Jimin abrió los ojos como platos, sintiendo un amargo sabor en su boca. Como se atreve ese alfa imbécil pensó al ver la angustia invadiendo a Yoongi. Trató de bajar a Minyoon de sus brazos pero este se aferró más fuerte y negó con la cabeza. El castaño suspiró y se dirigió al primer piso, pensando que podría hacer para ayudar.
El mayor levantó la cabeza, con sus ojos llenos de derrota al sentir a Jimin a su lado, estando extrañamente reconfortado cuando el menor estiró los brazos hacia él. Lo recibió en su regazo con algo de curiosidad, viendo como su cachorro lo abrazaba y comenzaba a soltar un tenue aroma a Hinojo, aplacando por completo la ansiedad de su lobo.
El castaño sintió un pequeño e incómodo tirón en su pecho, a veces la punzada de celos por el lazo que compartían los alfas le atacaba, pero se olvidaba rápidamente de ello, no sería él quien le negara a su cachorro el amor de un padre. Caminó a la cocina trayendo dos nuevas tazas de té humeante, observando al detalle como su cachorro se había quedado dormido en los brazos del alfa. Yoongi le sonrió agradecido en respuesta.
— Emmm... ¿necesitas hablar?
Yoongi dio un largo suspiro antes de iniciar — Yo... estoy en problemas Jimin — respiró profundamente — Cuando envié los papeles de divorcio, Soo... se negó a firmarlos y comenzó una loca carrera para destruirlo todo... desaparecí antes del cumpleaños de Eun porque viajé a América, para tratar de dejar los papeles en orden... ella había vendido todo e incluso trató de transferir mis acciones a su nombre — Jimin jadeó horrorizado — Al regresar empezó a enviar denuncias anónimas sobre la empresa... Tengo citaciones judiciales hasta septiembre para esclarecer todo.
— Esa perra — murmuró el castaño, sacando una pequeña risa del mayor.
— Mi padre me expulsará del trabajo si no lo arreglo pronto y yo...
Jimin sintió su pecho apretarse. Tendré que dejar la universidad de nuevo pensó con pena.
— No, no, no — le interrumpió Yoongi al ver la expresión del omega marchitarse. — No creas ni por un segundo que dejaré que eso pase. Yo prometí encargarme de todos ustedes y no los defraudaré.
La mirada decidida del alfa, llenó algo cálido en el pecho del omega, que con todas las ganas quería negarse a aquellos sentimientos.
— Podríamos encontrar un arriendo más económico, algo cercano a la escuela de los chicos... sería suficiente por algún...
— Jimin no... no hay que pagar alquiler.
El castaño le miró ceñudo.
— Yo... compré la casa... en cuanto salimos de aquí, ya tenía el depósito en la cuenta. Está a nombre de los cachorros, así que legalmente... nadie se las puede quitar.
El menor sintió como si un millón de fuegos artificiales explotaran en su pecho. Sonrió brillante, logrando que sus ojos se cerraran, detrás de las esponjosas mejillas que adornaban su semblante. Yoongi sintió alivio, por primera vez en mucho tiempo, conforme con sus decisiones.
— ¿Tendrás que ir a recoger tus cosas verdad?
El alfa asintió con las mejillas color durazno por la vergüenza. La biología básica le obligaba a ser el proveedor, pero en ese preciso instante estaba atrapado como un alfa obsoleto.
— Pondré a los cachorros a dormir y luego iré contigo. La prensa deberá desaparecer para esa hora.
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Eran casi las 11 de la noche, Yoongi fingía trabajar desde el sofá mientras observaba a Jimin con varios libros sobre la mesa del comedor, completamente absorto en su lectura. El alfa sacudió la cabeza, tendría un grave caso de bolas azules si seguía fijándose exclusivamente en aquellas esbeltas y apetitosas clavículas. Aún se encontraba diseñando estrategias que fueran efectivas en su conquista, pues Jimin fervientemente frenaba sus avances. Y luego estaba la actitud de Dae que se estaba tornando preocupante, con permanentes comentarios mordaces hacia su hermano menor y padre. ¿Qué le pasaba a su pequeño rayito de luz?
Jimin levantó la cabeza de sus notas cuando sintió sus ojos pesados.
— ¡Oh mierda! — susurró para sí mismo al ver la hora. — Yoongi creo que... ya deberíamos...
El mayor asintió con una pequeña sonrisa. Juntos caminaron al sedán rojo, conduciendo lentamente mientras el aire fresco de finales del verano se colaba a través de las ventanas. Ambos sintieron nervios y Yoongi tragó sonoramente al ver la aglomeración de personas con cámaras y micrófonos en frente de la mansión.
— ¡Joder! — gruñó el alfa. Jimin estiró su mano brindando apoyo y sonriendo por la loca idea que se infiltró en su cabeza.
— Podemos colarnos por el patio de atrás — sugirió emocionado. Yoongi le miró con el ceño fruncido — Libera la alarma desde tu celular y nos colaremos por la piscina, si no prendemos las luces deberíamos ser capaces de correr.
El mayor sonrió ante la travesura casi infantil que el omega proponía. Sacó su celular, desactivando la alarma de la casa. Juntos se bajaron del auto y rodearon la siguiente casa más cercana.
— Esto será divertido — murmuró Jimin sonriente.
Corrieron a través de los patios traseros, riendo en voz baja y tapando sus bocas con la mano. Al llegar a la parte trasera de la mansión se miraron y juntos abrieron un pequeño espacio entre los árboles que hacían parte de la cerca viva. Al pasar respiraron con fuerza, corriendo hacia la casa.
El alfa deslizó la puerta corrediza, entraron con respiraciones agitadas riendo como dos cachorros en su primera travesura. Jimin observó al mayor, esperando por instrucciones.
— Vamos a mi habitación.
Al entrar, Jimin se sorprendió de la falta de calidez que se sentía, todo perfectamente alineado, sin gota de corazón en ello.
— La maleta está debajo — le pidió el alfa señalando la cama.
El menor se agachó encontrando una valija café algo desgastada en los bordes. Al girarse Yoongi tenía algunos ganchos en su mano junto a una mochila. Jimin la abrió, ayudando al alfa a doblar rápidamente su ropa , tres trajes perfectamente alineados dos pantalones de chándal, dos camisetas, un jean y una camisa fueron los elegidos, el momento de acomodar los calzoncillos sacó una risita de Jimin y mejillas rosadas del alfa avergonzado, pues eran algunas tallas más pequeñas de lo que solía usar en el pasado.
Juntos cerraron la valija. Y se dirigieron a la puerta.
— ¡Espera! — llamó Yoongi justo antes de llegar al marco, trotando hasta la mesa de noche donde se encontraba la foto que le había regalado Minyoon. Jimin se sintió cálido por dentro y su lobo ronroneó.
Bajaron las escaleras y corrieron hacia la parte de atrás cuando de repente un ruido se activó y todas las luces de la casa se encendieron.
— ¡Joder! ¡Corre! — gritó el alfa, sosteniendo la manita de Jimin entre la suya y arrastrándola tras de sí.
Un gran alboroto se formó en frente de la casa, con todos los reporteros activando sus cámaras, múltiples luces de flashes iluminando la noche y preguntas gritadas a la nada. Todos al mismo tiempo trataron de colarse por uno de los corredores laterales de la mansión, sin embargo, no fueron lo suficientemente rápidos para alcanzar a divisar a la pareja.
Ambos llegaron sudorosos y risueños al auto, donde Jimin se permitió dar rienda suelta a su melodiosa risa, siendo coreada por el alfa. Ambos se observaron con ojos brillantes y soñadores, por lo que pareció una eternidad, antes de que el menor carraspeara y pusiera el auto en marcha.
Tendré que trabajar en esa sonrisa pensó Yoongi, con la emoción burbujeante de la adrenalina en su cuerpo.
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Mistakes «Yoonmin» - Omegaverse -
Fanfiction«El amor no siempre lo perdona todo. La verdad siempre evidente, incluso ante aquel que se niega a ver » Donde Yoongi abandona a su omega en estado con tres cachorros. - Yoonmin - Otras ships que si menciono serían spoiler Prohibida su copia...