Dyanna Waters - la bastarda de Jaime Lannister - siempre se sintió sola en Desembarco del Rey.
Sin saber siquiera quién es su madre, anhela conocer su herencia, pero su padre no está dispuesto a compartir.
Cuando la Guerra de los Cinco Reyes empieza...
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Antes de que Dyanna se diera cuenta de lo que estaba haciendo, Rhaenyra se lanzó al costado de un Drogon sorprendido, arrojando al gran dragón y a la Reina fuera de su curso y redirigiendo su atención a Dyanna y al dragón azul.
Daenerys no pudo evitar gruñir mientras miraba a su hermana traidora.
"Qué estás haciendo?" Dyanna gritó a través del abismo.
"Lo que hay que hacer." Daenerys gritó enojada, un gruñido escapó de sus labios con sus palabras.
"Estás quemando a inocentes." Dyanna trató de razonar con ella. "No eres un monstruo!"
"Ellos la apoyaron!" Daenerys argumentó. "La aman!"
"No tenían otra opción, ella no les dio otra opción! Tu no les estás dando una opción. Preferirían seguir a una Reina Loca que los amenaza o a otra que los quema mientras duermen?"
Quémalos a todos. Quémalos a todos. Quémalos a todos.
Daenerys no dejó que las palabras de su hermana la afectaran, negó con la cabeza y agarró las escamas de Drogon un poco más fuerte. "Dombo udra. Dracarys". No mas palabras. Fuegodragon.
Con una bocanada de humo, Drogon dejó escapar una corriente de fuego de dragón tan caliente que comenzó a derretir la armadura de Rhaenyra al contacto. Dyanna tiró del dragón hacia arriba para hacer volar a su dragón lejos del peligro y fuera del camino de la explosión.
Tyrion observó desde el margen mientras los dos dragones se enfrentaban entre sí sobre la ciudad.
"Parece que están bailando." Varys observó mientras los dos dragones subían en espiral como un sacacorchos.
"Cuando leí que la última guerra entre dragones se llamaba danza, pensé que era una estupidez - un cuento romántico para niños. Esto parece hermoso."
Varys tarareó por lo bajo. "Sólo será hermoso si el resultado favorece al pueblo. Cómo resultó la Danza de los Dragones?"
"Con Aegon II alimentando a su media hermana, Rhaenyra Targaryen a su dragón." Tyrion suspiró mientras Daenerys se agachaba fuera del alcance de las garras de Rhaenyra. "El reino fue quemado por Fuego de Dragón y Aegon III fue coronado Rey."
"Aegon III? Ese habría sido el tatara tatarabuelo de Daenerys, si mis conocimientos sobre el linaje son correctos."
"El de Dyanna también, no lo olvides." Tyrion suspiró.
"Qué hay de los dragones?" Varys le preguntó a su amigo. "Qué pasó con los dragones después de la Danza?"
"De los 20 dragones que fueron a la guerra, sólo cuatro salieron vivos."
"Uno de cada cinco." Varys señaló. "Tenemos tres dragones aquí. Eso nos da alrededor de la mitad de posibilidades de que uno sobreviva."
"Esto no es lo mismo." Tyrion desestimó sus palabras.
"Oh, pero lo es, no lo ves? La Reina Rhaenyra era la única heredera del Trono de Hierro, hasta que su medio hermano menor decidió que lo quería para él. Así se desencadenó una guerra civil que destruyó gran parte de Poniente. Aquellos dos tenían familias y dragones a sus espaldas. Estas dos sólo se tienen a sí mismas mientras vuelan por encima de la ciudad que uno pretende destruir para sentarse en la silla que los corona como Reina. Es bastante similar, no crees?"
Ahora que Varys había descrito los sucesos bajo esa luz, Tyrion no pudo evitar pensar que sí, que era similar. Un peso incómodo se instaló en su pecho al recordar el resultado de la última Guerra Civil Targaryen. Ambos murieron.
Cuando las garras de Drogon se hundieron profundamente en la pierna de Rhaenyra, el dragón más pequeño no pudo evitar gritar de dolor - alertando a los de abajo. Dyanna pensó rápidamente cuando el dragón negro y rojo comenzó a arrastrar a Rhaenyra por el aire con sus dientes apretados alrededor de su pierna, y soltó las escamas en las que se había apoyado anteriormente. Empujando sus piernas en los huecos de la armadura del dragón, Dyanna trepó por el torso de Rhaenyra, hacia la pierna que era arrastrada más y más delgada por momentos. Incluso sin tener conocimientos de anatomía o de cuerpos, Dyanna era consciente de que Rhaenyra perdería esta pierna, y no podía evitar sentir que Rhaenyra también lo sabía. Sin una espada en su persona para liberar a su dragón, Dyanna eligió la opción más racional que se le ocurrió en ese momento. Solidificando sus piernas para no caer mientras se impulsaba, Dyanna se lanzó hacia Drogon.
Daenerys no había esperado que su hermana hiciera algo tan temerario - si se hubiera caído se habría estrellado contra los edificios de abajo. Dyanna estaba dispuesta a morir por lo que creía, donde ella solo estaba dispuesta a matar por ello.
Fue como si sus acciones cayeran en la cuenta de una sola vez. Drogon soltó la pierna desgarrada de Rhaenyra y dejó que el dragón cayera lejos de él, pero el daño estaba hecho, y Dyanna ya estaba enraizada en su cuello, apuntando hacia Daenerys.
"Qué he hecho?" Daenerys llamó por encima del viento,
"Termina con esto!" Dyanna le suplicó. "Toma a tus Inmaculados y tus Dothraki y regresa a Meereen. Regresa a casa."
"Todo este tiempo estuve persiguiendo una falsa fantasía de hogar. Había olvidado lo que significaba establecerse - había olvidado lo que significaba ser un gobernante. Yo era la rompedora de cadenas, no la quemadora de ciudades!"
"Puedes arreglar esto." Dyanna gritó mientras ajustaba su agarre alrededor de las escamas de Drogon, "Por favor-"
"Lo haré." Daenerys prometió mientras le tendía la mano a su hermana para ayudarla a subir al dragón. "Lo siento."
Dyanna casi derramó una lágrima de alivio mientras miraba a su hermana. Daenerys se veía como si la hubieran roto y armado ciento de veces, pero Dyanna solo podía esperar que esta vez fuera el momento que importara. El pueblo no la perdonaría, pero tal vez - con el tiempo - podría aprender a perdonarse a sí misma y reparar el daño que había causado, tal vez-
Una flecha de Escorpión perdido pareció aparecer de la nada mientras volaba entre las nubes. El ojo de Drogon se abrió de par en par antes de que la flecha le atravesara la caja torácica y acabara con su vida en un instante.
Dyanna gritó, pero Daenerys no lo hizo. Había perdido otro hijo, y mientras ella y su hermana caían en picada hacia el suelo, no podía evitar sentir que también había perdido otra parte de sí misma. Si iba a morir, haría que su última acción valiera la pena.
"De ti, se levantarán."
Con una mano agarrando a su dragón muerto mientras caía por el aire, usó la otra para empujar a su hermana lejos de ella y hacia el espacio vacío, espacio suficiente para un rescate.
Lo último que vio Daenerys antes de caer al suelo y cerrar los ojos para siempre fue a su último hijo abalanzándose para salvar la vida de su hermana.
