LIONHEART ✔

13

"Qué estas haciendo?" Dyanna siseó mientras sacaba el palo astillado de la boca del dragón, "No seré yo quien saque los trozos de madera de tus dientes!"

El dragón azul le siseó, lanzándose una vez más por el palo, pero Dyanna lo sostuvo alto- fuera de su alcance.

Decidiendo que ese palo era quizás lo más importante en la vida para la pequeña bestia, empezó a escalar las piernas de Dyanna- no presionando lo suficiente para sacar sangre, pero lo suficientemente para agarrarse. Ella miraba en silencio mientras el trabajaba alrededor de su piel- trepando por sus piernas  y su torso hasta que finalmente, se sentó sobre su hombro-tratando de trepar sobre su caballo para agarrar el palo de su otra mano.

Antes de que pudiera cortarle la mano una vez más, la voz de un hombre sonó en el bosque. "Cuánto falta?"

"Tanto como sea necesario!" Otra voz resopló en voz baja.

Dyanna se agacho rápidamente- sin hacer ruido en el bosque nocturno. Cuánto falta para llegar a dónde? 

"Esta a la vuelta de la esquina." El segundo hombre habló otra vez, y Dyanna se encontró arrastrándose lentamente hacia el sonido- con cuidado tratando de no pisar en algo que pueda hacer ruido.

El dragón también se quedo callado, envolviéndose alrededor de su cuello, usando su oreja para empujar su cuerpo hacia arriba para tener mejor vista.

"Ah, Ladera!" El primer hombre exclamó mientras Dyanna se acercaba, y de repente supo exactamente su locación. Estaba a sesenta leguas al suroeste de Desembarco del Rey.

Aunque nunca había estado en Ladera, pensó que ahora era tan buen momento como cualquier otro, ya que necesitaba encontrar algo de ropa para ponerse.

Avanzando cautelosamente por las afueras de la ciudad, comenzó a buscar cualquier cosa con la que pudiera vestirse.

El dragón se movió nerviosamente en su hombro, y Dyanna decidió que podría educar a la pequeña cosa sobre su historia.

"Tus ancestros pelearon aquí." Ella susurró. "Hubo dos batallas de Ladera durante la Danza de Dragones, aunque la primera probablemente podría definirse más como una masacre."

Una singular vela que estaba en una ventana lejana despertó el interés de Dyanna, y colgando en el viento fuera de ella se dejaron algunas ropas accidentalmente durante la noche para que se secaran.

Lentamente caminó hacia allá mientras continuaba con su historia- aunque no estaba segura si el dragón podía entender su relato, era reconfortante para ella contarle de todos modos.

"En la primera batalla, dos dragones- Vermithor y Ala de Plata- se usaron para atacar la ciudad. Los jinetes de esos dragones habían traicionado a su bando- el bando de Rhaenyra Targaryen, y quemaron casi todos los edificios de aquí."

Despaciosamente, Dyanna agarró unos pantalones de hombre y una camisa grande que la cubría lo suficiente. Aunque también había un tipo de vestido colgado, sabía que un vestido no era adecuado para correr por los bosques.

Volviendo hacia los arboles, se vistió mientras continuaba. "Tres dragones participaron en la Segunda batalla de Ladera, que creo que destruyó el resto de la ciudad. Se les conocía como Tessarion, Bruma y Vermithor. Tessarion y Bruma pelearon, y después se les unió Vermithor- los tres atacándose entre si. Vermithor mató a Bruma pero finalmente murió después, dejando dos dragones muertos. Tessarion no tuvo suerte tampoco- después de fallar su vuelo, un arquero lo sacó de su miseria."

Su propio dragón azul escuchaba atentamente mientras ella hablaba, y Dyanna sonrió mientras miraba a su dragón. "Tessarion era conocido como la Reina Azul en ese momento, tal vez ella es un antepasado tuyo?"

"Qué noticias traes de Desembarco del Rey?" Una voz gritó, y Dyanna pareció congelarse, al igual que el pequeño dragón que se aferraba a su piel.

Girando su cabeza vio a dos hombres Lannister- los dos hombres Lannister que había seguido- caminaron hacia un hombre sosteniendo una linterna- vestidos con una capa carmesí.

"Quieres lo aburrido de siempre o los rumores de Essos?" Uno de los hombres declaró con una risa.

"Dame los rumores, ha sido una larga noche." El hombre suspiró, apoyándose en un poste de madera.

"Recuerdas a la perra Targaryen que se casó con un guerrero Dothraki? Aparentemente se las arregló para incubar tres dragones."

Tres dragones?

Dyanna miró a su propio dragón, que la miró mientras inclinaba la cabeza con curiosidad.

Si había un verdadero Targaryen ahí fuera, Dyanna sabía que era la legítima heredera al Trono de Hierro y que su dragón, que estaba posado sobre su hombro pertenecía a la legítima Reina.

Dyanna sabía lo que tenía que hacer.

Tenía que devolver el dragón a la Reina Targaryen.

Era hora de que viajara a conocer a Daenerys Targaryen.