Capítulo 32

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Yoongi se levantó temprano, algo sonriente por el olor que predominaba en su casa. En su cama el espacio estaba copado por cuatro cachorros y un durmiente omega, todos acurrucados como si el gran colchón fuera un nido. La sonrisa que se plantó en su rostro llevaba años sin estar allí. De alguna forma Jimin había estado tan adormilado que solo se arrastró a la cama del alfa, rodeado por sus hijos igual de cansados.

Todos parecían una gran y esponjosa masa de algodón, con cabellos revueltos y mejillas rellenitas aplastadas entre sí. Soltó una risita al ver como Minyoon olfateaba el cuello de su padre omega con avidez y casi se fundía en su pecho. Tal y como él lo hacía cuando su amada abuela seguía con vida. 

Nostálgico, se levantó lentamente, saliendo de la cama con cuidado de no despertarlos y dejando la habitación en pasos rápidos. Caminó a la cocina para preparar el desayuno. Hizo waffles de naranja, calentó leche chocolatada y uno que otro pancito. Cortó varias frutas y les dio pequeñas formas de animales para adornar cinco platos. Su corazón se sintió cálido, su pecho se hinchó con fuerza y su alfa aulló de felicidad ante la escena que tenía en frente.

Era imposible que a sus treinta años Jimin se viera tan jodidamente adorable. Pero con su cabello castaño brillante y despelucado, su pantalón de chándal arrugado, su camisa con el hombro descubierto, rascándose con una de sus manitas un ojo y con la otra llevando la mano de su hijo más pequeño que a su vez se encontraba aferrado a sus otros tres cachorros, el alfa se sintió morir. 

Una nueva, franca y fría resolución se apoderó de él, tan profundamente, que se sintió caer de rodillas. Todos sus sueños y anhelos en un omega y cachorros somnolientos, con el leve sol de la mañana reflejado sobre sus cuerpos, todas sus aspiraciones plasmadas en aquellos ojos cerrados y pequeños por el sol. Y entonces lo supo, que a pesar de todos los resultados, lucharía por ello, contra viento y marea, hasta tomar ese lugar que tanto codiciaba. 

Después de un desayuno lleno de risas y un Jimin avergonzado por sus fachas, su casa quedó fría y vacía, careciendo de esa calidez que su pequeña familia repartía. El sonido del timbre, lo sacó de sus cavilaciones, obligándole a caminar hacia la puerta. El tenue olor a vainilla lo invadió en cuanto estuvo cerca y sin poder evitarlo soltó un gruñido bajo y profundo.

— Yoonie — llamó con voz sedosa la omega desde el otro lado de la puerta — Puedo olerte. 

El alfa resignado abrió, con su lobo refunfuñando por perder el aroma a nueces tostadas, romero, menta y limón, con el residual de leche materna que aún cubría a Minyoon.  

La omega saltó encima del alfa, siendo alejada lenta y firmemente del macizo cuerpo. Esta le miró levantando una ceja con una mueca molesta. 

— ¿Qué significa esto? — preguntó.

— Quiero el divorcio — soltó Yoongi como si hablara del clima. 

La omega se vió palidecer, soltando su aroma de forma amarga y espesa.

— ¿Escuché bien? — cuestionó irritada — ¿Qué mierdas te pasa por la cabeza Min? ¿Entiendes acaso de lo que hablas? 

El pelinegro se lanzó al sofá con un bufido. — La sorda aquí eres tú — dijo con displicencia — Quiero el divorcio Soo. 

La omega lanzó las manos al cielo, soltando una sarta de improperios poco apropiados para cualquier ser viviente. 

— ¡Eres un jodido cabrón! — le gritó a Yoongi apuntando con su delgado y puntiagudo dedo de manicura perfecta — ¡Maldito hijo de tu puta zorra madre! ¡¿Cómo eres capaz de hacerme esto?!

El alfa la miró de forma desdeñosa, esperando que la rabieta llegará a su fin. Excepto que...

— ¿Todo por el culo fácil de ese omega no? — rió sin gracia — Claro solo llega y se menea como el lobo regalado que es...  

Yoongi se sintió hervir de la ira  y se levantó furioso. — Que mierdas dices ... — susurró por lo bajo con los dientes apretados, convirtiendo sus manos en puños. 

— ¿Me crees estúpida? Se que esto es por ese asqueroso omega de mierda. ¡Es un maldito pobretón! Y tú un idiota por caer en sus redes. ¡Solo te quiere por tu dinero! ¡Alfa estúpido!

— ¡Te prohíbo que hables así de Jimin! — gritó levantando su mano. 

— ¿Me vas a golpear? — cuestionó burlona, con una sonrisa socarrona apareciendo por sus labios — Sería una pena que se enteraran que el gran empresario Min Yoongi está perdiendo el control de su lobo ¿No crees?

Mirándole con desprecio, se alzó sobre él diciendo — Yo te acompañé mientras llorabas con el corazón roto por ese asqueroso omega, fui yo quien te consoló y quien te aguantó. ¡Fui yo quien se quedó a tu maldito lado a pesar de que no me dieras cachorros! ¡¿Así es como me pagas?! ¡Maldito imbécil! — le gritó — ¡Joder Min, te voy a dejar en la puta ruina! ¡Y cuando te estés arrastrando te darás cuenta todo lo que perdiste!

Yoongi rió de forma vacía al rostro rojo e iracundo de la omega. — ¿Acaso me has dado algo en realidad?

El fuerte sonido de una cachetada, resonó por toda la estancia. — Vamos a ver si esa pequeña perra regresa contigo cuando no te puedas divorciar. O si quiera tú puedas soportar andar con un omega defectuoso y enfermo — aseguró cerrando de un portazo.

El mayor masajeó sus sienes, sintiendo que definitivamente tenerlo no sería para nada sencillo. 


¡Holiwi! Espero todos estén bien. Ayer llore al ver a los chicos ganar esos AMAs, me sentí cual madre orgullosa, por eso decidí que sería lindo regalarnos a todos un capítulo. Les envío un abrazo, no olviden que amo leer sus comentarios. PD: De aquí en adelante, preparen las rachas porque todo se va a poner, de locos. 

Mistakes «Yoonmin» - Omegaverse -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora