Habían pasado unos días desde que Dyanna había hablado con Daenerys, y Dyanna había pasado más y más tiempo entrenando con Alys una vez más.
Hubo una tarde en particular en la que las dos chicas estaban sentadas en el balcón de Alys mirando a la ciudad. Alys acababa de terminar de contarle a Dyanna una historia de su madre, que la bastarda Targaryen escuchó atentamente."No lo hizo, verdad?" Dyanna preguntó incrédula, pero Alys sólo sonrió.
"Oh, pero lo hizo."
Sacudiendo la cabeza, Dyanna miró hacia el mar. "Sólo deseo que algún día pueda ser tan valiente como lo fue tu madre."
Alys miró a su amiga con una sonrisa. "Lo estás consiguiendo. Es tu turno de contarme una historia ahora, por cierto."
"No tengo historias de mi madre, y ya no me siento cómoda hablando de mi padre aquí." Dyanna frunció el ceño.
"Entonces cuéntame una historia de los guerreros Targaryen de antaño." Alys sonrió, pero Dyanna puso los ojos en blanco.
"Estoy segura de que ya has oído la mayoría de ellas."
"Entonces cuéntame una nueva."
Dyanna pensó por un rato, antes de finalmente sonreír. "Te he contado alguna vez la historia del Feudo Franco de Valyria?"
"El qué?" Alys sonrió mientras se apoyaba en sus brazos - escuchando atentamente.
"El Feudo Franco de Valyria fue un imperio fundado por pastores hace unos 5000 años. Un día los pastores se toparon con dragones y se las arreglaron para domesticarlos - aunque no estoy muy segura de cómo... La mayoría de las ciudades de Essos solían ser parte del imperio- Lorath, Pentos, Volantis - incluso las ciudades de aquí - Astapor, Yunkai y Meereen. La capital del Feudo Franco era una antigua ciudad llamada Valyria, que es donde vivía el pueblo Targaryen."
"Oh, así que tu familia era poderosa, incluso entonces?"
"No." Dyanna sonrió. "Los Targaryen no eran vistos como una familia poderosa en lo absoluto, pero todavía tenían sus propios dragones. Antes de la Maldición que acabó con Valyria, la familia Targaryen se las arregló para escapar. Por eso estamos aquí ahora."
"Cómo escaparon?"
"No sé mucho más, yo-"
Una nueva voz entró en la conversación mientras Dyanna fruncía el ceño por su propia falta de conocimiento.
"La cabeza de mi casa, Aenar, tenía una hija llamada Daenys, se decía que tenía sueños vívidos del futuro. Según mi familia - siempre se hacían realidad, sin importar lo extraño que fueran." Daenerys continuó, y Dyanna sintió que su corazón se hundía un poco mientras seguía. "Así que un día soñó que Valyria llegaría a su fin. Suplicando a su padre, se las arregló para convencerle de que tenían que irse. Doce años antes de la Maldición, Aenar llevó a su familia, a sus esclavos y a cinco de sus dragones a Rocadragón, donde él y su familia vivieron durante generaciones."
"Hasta que Aegon el Conquistador se volvió codicioso?" Alys preguntó de repente, e incluso Daenerys tuvo que sonreír por lo que dijo la chica.
"Hasta que Aegon tomó los Siete Reinos, si."
"Lo lamento." Dyanna se dirigió a Daenerys. "No quise ser irrespetuosa, o-"
"No estabas siendo irrespetuosa, Dyanna, simplemente le estabas diciendo a tu amiga sobre tu linaje." Daenerys sonrió, lo que puso a Dyanna de los nervios mientras la Reina se giraba hacia Alys. "No creo que sepa tu nombre."
"Alys, su Majestad."
"Alys." Daenerys habló despacio, como si estuviera probando el nombre en sus labios. "Es un hermoso nombre, pero no estoy segura de si conozco sus orígenes."
"Definitivamente un nombre del Poniente, su Majestad - nada tan exótico como a los que estoy segura de que está acostumbrada."
"Pero es lo que lo hace interesante, ya ves." Daenerys sonrió. "Todos sus nombres me parecen exóticos."
"Puedo ayudarle en algo, su Majestad?" Dyanna se deslizó de nuevo en la conversación con una sonrisa, y Alys pareció relajarse un poco más.
Daenerys se movió incómodamente mientras asentía. "De hecho, sí, he venido aquí para hablar contigo, Dyanna."
Alys asintió con la cabeza baja mientras se disculpaba de la conversación, y Daenerys se sentó - frente a una nerviosa Dyanna.
"Vine a disculparme por arremeter contra ti como lo he hecho recientemente - no era yo. Parece que el poder de gobernar me ha estresado mucho más allá de lo que me di cuenta, y haré un esfuerzo consciente para asegurarme de que no vuelva a suceder."
Dyanna exhaló un suspiro de alivio. "Está bien, Daenerys, no te culpo. Si puedo hacer algo para aliviar tu estrés, por favor, házmelo saber."
"Hay algunas cosas que quiero preguntarte. He venido a pedirte que empieces a asistir a las sesiones de mi consejo como mi consejera. Eres mi hermana, y debería tratarte como tal."
Dyanna la miró conmocionada. "Estás segura?"
Ni siquiera se le permitía acompañar a su propio padre al consejo de Robert, y mucho menos al de Daenerys Targaryen.
"Por supuesto." Daenerys sonrió. "Pero eso me lleva a la otra petición que tengo... Me temo que los huesos de una niña han sido encontrados - quemados por un dragón."
"Cuál?"
"No lo sé." Daenerys suspiró. "Pero eso significa que los cuatro pueden ser culpables."
"Qué desea hacer, mi Reina?" Dyanna preguntó obedientemente y Daenerys limpió una lágrima perdida de su mejilla.
"Es hora de que sean restringidos, Dyanna."
"Qué?"
"Lo sé." Daenerys sacudió su cabeza. "Yo tampoco quiero hacer esto, pero uno de los dragones ha matado a una niña - soy su Reina, y no puedo dejar que mis dragones vuelen por ahí y asesinen a mi gente. Nuestra gente."
Dyanna hizo una pausa antes de responder. "Daenerys, odio esta idea, pero la entiendo. Te ayudaré en todo lo que pueda."
Mientras Dyanna y Daenerys salían a buscar a sus dragones, hubo una larga pausa ya que los dos no se encontraban en ningún lugar. Mientras Viserion y Rhaegal estaban siendo encerrados. Drogon y Rhaenyra volaban libremente sobre las ruinas de Valyria.
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LIONHEART ✔
FanfictionDyanna Waters - la bastarda de Jaime Lannister - siempre se sintió sola en Desembarco del Rey. Sin saber siquiera quién es su madre, anhela conocer su herencia, pero su padre no está dispuesto a compartir. Cuando la Guerra de los Cinco Reyes empieza...