-Gracias a Dios, acabé el instituto hace dos años.- Zack rueda los ojos y se levanta de la silla a mi lado.
Me río y coloco mis gafas antes de seguir con mis deberes de química. NH3 «Amoniaco».
– Ni si quiera lo piensas. Eres demasiado lista, bonita-se acerca a dejar un corto beso en mis labios que me hace sonreír-. Haré algo de ejercicio, si necesitas algo, tercera puerta a la izquierda.-asiento.
Me quedo embobada mirando su espalda marcada mientras se aleja hacia la sala que me ha dicho antes. Escucho algo de música y entiendo que ya a empezado su rutina.
Vuelvo a mis tareas e intento acabarlas. Dos ejercicios más y listo. Veinticinco minutos después, cierro mi libreta dando por finalizado los ejercicios. Me levanto de la silla y estiro mis músculos, agarrotados después de tanto tiempo sentada.
Guardo mis cosas en mi mochila y la llevo de nuevo a la habitación de Zack. Cojo mi teléfono y miro la hora, 1:33 pm. Abro el chat con mi madre y contesto a su mensaje de «buenos días» de esta mañana. La llamaré después.
Camino hacia el cuarto que Zack me dijo antes y abro la puerta. Apoyo mi hombro contra el marco de la puerta y observo la musculosa espalda del rubio mientras levanta las pesas.
Gracias a la música, no ha escuchado mi llegada y puedo detallarlo todo lo que quiera. Sus músculos se contraen con el movimiento de su brazo al subir y bajar. Una de las paredes está repleta de espejos y puedo ver su expresión facial. Frunce el ceño cuando sube y lo relaja cuando baja el brazo. Saca su lengua y relame sus labios secos. Suelta las pesas y se gira hacia un lado para coger una toalla y limpiar su sudor.
Levanta la vista hacia el espejo y me ve. Sonríe y se acerca a mí, pasa su mano por mi cintura y me pega a él.
– ¿Disfrutando de las vistas?
– La verdad es que si.
Se ríe. En un movimiento rápido me carga en su hombro y sale de la habitación.
– Zack, bájame.-suelto un carcajada.
Abre la puerta del baño y abre el agua de la ducha antes de meternos dentro.
– Zack, ¡mis gafas!-intento salir de la ducha pero me detiene.
Coge mis gafas y las saca para ponerlas sobre el mueble.
– No tengo más ropa limpia y esta está empapada, Zack.-me quejo y el se ríe.
– Pues quítatela.-sonríe picaro y una sensación de excitación me invade.
– ¿Por que no me la quitas tú?-le sigo el juego y veo como la lujuría centellea en sus ojos.
Lleva sus manos al dobladillo de mi camiseta y comienza a levantarla. Subo mis brazos para que me la saque por la cabeza. Pasa sus manos por mi espalda y desabrocha mi sujetador. Estira su brazo y saca las prendas fuera de la ducha antes de volver su atención a mí. Me atrae hacia él y besa mis labios con desesperación.
Su mano atrapa mi pecho y suelto un jadeo. Saco su camiseta y la tiro fuera como él hizo antes. En pocos minutos estamos completamente desnudos. Zack me carga contra la pared. Puede sentir su erección presionada contra mi intimidad haciendo que me excite más.
El agua cae sobre nosotros. El cristal de la ducha a comenzado a empañarse. Su mano desciende por mi vientre hasta encontrar mi botón de placer. Arqueo mi espalda al sentir como uno de sus dedos entra en mí.
– Tan mojada como siempre.
Mete uno de mis pechos en su boca y no puedo evitar ahogar un jadeo. Cojo su erección y empiezo a masajearla. Zack suelta un jadeo.
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Hell [DISASTERS#1]
Teen FictionAcostumbrada a vivir en el cielo, ¿estará preparada para bajar a los infiernos por él? Primer libro de la saga DISASTERS.