Capítulo 14

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— ¡Appaaaaa! — gritaba Eun desde su habitación.

Jimin se movió con prisa, era el fin de semana de la mudanza, dentro de poco vendría Marzo y su hermosa Min Haeri llegaría a los once años, por lo que deseaba tener todo listo para esa fecha. Desde el miércoles en la tarde, había comenzado a mover algunas cosas por su cuenta. Yoongi se aseguró de firmar el contrato ese mismo viernes, garantizando la casa como hogar de los cachorros.

— ¿Qué sucede cariño? — preguntó el omega con la respiración agitada. 

— No encuentro a mi gatito ¡No me puedo ir sin mi gatito! — lloriqueo el menor.

Jimin miró al cielo pidiendo a la diosa luna que le diera la paciencia y fuerza para continuar.

— Vendré mañana y buscaré mejor por ti ¿Qué dices? — el menor chilló, pero asintió con un puchero al ver la mirada suplicante de su padre. 

Lo tomó de la mano y salió a la sala junto a él.

— ¿Seguro que los quieren a todos? — le preguntó a Jungkook, Namjoon y Jin que se encontraban de pie en la mitad de la estancia.

— Jin quiere que nos acostumbremos a los cachorros — susurró Namjoon temeroso.

— Este par de alfas no me dejarán con dos cachorros por mi cuenta, es la experiencia perfecta — aseguró el omega de cabello morado con una sonrisa maliciosa.

Jimin rió ante el pánico en el rostro de Namjoon y Jungkook — Estarán bien, solo recuerden, no mucho azúcar y siempre mantenerlos ocupados.

Los tres asintieron. — Despidanse de papá — les llamó el omega, recibiendo besos y abrazos de todos sus cachorros.

El castaño sonrió al verlos salir, tenía un fin de semana para trasladar todo el departamento a la nueva casa, Yoongi le había dicho que las camas serían instaladas ese mismo día, dándole la oportunidad de elegir colchas y almohadones para la noche del domingo, sin tener a todos los cachorros aglomerados en la sala.

El alfa llegó con una sonrisa, estaba emocionado por ver a sus hijos y ayudarles a empacar, pero se llevó una gran sorpresa al encontrar el departamento en silencio. Solo unos pequeños y suaves pasos de aquí para allá, era lo que se escuchaba en el interior.

Timbro dos veces, encontrándose con un sonriente omega, que le veía sorprendido.

— ¿Qué haces aquí?

— Tenía algo de tiempo libre y quería ayudar con la mudanza — susurró el alfa con las mejillas teñidas — Pensé que los cachorros estarían algo locos con todo...

— Jin decidió cuidarlos este fin de semana — comentó sonriente dejándole entrar — Casi pareció una bendición de la madre luna, cuando lo supe. Ahora tengo el tiempo suficiente para empacar todo y trasladarlo a la casa hoy.

¿Había planeado este testarudo omega hacerlo todo por su cuenta?

— ¿Ya llamaste al carro de mudanza?

El menor rió — ¿Dónde tienes los ojos alfa tonto? ¿Ves muebles aquí?

Yoongi enrojeció de la vergüenza al omitir ese detalle, el apartamento eran varias pilas de cajas con nombres marcados en los costados, pero nada más.

— ¿Qué hiciste con todo?

— Vendí lo que dijiste que reemplazarías y algunas cosas innecesarias, trasladé la cocina en la tarde de ayer mientras los niños estaban en prácticas, y ellos empacaron su habitación esta mañana. Con unos cuatro viajes creo que estaríamos bien. ¿Estás seguro que hoy llevarán las cuatro camas?

El alfa asintió, viendo la sonrisa del omega. — Entonces sólo quedaría mi dormitorio, si quieres puedes regresar mañana y verlos ya instalados...

Yoongi se sintió relegado por no ayudar, él quería ser una parte importante del proceso, aunque no entendiera muy bien porque. — ¿No te haría falta una mano? — sugirió con una pequeña sonrisa.

— Humm... ¿No tienes cosas más importantes que hacer Min?

— No estaría ofreciendo mi ayuda si ese fuera el caso — Jimin le miró ceñudo y el alfa se mordió la lengua, el castaño no tenía que saber que había cancelado cuatro reuniones solo para ir a ayudar.

— Está bien, pero por algo dejé mi cuarto para el final — resopló.

Yoongi entró en la habitación que tenía impregnado el olor a nueces tostadas por doquier, su lobo se deleitó con el aroma, estaba cerca de obligarle a revolcarse en el. Observó como las cajas marcadas se encontraban abiertas en el suelo, cada una con nombres para clasificar su contenido.

— Solo ve cogiendo y ve poniendo en la caja que corresponda — le dijo el omega caminando al baño — Si no sabes, solo pregunta — le gritó.

Yoongi comenzó doblando las colchas y los almohadones, encontrado sábanas limpias debajo, sin la pizca de un olor diferente al del omega o los cachorros. Su lobo gruñó en aprobación, haciendo que el pelinegro resoplara.

— Lobo estúpido — murmuró por lo bajo.

Jimin salió del baño con varias toallas y tapetes, riendo ante su descubrimiento.

— ¿Qué es tan gracioso?

El omega levantó el tapete rosa, con dos lobos unidos por un corazón en la esquina, sonriendo. 

— Pensé que lo había votado, siempre lo odiaste mucho.

El mayor rió al recordar — No es porque fuera feo, es porque elegiste algo inútil con tu primer salario.

El castaño lo golpeó en el hombro riendo — Era un omega de dieciocho años que había tenido su primer cachorro y logró conseguir empleo ¿Qué esperabas de mí?

Juntos rieron, empacando lo que tenían en las manos, después de vaciar el baño, el pequeño buró al lado derecho de la cama y las colchas venía lo más temido. El armario.

— No me hago responsable de lo que aparezca allí Yoongi, si sale un monstruo será el momento de que seas un alfa y me salves.

Yoongi rió — Eres tú el que vive aquí ¿Acaso no sabes lo que tienes en el closet?

— Uso solo el lado derecho desde hace siete años, lo demás es prácticamente territorio no explorado — El mayor le observó con ojos grandes, asombrados de que Jimin haya conservado su recuerdo.

— Pensé que en algún momento volverías y querrías tus cosas de regreso, las ganaste con mucho esfuerzo y dedicación, así que no era mi llamado para tirarlas.

El lobo de Yoongi aulló tan fuerte que creyó que el omega lo escucharía. El asombro y la admiración que surgió en él, fue inexplicable. Por su parte, Jimin sintió a su omega reaccionar ante el llamado, haciendo que inconscientemente pase la yema de sus dedos por aquel lugar donde antes se encontraba su marca de unión. Y así a lo largo de la tarde, abrieron el armario, encontrando un viaje en el tiempo, que iba casi trece años atrás. 


¡Mis pequeños saltamontes! ¡Happy Valentines Day! Como somos latam, no celebramos esas cosas pero pensé que sería divertido abrir la caja de Pandora que mantenía oculta este par. 

Mistakes «Yoonmin» - Omegaverse -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora