Dyanna no se había movido por horas. Se quedó quieta como estatua mientras algunas de las últimas brasas del fuego se extinguían, mirando a la criatura frente a ella.
Era realmente un dragón?
Su mente racional le decía lo contrario -ella no era de sangre Valyria, no podía eclosionar un huevo?
El huevo era un adorno de todos modos, no hay forma de que sea real, verdad?
Pero la criatura ante ella contaba una historia diferente. Con sus brillantes ojos azules que parecían mirar directamente al alma de Dyanna, no podía negar que el era hermoso.
Él? Se puede saber el género de un dragón?
Lentamente extendiendo una mano hacia la criatura, sonrió cuando el dragón se acurrucó en la palma de su mano- sus ásperas escamas rozaban la suavidad de su palma.
Qué iba a hacer con un dragón?
Sin advertencia, se escuchó un gruñido- no del dragón, si no que de su propio estómago. El dragón se lanzó a los arboles, sorprendido por el ruido que había producido, y de repente el corazón de Dyanna se sintió vacío.
"Espera!" Gritó mientras saltaba de su lugar- moviéndose en los arbustos donde su nuevo amigo azul. No podía negar que era rápido, a pesar de lo nuevo que era para el mundo.
Después de perseguirlo por unos minutos sin suerte, Dyanna suspiró mientras se dirigía al claro en el que el había nacido.
Tal vez no había lealtad hacia ella, solo necesitaba una forma de salir al mundo.
Recogiendo palos mientras caminaba, Dyanna no pudo evitar preguntarse quién era su madre-tenía que haber una razón por la que su padre le había obsequiado el huevo, y obviamente había una historia detrás de la razón de porque ella fue capaz de incubarlo. En todos los textos que había leído, no había ninguna historia sobre como incubar un huevo- si no estaba segura de que lo habría intentado de pequeña.
Y qué hay de la inmunidad hacia el fuego? Sabía que los Targaryen de antaño no eran inmunes al fuego, así que, qué la hacia tan especial?
Al llegar al claro una vez más, tomó una vieja rama muerta y la sostuvo hacia una de las pocas brasas que quedaban cerca. Le estaban dando escalofríos, y no ayudaba el hecho de que su ropa se había quemado en las llamas dejándola desnuda al viento. La oscuridad caía ahora, y a pesar de su ardiente desesperación por encontrar su dragón, sabía que no serviría de nada en la noche.
Solo cuando el fuego surgió, escucho un pequeño crujido en los arbustos. Girándose repentinamente, sintió su corazón revolotear hacia la vida mientras una pequeña cara azul se asomaba entre las hojas- los ojos se iluminaron una vez que vieron a Dyanna. En su boca había un rata con una gran mordida en su garganta.
"Hey." Ella llamó para que el dragón se acercara y él obedeció, dejando caer el roedor muerto en el regazo de Dyanna mientras observaba pacientemente. "Atrapaste esto tu mismo?"
Por supuesto, el dragón no contestó, pero tampoco fue como si su pregunta no fuera contestada. Había una fuente de conocimiento en lo profundo de sus ojos zafiro que desconcertaba a Dyanna, pero también la hacia sentirse orgullosa.
Había atrapado su primera comida.
Agarrando una piedra afilada del suelo, Dyanna hizo lo mejor que pudo para despellejar a la rata y cortarla a la mitad, asegurándose de quitar todos los huesos pequeños antes de darle la carne cruda al dragón.
Mirando a la carne, era casi como si hubiera arrugado su nariz ante la comida.
"No tienes hambre?" Ella preguntó con un suspiro. "Pensaba que siempre los dragones tenían hambre."
Colocando la carne que había seleccionado para si misma en el extremo de una ramita, comenzó a cocinarla lo mejor que pudo en el fuego que había creado.
Una vez que lo sacó de las llamas, y apagó el fuego que había quemado el palo, tomó un pedazo de la carne para ella, dejando el resto en la ramita.
El dragón, aunque no estaba seguro de su propia carne cruda, parecía gustarle más la variedad cocinada, y rápidamente dio un mordisco en el palo, llevándose el resto de la carne con él.
"Oh, así que eres quisquilloso?" Dyanna levantó una ceja mientras el dragón inclinaba su cabeza- tragando la carne de rata que había guardado para ella.
"Supongo que tiene sentido." Continúo. "Un dragón que solo come carne cocida-cazarás y cocinarás tu propia comida cuando tengas la edad suficiente... Parece que voy a ser tu chef personal en el futuro cercano, huh?"
Al extender su mano hacia adelante, pudo rascar la parte inferior de la barbilla del dragón- algo de lo que inmediatamente se sintió orgullosa.
Era muy parecido a un perro en algunos aspectos- se podría decir que quería servirle lo mejor posible.
Y ella, como una leal dueña de un perro, no quería nada más que amarlo y verlo crecer.
Si tan solo fuera así de simple.
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LIONHEART ✔
FanfictionDyanna Waters - la bastarda de Jaime Lannister - siempre se sintió sola en Desembarco del Rey. Sin saber siquiera quién es su madre, anhela conocer su herencia, pero su padre no está dispuesto a compartir. Cuando la Guerra de los Cinco Reyes empieza...