LIONHEART ✔

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"Alguien me ha traicionado." Daenerys dijo en voz baja mientras Dyanna entraba en la sala de mapas. Estaba de espaldas a su hermana mientras miraba por las ventanas abiertas. Un dragón chilló en algún lugar debajo.

Dyanna sintió que su corazón latía más rápido de lo que lo había sentido antes, pero resistió el impulso de estremecerse ante las palabras de Daenerys. "Quién?"

"No lo sé." Daenerys se giró para mirar a su hermana por fin. Bolsas oscuras colgaban debajo de sus ojos como nubes de tormenta, y su cabello generalmente prístino estaba despeinado y suelto alrededor de sus hombros. "Pero tengo que demostrarles que no se puede jugar conmigo."

Aunque Daenerys intentó alzar la voz - intentó convencerse de que era fuerte, su voz se quebró. Ya no sabía en quién podía confiar. Había perdido lo único bueno que parecía seguirla desde Meereen, y ahora había un traidor? Era su hermana? Incluso si era Dyanna, no había mucho que pudiera hacer para demostrarle algo a la gente que la rodeaba. La única manera de que Daenerys matara a su hermana mayor era ordenar a alguien que lo hiciera por ella. El Fuego de Dragón no la lastimaría, y ella sabía que Drogon no actuaría contra alguien a quien consideraba un amigo - no sólo de su madre sino también de él. Quién más la traicionaría? Jon? No conocía bien a Jon, y estaba convencida de que no era el mayor admirador de ella. Aun así, Rhaegal lo defendería.

Eso dejaba a Tyrion o a Varys - ninguno de los cuales tenía la lealtad de un dragón para respaldar. Ambos eran susceptibles de ser disparados.

"Tu tío." Daenerys espetó. "Siempre tiene una forma inteligente de meterse en la mente de alguien."

"Tyrion no ha hecho nada." Dyanna la cortó rápidamente. "Él me ha apoyado en tiempos de problemas y te ha apoyado cuando lo has pedido. No ha hecho nada para merecer una muerte inútil."

"Su muerte no sería inútil." Daenerys tenía hambre en sus ojos. "Demostraría un punto a las otras personas que me rodean. La Araña - Varys."

"Varys es un buen hombre que te ha jurado su lealtad." Dyanna trató de no atragantarse con sus palabras. "No ha hecho nada que te amenace con hacerte daño." Ella ignoraba felizmente su complot para envenenar a Daenerys, así como las cartas que había estado escribiendo. Las cartas que estaban volando por los cielos de camino a sus respectivos destinos.

"Sabes algo?" Los ojos de Daenerys finalmente regresaron a los de Dyanna.

"Nada." Dyanna habló, manteniendo sus respuestas breves.

"Me dirías si hubiera alguien que me amenazara?"

Dyanna se apresuró al lado de su hermana y la atrajo en un abrazo. "Siempre."

Nunca había visto tanta locura en alguien a quien alguna vez había estado cerca - ni siquiera por un momento fugaz. Empezaba a creer que las cosas ya habían cambiado - que la moneda Targaryen ya había sido lanzada. Acaso ver morir a Alys fue suficiente para arrojar a Daenerys por el abismo? Había sucumbido a la oscuridad?

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Dyanna sostuvo sus manos con fuerza frente a ella mientras recordaba la noche anterior. Qué tan cerca estuvo Daenerys de descubrir su complot contra ella? Qué tan cerca estuvo de quemar vivo a alguien que a Dyanna le importaba?

Dyanna caminaba junto a Tyrion y Varys mientras entraban a la sala del trono.

El cabello de Daenerys estaba arreglado una vez más en apretadas trenzas Dothraki, y Missandei le había echado polvos en la cara para emparejar su cansada tez.

"Hemos venido a discutir el próximo ataque a Desembarco del Rey, su Majestad." Dyanna se adelantó y su hermana le dedicó una apretada sonrisa, instándola a continuar. "Las personas que viven allí no son sus enemigos. No desean luchar contra ti - son inocentes, como los que liberaste en Meereen."

"En Meereen los esclavos se volvieron contra sus amos y se liberaron una vez que  llegué."

"Tienen miedo, su Majestad, porque saben que cualquiera que se resista a Cersei seguramente verá cómo su familia es masacrada." Varys inclinó la cabeza mientras mantenía su postura recta.

"No puedes esperar que sean héroes cuando no son más que rehenes." Tyrion reafirmó

"Lo son." Daenerys coincidió "Rehenes en las garras de un Tirano - de quién es la culpa? Mía?"

"Importa de quién es la culpa? Miles de niños morirán si la ciudad arde!" Dyanna exclamó. Sabía que conseguir que Daenerys los escuchara antes de la batalla sería difícil, pero no se había dado cuenta de que Daenerys estaba tan lejos - quizás no quería darse cuenta.

"Cersei sabe cómo usar la debilidad de sus enemigos contra ellos. Eso es lo que ella cree que es nuestra misericordia - la debilidad."

Varys dio un paso adelante. "Mi Reina, si-"

"Está equivocada." Daenerys lo interrumpió. "La misericordia es nuestra fuerza. Nuestra misericordia es para una generación futura que no será rehén de un tirano." Se volteó hacia Gusano Gris, que estaba a su lado. "Prepara a los Inmaculados. Esta noche zarparás a Desembarco del Rey para unirte a los ejércitos del Norte."

"Los seguidores de Cersei la abandonarán si saben que la guerra está perdida." Tyrion dio un paso hacia adelante, tratando de ganar su atención. "Dales esa oportunidad - si la ciudad se rinde, tocarán las campanas y levantarán las puertas. Por favor, si los oyes tocar las campanas, cancela el ataque."

Daenerys hizo una larga pausa antes de dar a Gusano Gris el visto bueno para seguir las instrucciones de Tyrion. "Espérame fuera de la ciudad. Sabrás cuando es el momento."

Dyanna, Tyrion y Varys asintieron con la cabeza en señal de respeto mientras se daban la vuelta para marcharse. Llegaron a medio camino de la puerta antes de que las palabras de Daenerys los hicieran detenerse una vez más.

"Jaime Lannister fue detenido tratando de atravesar nuestras líneas."

Tyrion y Dyanna giraron la cabeza para mirarla.

"La mujer rubia - Brienne - estaba con él." Habló y Tyrion dejó escapar un suspiro de alivio. "Parece que me equivoqué al juzgarlo tan duramente después de todo."