LIONHEART ✔

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Las peleas en la arena tenían que continuar, según la tradición, y Ser Jorah salió victorioso. Daenerys había excusado a Tyrion de luchar en ellas.

Ella no quería que muriera, no cuando tenía información tan valiosa.

Tan pronto como el último hombre cayó al suelo, Daenerys había convocado una reunión con sus asesores de más confianza, así como con Tyrion y Jorah. Dyanna la había convencido para que escuchara lo que tenían que decir.

Y así, Daenerys se sentó en su trono en lo alto de la elevada escalera, mirando hacia abajo a Jorah y Tyrion, cuyas manos estaban atadas. A la izquierda de la Reina estaba Missandei, y a su derecha estaba Dyanna.

"Su Majestad." Jorah fue el primero en romper el silencio. "Quiero decir-"

"No hablarás." La voz de Daenerys era pequeña, pero tenía poder al interrumpir al hombre que solía llamar amigo. Se giró hacia Tyrion para hablar con él en su lugar. "Si eres Tyrion Lannister, por qué no debería matarte?"

Dyanna arrastró sus pies incómodamente - sus ojos viajando inconscientemente por la habitación en busca de Daario.

"Si quieres vengarte de los Lannister, maté a Joanna - mi madre - el día que nací." Tyrion le hablaba directamente a la Reina, aparentemente sin saber que Daenerys conocía la ascendencia de Dyanna Lannister. Estaba tratando de protegerla. "Maté a mi padre - Tywin Lannister - con una flecha al corazón. Soy el mayor asesino de Lannister de nuestro tiempo."

"Así que debería darte la bienvenida a mi servicio porque asesinaste a miembros de tu propia familia?"

"A su servicio?" Tyrion preguntó. "Su Majestad, acabamos de conocernos. Es demasiado pronto para saber si merece mis servicios."

"Si prefieres volver a las arenas de combate, solo tienes que decirlo."

Tyrion respiró profundamente antes de continuar. "Cuando era joven, escuché una historia sobre una bebé nacida durante la peor tormenta de la historia. No tenía riquezas, ni tierras ni ejército, sólo su nombre y un puñado de seguidores - la mayoría de los cuales probablemente pensaron que podrían usar ese nombre para beneficiarse. La mantuvieron viva, a menudo moviéndola de un lugar a otro - a menudo sólo horas antes de los hombres que habían sido enviados a matarla. Finalmente fue vendida a un señor de guerra en el borde del mundo, y eso parecía ser todo." Tyrion sonrió. "Luego, unos años más tarde, la persona más informada que conocía me dijo que esta chica sin riquezas, tierras o ejércitos había adquirido de alguna manera los tres en muy poco tiempo, junto con tres dragones. Pensó que ella era nuestra mejor y última oportunidad de construir un mundo mejor. Pensé que valdría la pena conocerla por lo menos."

"Entonces, por qué vale la pena conocerte, por qué debo pasar mi tiempo escuchándote?"

"Porque no puedes construir una tierra mejor por ti misma - no tienes a nadie a tu lado que entienda la tierra que quieres gobernar. Las fortalezas o debilidades de las Casas que se unirán a ti o se opondrán a ti."

"Tengo a Dyanna."

"Con el debido respeto, Daenerys, nunca entendí la política detrás de las Casas de Poniente - nunca fui invitada a las reuniones del consejo. Puedo responder por mi tío Tyrion en eso." Dyanna mantuvo la cabeza baja mientras hablaba, y los ojos de Tyrion se abrieron de par en par - no sólo se dirigió a la Reina tan informalmente, sino que Daenerys también era consciente de la sangre de león que corría por sus venas. Su confusión sobre su sobrina se hizo más fuerte.

"Entonces todavía tengo un ejército muy grande." Daenerys se recuperó. "Y dragones muy grandes."

"Matar y política no son siempre lo mismo. Cuando serví como Mano del Rey, lo hice bastante bien como esto último, considerando que el Rey en cuestión prefería torturar animales a liderar a su pueblo." Tyrion dijo - sus ojos moviéndose a Dyanna, que no pudo evitar preguntarse a qué Rey sirvió como Mano. A juzgar por la descripción, asumió que fue Joffrey. "Pero podría hacer un trabajo aún mejor - aconsejando a un gobernante que valiera la pena el nombre - si eso es realmente lo que eres."

"Así que quieres aconsejarme?" Daenerys preguntó, y un momento de silencio pasó. "Muy bien, qué quieres que haga con él?"

Todos los ojos de la habitación giraron a Ser Jorah mientras Daenerys continuaba. "Juré que lo mataría si alguna vez volvía."

"Lo sé." Tyrion declaró.

"Por qué el pueblo debería confiar en una Reina que no puede cumplir sus promesas?"

"Quienquiera que Ser Jorah era cuando empezó a informar sobre ti, ya no es ese hombre. No recuerdo haber visto un hombre tan devoto a nada como lo es servirte. Afirma que mataría por ti y moriría por ti, y nada de lo he que visto me da motivos para dudar de él." Tyrion lo miró. "Y aún así te traicionó."

Tyrion se movió para subir los escalones hacia Daenerys, pero los Inmaculados lo amenazaron. Tan pronto como fueron despedidos por la propia Daenerys, Tyrion continuó su camino por las escaleras. "Tuvo la oportunidad de confesar su traición?"

"Sí. Muchas oportunidades." Daenerys habló, y Dyanna pudo escuchar el dolor en su voz.

"Y lo hizo?"

"No." La voz de Daenerys se quebró. "No hasta que fue obligado a hacerlo."

Tyrion miró hacia atrás por los escalones hacia él. "Te adora. Creo que está enamorado de ti, pero no te confió la verdad. Una verdad desagradable, sin duda, pero de gran importancia para ti. No confió en que fueras lo suficientemente sabia para perdonarlo."

"Entonces, debería matarlo?"

"Un gobernante que mata a los que le son devotos no es un gobernante que inspire devoción. Necesitarás inspirar devoción, y mucha si vas a gobernar a través del Mar Angosto. Pero no puedes tenerlo a él a tu lado cuando lo hagas."

"Remuevan a Ser Jorah de la ciudad." Daenerys ordenó, y dos Inmaculados aparecieron para sacarlo de Meereen.

Daenerys miró entre Dyanna y Tyrion antes de levantarse de su trono, antes de que sus ojos se posaran en Tyrion. "Bien hecho, Lord Tyrion. Te has ganado algo de tiempo para ponerte al día con tu sobrina."