ¿¡Pescado?!- gritan a la vez.

– ¡Dejar de hablar a la vez, pesadillas!-me quejo.

– ¿Por qué quisimos tener más de uno?-le dice mi madre a mi padre y este se ríe.

Mis padres tienen cuatro hijos, Brook, mi hermano mayor, tiene 18 años y está en su último año del instituto,toca la guitarra, es capitán del equipo de fútbol y el mayor orgullo de mi padre. Luego voy yo, Nadya, 16 años- a dos semanas de los 17- soy libra, y por tanto, la creativa de la familia. Y por último los demonios de mis hermanos pequeños, Matt y Emily, tienen 10 años y son malditas bombas con piernas.

Y esos somos nosotros, los hermanos Foster.

– Solo deberíais haberme tenido a mí, soy el mejor de todos.-dice Brook.

– ¿Has pensado en empezar a usar tus neuronas después de 18 años?-contraataco yo.

– Parar, los cuatro. Matt y Emily empezar a comeros el pescado u os quedáis sin la consola. Y vosotros dos dejar de pelear de una vez, creo que ya sois lo suficiente mayorcitos.

A mitad de la cena mi padre rompe la conversación trivial que estamos teniendo para informarnos de que, una vez más, van a tener que irse de viaje debido a su trabajo.

Mi padre es productor de cine, mientras que mi madre fue una modelo famosa en su país, España, ahora está intentando diseñar su propia ropa.

–¿Y tu por que te vas otra vez mamá?-pregunta Emily.

– Tengo trabajo que hacer en Los Angeles, pero volveré antes de lo que te imaginas.-le dice haciéndola caricias en el pelo.

– ¿Nos volveréis a dejar solos con Brook y Nadya? No os ofendáis, pero son unos niñeros horrorosos.

Mis padres estallan en carcajadas y Brook y yo le fulminamos con la mirada.

– Tranquilos. La tía Tess vendrá a cuidaros, es un viaje un poco largo y no queremos dejaros tanto tiempo solos.