Dyanna Waters - la bastarda de Jaime Lannister - siempre se sintió sola en Desembarco del Rey.
Sin saber siquiera quién es su madre, anhela conocer su herencia, pero su padre no está dispuesto a compartir.
Cuando la Guerra de los Cinco Reyes empieza...
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Dyanna caminaba por las calles de Meereen como Reina. Su cabeza estaba en alto, y un grupo de Inmaculados la protegía para que ningún rebelde terminara con su vida.
A su izquierda estaba Tyrion Lannister, y a su derecha estaba Alys Waters.
En realidad, hace mucho tiempo que no pasaba tiempo con Alys, pero como ella fue la encargada de informarle a la morocha que Daenerys había desaparecido, consideró oportuno invitar a Alys a salir también para tomar un poco de aire.
Pero el aire entre ellos no era tan fresco como Dyanna esperaba que fuera.
"Qué pasa, Alys?" Dyanna miró a su amiga, que sorbió su nariz y se limpió los ojos con el dorso de la mano.
"Crees que volveremos a ver a Daenerys?" Preguntó - su voz estaba mucho más débil de lo que Dyanna estaba acostumbrada.
"Sí." Dyanna sonrió. "Con Drogon para protegerla, no creo que le pueda pasar algo malo."
"Ser Jorah y Daario volverán a nosotros." Tyrion concordó. "Nunca he visto a hombres más obstinados que ellos dos."
Dyanna sonrió ante la mención de Daario antes de tomar la mano de Alys en la suya mientras caminaban. "Ella volverá."
Alys sorbió de nuevo pero apretó la mano de su amiga en respuesta. "Me he encariñado con la Reina."
"La amas." Dyanna dedujo, y Alys asintió su cabeza dándole la razón.
"Como amiga y como Reina."
Dyanna sonrió para mostrarle a Alys que sabía más de lo que estaba diciendo. "Como amiga."
El trío bajó más hacia el puerto - deteniéndose frente a unos graffitis que estaban garabateados en una pared justo antes del mercado principal de la ciudad.
"Nunca vamos a arreglar lo que está mal en esta ciudad desde la cima de una pirámide de 800 pies." Tyrion agitó su cabeza.
"Mhysa significa madre en Valyrio." Dyanna habló para que las personas a su lado entendieran el graffiti.
"Sé lo que significa Mhysa." Tyrion frunció el ceño. "Quién crees que lo escribió?"
"Es difícil saberlo." Dyanna sacudió la cabeza mientras se alejaba de las palabras.
Matar a los maestros, decía, Mhysa es una maestra.
"Nuestra Reina no es tan popular en Meereen como solía serlo. Pueden ser los Hijos de la Arpía."
"Daenerys les quitó su propiedad más valiosa." Alys caminó hacia la pared y pasó sus manos sobre la piedra sucia. "Les dijo que los seres humanos no son propiedades."
El grupo comenzó a caminar una vez más - por los oscuros rincones de la ciudad. Se podía oír un cántico de la gente, y Dyanna se detuvo a escuchar.
"El Señor de la Luz les ha enviado a la Madre de Dragones, y aquellos que aman la oscuridad la hicieron huir"
Dyanna no pudo evitar recordar su época en Poniente, donde conoció a la mujer de rojo. La mujer que le habló de su madre, y la mujer que le había dado el libro que aún apreciaba y guardaba junto a su cama.
"Pueden ser los hombres que fueron liberados." Dyanna mantuvo su rostro serio. "Muchos de los antiguos esclavos creen que Daenerys los abandonó."
"Ella se fue volando en un dragón y no regresó." Tyrion comentó mientras escuchaban al Sacerdote Rojo hablar.
"Cómo responderán? Se retorcerán las manos mientras esperan que la Madre de Dragones regrese? O levantarán ustedes su llama? Lucharan por su propia salvación ahora que la Reina Daenerys no está aquí para luchar por ustedes?"
"Es un problema." Alys asintió mientras Tyrion comenzaba a llevar al grupo hacia los mercados.
"El miedo ha paralizado a Meereen." Habló mientras el grupo miraba los puestos abandonados. "Quienquiera que sea y dondequiera que vayas - alguien en la ciudad quiere asesinarte. No podemos luchar contra un enemigo que no conocemos. Los Hijos de la Arpía planearon su ataque en las arenas de combate con mucho cuidado, lo que significa que deben recibir órdenes de alguien."
"Y has empezado a buscar a ese alguien?" Dyanna miró a su tío.
"Conozco a alguien que ha tomado el trabajo bajo su ala." Sonrió.
Antes de que Dyanna pudiera interrogarlo - se oyeron gritos de pánico sobre las paredes, y empezaron a sonar las campanas. Los Inmaculados que rodeaban al grupo miraron a Dyanna, que veía cómo la gente común empezaba a correr desde la fuente del sonido.
Dyanna, al ver algunos escalones que llevaban a la pared exterior de Meereen, decidió que tenía que averiguar lo que estaba pasando en su ciudad.
Silenciosamente, condujo al grupo a las escaleras, donde lucharon contra el humo hasta que finalmente llegaron a la cima.
Mientras miraban al puerto, todo lo que podían ver eran los esqueletos de cientos de barcos en llamas.
"No navegaremos a Volantis pronto." Tyrion comentó.
